Un autobús de la Generalitat adoctrina a los escolares para que hablen en valenciano

Los niños que lo hacen son premiados con  camisetas, bolsos, chapas y lápices con el lema de la campaña “la teua llengua”

Carmen Labayen

Publicado el - Actualizado

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Una de las últimas iniciativas en materia de política lingüística tiene forma de autobús y circula estos días por la Comunidad Valenciana. De sus prácticas y eslóganes se han quejado decenas de padres, que no ven con buenos ojos que a sus hijos se les diga que su idioma debe ser el valenciano. Su indignación la ha canalizado la Plataforma Hablamos Español y su presidenta Gloria Lago considera que el llamado “Bus de la Llengua” “es parte de un proyecto político con una intencionalidad clarísima en el que los niños son víctimas colaterales”.

El bus, que recorrerá 77 municipios valencianos este año y otros 29 en 2019, recaló el martes 27 de noviembre en el colegio Arenal de la localidad Alicantina de Jávea. Una madre lo vió y filmó cómo se desarrollaba un taller destinado a los escolares y del que, asegura, los padres no tenían noticia previa.

Se da la circunstancia de que en el centro escolar un altísimo porcentaje del alumnado es extranjero por encontrarse en una zona muy turística y que es el único de la zona que ofertaba en los últimos años una línea en castellano con la mitad del temario en castellano y la otra mitad en valenciano. Muchos alumnos tienen incluso dificultades para expresarse en castellano y algunos han vuelto a su país sin hablarlo y tras repetir curso tras ser escolarizados en la línea valenciana por recomendación de la dirección del centro. A escasos metros de su entrada se desarrolla el taller con una monitora que pide a los niños, poco motivados, que “intenten cambiar el chip al valenciano y hablar en valenciano”. A los que lo logran se les incentiva con camisetas, bolsos, chapas y lápices con el lema de la campaña “la teua llengua”. Un actividad que la Generalitat Valenciana vende como lúdica y familiar, que se lleva a cabo también en centros comerciales y que ha generado indignación en decenas de padres.

Entre estos padres está Cochi Fernández, de 44 años. Su queja llega tras años peleando por poder escolarizar a sus hijas en castellano en la Comunidad Valenciana."Yo estoy indignada de que siempre le digan a mis hijas que su lengua es el valenciano. su lengua es el español y ellos están empeñados en que tienen que cambiar de chip. Si hacen un villancico es en valenciano, si es la representación de fin de curso ha de ser valenciano... La cuestión es anular el español”, denuncia. Estuvo entre las primeras en dar la voz de alarma tras ver el bus a las puertas del colegio de su hija de 9 años que participó como el resto de los alumnos de primaria en el taller sin que, según explica a COPE, a ella se le pidiera ningún tipo de autorización previa. “Estoy harta y lo del autobús me indignó muchísimo porque creo que como madre tengo derecho a que se me informe de que mi hija va a hacer ese taller. Y si yo no quiero que mi hija haga ese taller ¿qué pasa? A mi hija le dieron el taller y la mayoría de los padres se enteraron a posteriori cuando el taller ya se ha dado y porque se lo cuentan sus hijos” denuncia en COPE.

No es la única que se ha quejado ni la única recalca que no entiende por qué los padres no pueden elegir en según que zonas de España que sus hijos puedan estudiar en castellano. Conchi lleva 14 años luchando por ello. Ha cambiado a su hija mayor de centro escolar y ha acudido en numerosas ocasiones a protestar al colegio, donde le han llegado a proponer que se mude a otra Comunidad Autónoma.

Su queja y la varias decenas de padres la ha ha trasladado la Plataforma Hablamos Español ante el Sindic de Greuges y el Defensor del Pueblo. Creen que ha llegado el momento de empezar a denunciar de forma colectiva como una aberración “cada vez que se le dice a un niño o a cualquier persona que su lengua debiera de ser otra”, algo que se repite en Valencia y en las llamadas comunidades históricas en España y que es un instrumento más, denuncian, de la progresiva inmersión lingüística.