Un bebé supercampeón en tiempos de Coronavirus

En sus casi cinco meses de vida, lo han operado 14 veces en medio de la peor crisis sanitaria del último siglo

Carmen Labayen

Publicado el - Actualizado

5 min lectura

Kilian es un bebé luchador, un supercampeón, en palabras de su padre Mario. Nació con una cardiopatía congénita y su caso se fue complicando al verse afectado también su cerebro. En sus casi 5 meses de vida, le han operado 14 veces. Ahora está de nuevo en la Unidad de Cuidados Intensivos en el en Barcelona. A su ya delicada salud se une el riesgo extra que ha supuesto la irrupción del COVID-19.

No se ha contagiado de coronavirus pero la emergencia sanitaria y el ingreso de otros niños infectados en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) pediátrica supuso su vuelta a la UCI de neonatos donde pasó los 58 primeros días de su vida. Allí está estable pero los médicos consideran que su caso es el segundo más complicado que afrontan en todo el hospital.

Acompañamiento limitado en las UCI's

El COVID-19 también ha llevado aparejado restricciones en los accesos a las UCI's. Antes tanto Mario como Julise se turnaban en el hospital para cuidar de su primer hijo pero ahora solo uno de ellos puede acompañar al pequeño y es su madre la que lo hace para poder alimentarlo desde las 10 de la mañana y hasta casi la medianoche. Y es ella la que ha logrado también arrancarle sus primeras sonrisas.

“Es una alegría poder ver que nada más oír la voz de mi mujer, se despierta y que ha aprendido a sonreír mucho y eso es una alegría muy grande” explica a COPE Mario.

Le encanta la conexión que se ha generado entre su mujer y su hijo aunque echa de menos el poder pasar más tiempo con el pequeño.

Sin prestación de paternidad desde hace 2 meses

No es el único problema al que se enfrenta Mario. Trabaja como transportista para una gran empresa en Girona pero debido a la enfermedad de su hijo pudo alargar su baja por paternidad. Lleva, según explica a COPE, dos meses sin cobrar la pensión de paternidad que le corresponde.

“Con el coronavirus y debido a la parálisis administrativa que se ha generado y también a la puesta en marcha de otras ayudas por los ERTE's y el teletrabajo están desbordados y no he podido acceder a esa ayuda” subraya.

Por ello y por la precariedad de su situación familiar es clave la ayuda que le brinda la Fundación Ronald McDonald que les ha permitido trasladar su residencia de Girona donde está afincada esta familia de origen hondureño a Barcelona muy cerca del hospital donde su hijo recibe los tratamientos que necesita.

“Estamos bien agradecidos con la casa McDonald porque sin su ayuda nosotros no podíamos costear el traslado a diario de Girona a Barcelona. E incluso aunque hubiéramos podido, con las restricciones a la movilidad durante el Estado de Alarma hubiera resultado muy complicado el ir y venir a diario” señala.

Convivencia más fría por la pandemia

Comparten la casa de acogida con otras familias pero también debido al COVID-19 y como medida de precaución la casa tiene una ocupación del 40 por ciento de un total de 15 familias a 6.

En su corta vida Kilian solo ha estado 18 días fuera de la UCI a donde tuvo que volver en marzo pasado. Su familia fue la última en acceder a la casa Ronald McDonald de Barcelona antes de que se limitasen las admisiones por el avance de la pandemia.

En este hogar cercano al Vall D'Hebron que desde su creación hace 18 años ha acogido a más de mil familias se extreman las medidas de precaución, las zonas comunes están cerradas a excepción de dos de las cuatro cocinas que las familias se esmeran en limpiar y desinfectar. En juego está la ya delicada salud de sus hijos y por eso hay turnos y el contacto entre familias es el mínimo posible.

“Tenemos que ser cuidadosos porque en la casa hay niños con enfermedades que les hacen muy vulnerables y por eso hay que evitar por todos los medios un posible contagio” subraya Mario .

Una labor en la que se emplean a fondo pero que también tiene un coste social y emocional. Y es que según explica Mario “antes nos relacionábamos y nos apoyábamos más, ahora todo ha cambiado bastante y estamos más aislados, es lo que toca”.

Conservan la esperanza

Tanto Mario como su esposa Julisa sabe que la situación de su hijo es complicada. Es lo que les dicen los médicos desde antes incluso de que el pequeño naciera en la semana 34 pero ellos no pierden la esperanza.

“Tenemos fe, creemos que para Dios todo es posible y confiamos en que El hará su parte y los médicos la suya, creemos que el milagro es posible” afirma Mario.

Un milgaro que consiste en que Kilian se restablezca y pueda dejar atrás el hospital. El pequeño demuestra a diario su resistencia y sus padres esperan algún día poder llevarlo de nuevo a su hogar “sano, saludable y fuerte”.

Carrera solidaria para ayudar a estas familias

Para recaudar fondos para ayudar a estas familias la Fundación Ronald McDonald ha organizado una carrera virtual para comprar material sanitario para sus hogares abierto a particulares y empresas. Mediante la creación de un grupo de Facebook, proponen la compra de un dorsal y reunirse virtualmente el próximo sábado 9 de mayo a las 10h para caminar, correr, montar en bici o subir escaleras en una distancia de 3, 5 o 10 kilómetros ya sea en casa o al aire libre. Para más información sobre la carrera, visitar este enlace.

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