La violencia machista se cobra una víctima mortal por semana en España

Son minoría las que denuncian y aún más las que piden protección

Carmen Labayen

Publicado el - Actualizado

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Cada semana en promedio y durante la última década una mujer es asesinada por su pareja o ex pareja en España. De ellas en 2022 aún fueron minoría las que denunciaron y el sistema no las pudo proteger. Menos de 2 de cada 10 del total de las denuncias que se hacen al año acaban en una orden de protección como el alejamiento o la incomunicación que piden únicamente 1 de cada 4 mujeres al interponer la denuncia. Cuando se solicitan, los juzgados las conceden en 7 de cada 10 casos.

4 de cada 10 mujeres víctimas mortales de la violencia de género el pasado en 2022 habían denunciado a sus agresores, es el doble que en 2021, pero el sistema al que recurrieron les falló. La escalada de asesinatos de diciembre y del inicio de 2023 ha vuelto a desatar las alarmas y a impulsaso una nueva revisión de cada uno de los casos y también de los protocolos para detectar y subsanar esos errores.

Solo el 16 por ciento del total de las denuncias que cursan las víctimas de la violencia machista acabaron en una orden de protección según los datos del último informe trimestral hecho público por el Observatorio contra la Violencia de Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial. Entre julio y septiembre de 2022 se registraron 49.479 denuncias y se formularon 12.213 órdenes de protección de las que se acordaron 8.332. De las que se solicitan, los juzgados de violencia sobre la mujer y los juzgados de guardia conceden 7 de cada 10.

Un momento clave y sensible el de la interposición de la denuncia

Una mujer sufre la violencia machiasta durante una media de entre 8 y 10 años antes de decidir interponer una denuncia. Es un paso muy difícil, según explica a COPE Lydia García Olcina, vicepresidenta de la Asociación de Mujeres Juristas Themis, por la dependencia emocional y económica con el maltatador con el que la mayoría de las víctimas sigue conviviendo. Era de hecho el caso para 7 de cada 10 mujeres asesinadas en 2022.

“Antes de denunciar a su agresor una víctima necesita tener un acompañamiento integral: además de apoyo psicológico para tomar la decisión, necesita el apoyo de un letrado para estar bien asesorada y obtener la máxima protección posible en su caso y saber las consecuencias que esto va a tener también para ella por la revictimización que supone el declarar ante la policía y la justicia” explica García Olcina.

En el mismo sentido, Marisa Soleto, directora de la Fundación Mujeres considera que “no puede ser que las mujeres no cuenten con toda la información y con todo el apoyo para la ruptura de la relación con el agresor, con el hombre violento con el que están conviviendo, en el momento interposición de la denuncia”. Asegura que hay mujeres que denuncian y que tienen derecho a protección pero la víctima no la pide porque no sabe que tiene que pedirlo. En otras ocasiones el problema está, subraya, en el juzgado porque no todos son igual de proclives a conceder órdenes de protección.

“La celeridad en valorar el riesgo es de por sí un mecanismo de proteción pero no puede ir en detrimento de la calidad en la protección y por eso vemos con tanta preocupación el que esté bajando el porcentaje de órdenes de protección que se conceden en algunos juzgados”, añade.

A disposición de las víctimas de maltrato, está el 016, un teléfono gratuito que funciona las 24 horas del día los 365 días del año y que no deja rastro. A él recurrieron casi 8.000 mujeres al mes en 2022. No es el único recurso.

Al menos 17.000 mujeres están activas en el servicio telefónico ATENPRO destinado a la atención y a la protección para las víctimas de violencia. Hay otros apoyos públicos y también privados para dejar atrás la violencia de género como asociaciones de mujeres y de asociaciones de víctimas, capaces de hacer un acompañamiento integral además de otros recursos online como la Web de Recursos de Apoyo y Prevención ante Casos de Violencia de Género (WRAP).

La evaluación del riesgo a examen

Las organizaciones que acompañan a las víctimas piden medidas que faciliten al juez la decisión sobre el grado real de riesgo de la víctima. Es clave aseguran para detener la escalada de asesinatos en diciembre y en el arranque de este 2023 que han desatado todas las alarmas y motivado un buen número de reuniones entre los diferentes ministerios implicados, Interior, Justicia e Igualdad.

“Al igual que se hace la valoración del riesgo policial que con VioGén se hace de forma sistemática, sería conveniente generalizar la valoración forense del riesgo, es decir, llevar a cabo la valoración del riesgo en sede judicial y llevar a cabo la valoración no solo sobre la víctima sino también sobre el agresor, sobre el perfil de quién está generando el riesgo y ahí es donde los protocolos que existen no se están aplicando lo suficiente” explica a COPE Miguel Lorente, médico forense, experto del Observatorio contra la Violencia Doméstica del Consejo General del Poder Judicial y ex delegado del Gobierno para la Violencia de Género.

Estos informes solo se solicitaron en el 4 por ciento de los casos que se juzgaron en 2019 y una de las dificultades estriba es que deben obtenerse antes de la comparencia de la orden de protección en un plazo máximo de 72 horas desde la denuncia.

Madrid, Tarragona, León o Islas Baleares carecen de Unidades de Valoración Integral Forense a pesar de que era uno de los compromisos del Pacto de Estado contra la Violencia de Género, según la Fiscalía de Sala de Violencia contra la Mujer.

Un sistema mejorable

El Gobierno analiza uno por uno los 49 asesinatos de mujeres registrados en 2022 para tratar de mejorar la coordinación y la respuesta institucional: “probablemente lo que van a encontrar es que en cada asesinato ha fallado una cosa diferente pero cada uno de ellos estamos convencidas de que se pueden sacar aprendizajes para mejorar la protección de las mujeres” subraya Soleto.

La directora de la Fundación Mujeres: “todo el sistema es mejorable” y que “debe estar en revisión constante para garantizar al menos que las mujeres que recurren al sistema quedan protegidas de la mejor forma posible. El objetivo estratégido debe ser que cualquier mujer que recurra al sistema para pedir protección tenga un riesgo cero y actualmente no es así”.

Para Miguel Lorente, muchos han sido los avances propiciados por el Pacto de Estado contra la Violencia de Género aprobado en diciembre de 2004 para cubrir espacios que hasta el momento no estaban los suficientemente cubiertos pero hay un gran reto pendiente en prevención y en detección. Y todo porque todavía la mayoría de las víctimas nunca han denunciado a sus agresores.

A su juicio otro posible eje de refuerzo es el sistema sanitario con el establecimiento de protocolos y de un cribado universal del riesgo para las mujeres que acuden al Sistema Nacional de Salud. Y todo porque, según Lorente, “la mayoría de las patologías que presentan las mujeres maltratadas no son el reflejo de una agresión. El impacto principal que tiene la violencia de género no es en el plano físico como consecuencia de una lesión sino que es un impacto en la salud psicológica y orgánica pero como consecuencia del estrés crónico que supone la amenaza constate con la que vive la mujer”.

Es frecuente que experimenten dolores de cabeza, problemas en el sistema inmunitario, desmayos, o périda del apetito que hacen posible intervenir sin esperar a a que aparezcan pruebas físicas de una agresión. Para Lorente, sería por ello preciso crear un ambiente de confianza médico-paciente en los centros de salud que propicie el poder detectar estos casos.

Los asesinatos punta del iceberg de una violencia estructural

“Cuando hay una fuerte concentración de asesinatos se sacuden conciencias porque parece que cuando baja el número de asesinatos se habla menos de la violencia de género como si estuviera en vías de solución pero el contexto es que en España ahora mismo varios cientos de miles de mujeres las que conviven cotidianamente con esta violencia a cargo de sus parejas o sus exparejas” asegura Soleto.

Según el Ministerio de Justicia y el Registro Central de Víctimas, más de 150.000 mujeres denuncian al año en los tribunales y más de 30.000 mujeres conviven a diario con una orden de protección, es decir, que están en riesgo, y que la policía tiene valoradas a más de 70.000 mujeres que han tenido que convivir con la violencia de género.

Además y según recoge la web en España se producen casi 6 agresiones sexuales con penetración al día y casi dos delitos contra la libertad sezual cada hora.

Para la directora de la Fundación Mujeres, “la violencia de género no son solo asesinatos sino una situación de riesgo cotidiano con la que conviven cientos de miles de mujeres en nuestro país si tenemos en cuenta a las que todavía no denuncian, la mejor manera de terminar con los asesinatos es combatir este contexto general”.

“Hace falta más sensibilidad y más medios, involucrar a toda la sociedad civil dando visibilidad a la violencia machista incidiendo en la concienciación de su gravedad por medio de la educación”, concluye García Olcina.

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