Cómo cultivar lechugas a 45 grados bajo cero

Un invernadero ha abastecido durante casi un año a los científicos de la estación germana de Neumayer III

Cómo cultivar lechugas a 45 grados bajo cero

Rosalía Sánchez

Publicado el - Actualizado

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“En pocos lugares del mundo puede saber tan rica una ensalada”, asegura el  ingeniero aeroespacial Paul Zabel, del Centro Aeroespacial Alemán (DLR), que junto con su equipo ha logrado cultivar varios kilos de lechugas, tomates y pepinos en un contenedor situado en la Antártida, “allí las condiciones climáticas extremas hacen mucho más necesarias las vitaminas que ofrecen estos productos frescos y su ingesta puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte para un expedición”.

Zabel explica las claves para poder cultivar lechugas a 45 grados bajo cero. Su invernadero ha abastecido durante casi un año a los científicos de la estación germana de Neumayer III, ubicada a 400 metros del laboratorio de cultivo, gracias a recipientes especialmente diseñados para el proyecto EDEN ISS en el que las plantas crecen sin suelo,  con luz artificial y alimentadas por soluciones nutritivas desarrolladas por el propio equipo. El objetivo es lograr capacidades que permitan la supervivencia prolongada en entornos altamente hostiles y que podrían aplicarse, por ejemplo, en un futuro viaje a Marte.

El director del proyecto, Daniel Schubert , desea dar un paso más en el desarrollo de este innovador centro para el abastecimiento con alimentos frescos en condiciones extremas. En 2019, los expertos planean volver a hacer crecer brotes en medio del hielo, pero esta vez mediante un mando a distancia. 

En los próximos meses, los expertos quieren evaluar el funcionamiento del invernadero, loe efectos en la salud de los ingenieros cuya dieta se benefició de sus productos, y tras presentar los resultados en mayo, abordar una nueva fase. En enero, seis científicos volarán nuevamente a la Antártida para remodelar el invernadero. "Vamos a desmontar todo", ha dicho Schubert, “vamos a construir una nueva estructura que nos permita hacer lo mismo, pero con robots controlados a distancia, desde nuestra central en Bremen”.

Además de reparar algunos aparatos averiados, serán instalados a tal efecto nuevos instrumentos. Posteriormente serán sembradas nuevas semillas. "Vamos a intentar gestionar las operaciones del contenedor directamente desde Bremen y probar que es posible controlar a distancia el proceso de germinación en el invernadero en la Antártida, una situación similar a la de una misión espacial”, ha explicado Schubert, “de manera que los expertos que trabajan en la Neumayer III no tendrán que entrar en el contenedor invernadero hasta el momento de la cosecha”.