Cómo detectar los bulos compartidos en WhatsApp e imágenes y vídeos falsos

Lo primordial es comprobar de dónde procede la información y no compartirla en caso de duda

Cómo detectar los bulos compartidos en WhatsApp e imágenes y vídeos falsos

Marcelino Abad

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

La desinformación es uno de los peligros que ha puesto de manifiesto la pandemia del coronavirus. Los bulos en torno a la enfermedad han recorrido las redes sociales desde que se conoció en el mes de enero. En un inicio se afirmó que la Covid-19 había sido creada en un laboratorio, que podía transmitirse a través de picaduras de mosquito o que la orina infantil protegía frente a su propagación. Por el momento, "el modo en el que pudo transmitirse el virus de la fuente animal a los primeros casos humanos es desconocido", explica el informe del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad.

En la última semana los mecanismos de protección frente a las noticias falsas han tomado un cariz político, especialmente tras las palabras del jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil, el general José Manuel Santiago, que aseguró que el cuerpo estaba trabajando para "minimizar" las críticas al Gobierno. La oposición ha criticado por estas declaraciones al Ejecutivo, que las ha achacado a un "desliz".

Política al margen, existen diferentes mecanismos para detectar bulos en WhatsApp y en redes sociales. Lo fundamental es verificar la información que llega por mensajería. Por muy buena que sea la intención del que la envía en forma de texto, imagen, vídeo o audio, es primordial conocer la fuente original del mensaje. No es lo mismo que la información proceda de un medio de comunicación veraz y con prestigio, que de una web desconocida, o que esté firmada por un periodista conocido y fiable, o cuyas informaciones se pueden contrastar, que no. Ante la duda, lo mejor es poner la información que llega por mensajería en cuarentena y no compartirla, por ejemplo, a través de WhatsApp. Además, es importante prestar atención al mensaje para saber si apela a la emoción a fin de generar una reacción determinada en quien lo recibe. El sentido común es fundamental.

COMPROBAR BUSCANDO ALGUNAS PALABRAS

Si la noticia es sospechosa, basta con hacer una búsqueda del texto o de algunas palabras clave en Google o en otros buscadores. De esta forma, se sabrá qué webs están hablando de su contenido. Si solo aparece en una web desconocida, habrá que extremar las cautelas.

Si se cree que el bulo está en las redes sociales, lo primero que se puede hacer es preguntar a la comunidad de usuarios, como sucede a veces en Twitter. Es fundamental dejar claro que se duda del mensaje de texto, imagen o vídeo para evitar que, de ser una noticia falsa, se propague todavía más. Además, las redes sociales disponen de herramientas que permiten denunciar la información falsa.

En lo que respecta a las imágenes, para saber si se corresponden con el contexto al que se refieren, Google imágenes dispone de una herramienta que consiste en la búsqueda inversa de las propias imágenes. Se trata de utilizar una imagen para buscar otra. De esa forma, es muy sencillo comprobar si la foto se corresponde realmente con un acontecimiento u otro, si es una versión modificada o cuál es la fuente original.

VERIFICAR UNA IMAGEN O VÍDEO

Para hacerlo desde el PC, hay que abrir Google Imágenes en el navegador y pulsar en el icono de la cámara dentro de la caja de búsquedas. Tras ello, Google ofrece distintas opciones para realizar la búsqueda inversa como copiar y pegar la URL de la imagen o subirla.

Para los vídeos, se puede proceder a través de la extensión InVID para Chrome y Firefox, que permite analizar de dónde proceden los subidos a YouTube, Facebook, Instagram o Twitter. La herramienta provee un análisis de los orígenes del video, incluyendo cuándo se publicó, los lugares incluidos y capturas de pantalla en miniatura de diferentes motores de búsqueda.

Según un estudio publicado en la revista Nature, las noticias falsas se difunden por Twitter “significativamente más lejos, más rápido y más ampliamente que la verdad en todas las categorías de la información”. Impedirlo es vital para el mantenimiento de la democracia.