Una Navidad en familia que cambia vidas: así es el acogimiento familiar de menores de edad tutelados
Son más de 16 mil los menores de edad que viven en residencias y a los que se les busca un entorno saludable y hablamos con una familia de acogida que nos da las claves
Publicado el - Actualizado
5 min lectura
Cada vez que llegan estas fechas, y conforme vamos terminando los últimos días del año, vamos haciendo un repaso general de lo que hemos vivido. Y sí, habrá habido momentos malos y otros tantos buenos, pero, al final de todo, si tenemos lo más básico, podemos considerarnos unos afortunados.
Porque sí, hay gente que, desgraciadamente, no corre la misma suerte. Y no te hablamos solo de personas adultas, sino de niños en situaciones vulnerables que no pueden criarse en un entorno satisfactorio.
Por poner los datos encima de la mesa, son 16.177 niños y adolescentes los que viven actualmente en centros de menores en España, es decir, que son esas instituciones las que asumen su educación hasta que esos niños puedan recuperar un entorno familiar sano, o les encuentren uno.
Unas cifras que, afortunadamente, están descendiendo, pero que siguen necesitando de respuestas para evitar el sufrimiento de todos estos niños. Y una de las soluciones pasa por el acogimiento familiar. Una propuesta que también tiene una tendencia descendiente, según datos del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.
Familias como la de Alejandro y su mujer, que, con dos niñas de 9 y 11 años, decidieron acoger a una menor de estos centros.
Algo que no tenían pensado hasta que se toparon con una charla en el colegio de sus hijas. Allí, les contaron los proyectos que ponen en marcha asociaciones como la Asociación Estatal de Acogimiento Familiar (ASEAF).
Y es que proponen a las familias acogimientos permanentes o temporales, con iniciativas como la de “Un curso en familia” donde uno de estos menores pasa todo el curso con ellos. Así es como llegó una niña de 13 años a sus vidas.
“Hablamos con nuestras hijas y les pareció bien y lo pusimos en marcha...De la noche a la mañana, tenemos una adolescente en casa” contaba Alejandro a COPE risueño, ya que dice que fue una de las mejores decisiones que pudieron tomar.
El proceso no fue fácil, ya que, como nos contaba, muchas familias que se lanzan a esta aventura, prefieren a niños más pequeños. Pero algo en esa niña les dijo que era la indicada para convertirse en una más de la familia.
Tras indicarles desde la Asociación que eran idóneos para acoger a la menor, quedaron con ella en la residencia, la conocieron, y tras ir a tomar un helado, supieron que ella cambiaría sus vidas, algo que, con solo un gesto, ella confirmó.
“Volvíamos de un viaje y justo yo di positivo en COVID. Como había estado en contacto con nosotros, le dieron la opción de hacer la cuarentena con nosotros, o hacerla en la residencia. Decidió que quería venirse con nosotros” explicaba.
Una más en la familia
Alejandro, su mujer y sus hijas, son una de las más de dieciocho mil familias españolas que acogen a un menor de edad de estos centros, ya sea temporal o permanentemente. Eso sí, muchas de ellas cambian de idea y lo que era temporal, se convierte en permanente.
Esto les ha pasado a ellos, que después de todo un año a su lado, todos han decidido vivir con esta niña siempre. Y es que la adaptación, desde el primer momento, ha ido de maravilla.
“Al principio era más tímida, tanteaba un poco cómo éramos cada uno, y al pasar las semanas, los meses, se fue abriendo mucho más hasta ser una más” nos contaba alegre.
Después de un año a su lado, ella es una más en su familia para absolutamente todo, incluso, como nos dice entre risas, para discutir. “Ha sido sencilla la adaptación, al principio hay cosas que desconoces, pero vas aprendiendo y viendo cómo lo van aceptando” nos contaba.
Es tanto parte de su familia, que cuando acabó el proyecto de “un curso en familia” decidió pasar las vacaciones de verano con ellos. Después, volvieron a solicitar pasar el curso con ella y, mientras tanto, pedir que se quede permanentemente en su casa. Algo que tanto la familia de Alejandro como la niña quieren, y que, tras pasar un proceso de revisión, podrán conseguir.
Su primera Navidad
Queda apenas una semana para celebrar la Navidad, y Alejandro nos cuenta que, tanto él como su familia, lo están preparando todo para el día 24 y 25. Por supuesto, la niña estará con ellos y este año contarán con un invitado muy especial: su hermano. Y es que para ella no es nada fácil que su hermano siga en la residencia y ella haya encontrado un entorno familiar idóneo, por lo que, cada vez que tiene la oportunidad, pide a Alejandro que su hermano venga.
"Se viene con nosotros en Nochebuena y Navidad, que por lo menos esté con su hermana y disfruten los dos de esos dos días" nos contaba. Unas navidades que serán muy distintas a las del año pasado, en la que, por el COVID, tuvieron que pasarlas aislados.
Aun así, fue el punto de inflexión en el que la familia y la niña se dieron cuenta de que juntos, sumaban. "La Nochebuena y la Navidad estuvimos los cinco confinados. En nochevieja estuvimos con mis padres, celebramos, tomamos las uvas y jugamos a un juego de mesa. Lo pasamos muy bien, desde el primer día ha sido muy positiva para todo" explicaba.
Con eso, Alejandro quiere hacer un llamamiento a aquellas familias que están dudosas sobre el acogimiento familiar, porque, dar este paso, les ha llevado a cambiar su vida de forma radical, pero que, de ningún modo, querrían que fuera de otra forma.