Con una vivienda energética es posible ahorrar hasta un 80% en energía

Con el kilowatio hora en máximos históricos y subiendo, son cada día más quienes se plantean si conviene invertir para lograr tener una vivienda más eficiente

Carmen Labayen

Publicado el - Actualizado

6 min lectura

Con el kilowatio hora en máximos históricos y subiendo, son cada día más quienes se plantean si conviene invertir para lograr tener una vivienda más eficiente. Con los sistemas más innovadores y, según los expertos consultados por COPE, podemos lograr una reducción de hasta el 80 por ciento de nuestro consumo eléctrico. Eso sí la reforma encarecerá como poco un 10 por ciento la obra, un dinero que calculan puedes recuperar en un plazo de 10 a 15 años.

Las viviendas nuevas deben cumplir con estándares de eficiencia, pero hay en España alrededor de un millón de viviendas en estado deficiente, malo o ruinoso según estimaciones del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.

Y es que en nuestro país 1 de cada 2 edificios de uso residencial, 9,7 millones de viviendas se construyeron antes de 1980. El resultado es que 8 de cada 10 de estas viviendas son poco eficientes y tienen mucho gasto energético. Son pisos que requieren de una inversión considerable tanto para ahorrar en energía como para mejorar en confort.

¿De cuánta inversión estamos hablando?

Según los cálculos de la Unión de Créditos Inmobiliarios (UCI), la inversión media para lograr una vivienda eficiente mediante una reforma ronda entre los 20.000 y los 40.000 euros en función del tipo de construcción, de la antigüedad de la edificación para un piso de entre 90 y 120 metros cuadrados que es la media en nuestro país.

Y según explica a COPE Juan López Asiain director del gabinete técnico del Consejo General de la Arquitectura Técnica en España, “para rehabilitar una vivienda lo primero es lograr un buen aislamiento o lo que es lo mismo una casa que consuma poca energía, en segundo lugar, instalar sistemas que también impliquen una reducción de ese consumo y en tercer lugar sistemas de auto-consumo o auto-abastecimiento y, para lograr la máxima eficiencia, hay que hacerlo en ese orden”.

En las casas construidas hace más tiempo la inversión será mayor que en el resto ya que será preciso aislar paredes, suelos y techos además de renovar ventanas, algo que también puede ser necesario en las viviendas de mediana edad junto a sustituir el parquet y los sistemas de calefacción antiguos por suelos radiantes además de revisar el aislamiento.

“Con un buen sistema de aislamiento exterior el consumo energético puede reducirse un 30 por ciento en función de la ubicación de la casa. Si además cambiamos las ventanas por unas con rotura de puente térmico y doble acristalamiento obtenemos un 10 por ciento adicional, en total un 40 por ciento” subraya Asiain.

En las más modernas que ya cuentan con certificación energética todavía se puede mejorar el consumo instalando los últimos sistemas de climatización capaces de extraer por ejemplo hasta un 75 por ciento de la energía del aire como la aerotermia. En este caso la reforma implicaría sustituir la caldera de gas por una bomba de aire y agua que requerirá de una inversión para una superficie media de 90 metros cuadrados-el mínimo para que el sistema sea rentable- de unos 12.700 euros recuperables en un plazo de entre 5 y 12 años por el ahorro energético que suponen hasta el 25 por ciento en la factura de gas y hasta el 50 por ciento en gasoil.

¿Y cuánto me puedo ahorrar?

Menos del 1 por ciento de las viviendas en España tienen la A la mejor certificación energética. El 80 por ciento tienen E, F o G o lo que es lo mismo son de baja eficiencia. Y la diferencia en consumo es notable, según constatan desde el Consejo General de la Arquitectura Técnica de España, que han elaborado, una calculadora para que cada persona pueda comprobar su ahorro en caso de mejora energética.

Para una vivienda tipo de 90 metros cuadrados a 800 metros de altura en una población como Madrid y con una potencia eléctrica de 5.700 kilovatios/hora “el ahorro es de 1.500 euros al año, gastaríamos casi 2.000 euros en una casa de baja eficiencia y ni si quiera 500 euros en una de alta eficiencia” subraya Asiain.

“Es lo que se conoce como “hipoteca oculta” porque a veces nos preocupamos más de otras variables al comprar o al alquilar una casa y este factor forma parte no solo del coste sino de la calidad de vida en esa vivienda y así para siempre, si no hacemos cambios”, añade.

¿Qué tipos de casas eficientes hay?

Hay muchos tipos de viviendas eficientes, a las que tienen una relación con el entorno o la naturaleza se también se las denomina como casas ecológicas o bioclimáticas. En todas lo que se consiguen con un modelo de construcción muy diferente al habitual son condiciones óptimas de habitabilidad don el mínimo consumo energético. Algunas de ellas tienen certificaciones espaciales como la BREEAM británica o la Passivhaus creada en Alemania que es con el que trabajan en Agi-Architects.

Su director y co-fundador Joaquín Pérez-Goicoechea explica a COPE que con estos sistemas “los consumos de energía se pueden reducir drásticamente, fácilmente un 80 por ciento, pero es verdad que requieren de una inversión inicial que va a encarecer entre el 10 y el 25 por ciento el precio de la reforma en función del punto de partida de la vivienda antes de su rehabilitación”.

El objetivo señala es “reducir al mínimo el uso de los sistemas de calefacción en invierno y de aire acondicionado en verano y que la casa esté siempre a una temperatura agradable con muy poco coste en energía”.

Junto a su mujer y también arquitecta Gwenola han rehabilitado su piso en Madrid en el que viven con sus cuatro hijos. Tienen su propia Passivhaus.

“Antes estábamos con los radiadores encendidos y en cuanto se apagaba la calefacción a los tres cuartos de hora teníamos frío porque había aire en la casa todo el rato, las cortinas se movían, había viento y era horrible. Nuestro edificio fue construido en los años 60 y luego las cosas envejecen y, parte de la fachada no estaba aislada como en la mayoría de las casas” explica Gwenola.

La reforma ha transformado su casa en su espacio más agradable y habitable además de reducir drásticamente su consumo y todo porque “no necesitamos casi calentar la casa, la energía que necesitamos para que el aire esté todo el día a una temperatura constante equivale a la que utilizas para secarte el pelo con un secador, casi nada”, subraya.

Y eso se nota en las facturas que después de la rehabilitación y antes de que el precio del kilovatio hora se disparase hasta los niveles actuales se redujeron considerablemente y esta familia pasó “de pagar unos 85 euros pasamos a unos 60 euros, incluso a 50 euros en algún recibo”.

¿Hay ayudas para reformar las viviendas?

Sí hay subvenciones tanto municipales como autonómicas y estatales. Y ahora también europeas. Solo en 2021 los fondos europeos destinados en España a rehabilitación residencial alcanzarán los 1.151 millones de euros.

Precisamente este martes está previsto que se apruebe un Real Decreto por el que se regulan los programas de ayuda en materia de rehabilitación residencial y vivienda social del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

Prevé ayudas que varían entre el 40 y el 80 por ciento de la inversión en función del ahorro energético logrado con la reforma. El mínimo es un 30 por ciento de mejora de la eficiencia y el importe máximo subvencionable por vivienda es de mínimo 1.000 euros y máximo 7.500 euros. Son compatibles con otras subvenciones y pueden consultarse pinchando aquí.