Cosas de Radio patio: Volvemos al cole, prestemos atención
Llegó la vuelta al cole. Por increíble que parezca, a mi me da pena
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Sí, me encanta estar con mis hijos, y entiendo que tengamos que volver todos a nuestra rutina, todos, porque, sólo empezar los adultos, conlleva una logística difícil de mantener. Desde aquí, quiero dar las gracias a todos los abuelos y familiares que hacen posible la estabilidad de la mayoría de las familias de este país. En especial, a los “yayos”. En esta casa, no seríamos así sin ellos. Gracias. Benditos abuelos. Espero que sepamos cuidaros igual de bien que vosotros nos cuidáis.
Después del primer día de clase y los nervios matutinos, el resumen del día fue “me da pereza ir pero me encanta” y “estoy con mis mejores amigos, la profe es muchísimo más joven que tú y con tanto libro no creo que pueda”
Yo diría que han tenido buen día.
Para los niños, sus compañeros de clase, son casi el centro de su mundo. Son importantísimos y les influyen para bien o para mal. Todo depende de la edad y de la personalidad de cada uno. Por eso, debemos estar muy atentos, como padres, a comentarios sobre sus amigos, dejar que nos cuenten que sienten, sonsacarles sin interrogarles, para poder prevenir problemas o conflictos. Pero, ayudándoles a resolver conflictos y a diferenciar lo que está bien y lo que nunca se debe hacer a un compañero. Trabajito diario. Los niños no van al cole y salen educados. Allí adquieren conocimientos, la educación, la de diario y su comportamiento, esa es trabajo doméstico y no precisamente fácil. Respeto, compañerismo y empatía. No hacer a los demás lo que no quieras que te hagan a ti.
Hay compañeros que son los amigos del alma, los que recordarás y querrás siempre por mucho que pase el tiempo. Como mis queridas amigas de Marillac , como MªAngeles, amiga de mi madre desde los 3 años, siguen viéndose todas las semanas, o como Gabi y Diana , que han convertido en genial el primer día de clase de Javier sólo por estar con ellos, o Alisson, Sergio y Adrian que son en los primeros que piensa Alicia cuando habla de sus MEJA ( mejores amigos en dialecto adolescente, solo comprensible por ellos)
El abrazo de estos niños, al verse en la vuelta al cole, es sincero y sale del corazón. Ya lo quisiera yo de mis compañeros al volver de vacaciones.
Y se abre el debate, teléfonos móviles en los colegios sí, no. El quid de la cuestión es a qué edad tienen móvil y si les hemos enseñado a usarlo correctamente. De pequeños se los dejamos demasiado pronto para que se entretengan, quizás porque es más fácil y cómodo que jugar con ellos y que se mantengan tranquilos cuando nos conviene. Aunque sepamos que puede ser perjudicial. Y esta tecnología engancha, sin que lo queramos ver. Los niños casi nacieron sabiendo usarlos pero no les ponemos las pautas adecuadas.
Cuando son más mayores y “ necesitan” un teléfono propio como prioridad absoluta entre cualquier otra cosa que les podamos regalar, entonces ya es tarde para normas. Las condiciones se ponen antes. Y hay que practicar con el ejemplo. Normas de uso para toda la familia, si no, nunca serán aceptadas por un menor y si son adolescentes menos. Puede que el chaval tenga que ir solo al cole, es lógico que pueda llevar el móvil, pero las normas son, una vez entrado en el colegio, bajo ningún concepto puede usarlo. Por ejemplo.
No olvidemos que el teléfono se lo regalamos, vale, es suyo, pero lo mantenemos los adultos, de nuestro sueldo, esfuerzo, para disfrute del niño. Enseñarles a usarlo bien e intentar estar al día de cómo y para qué lo utilizan. En mi casa, las claves y contraseñas las pongo yo, puedo ver todo lo que ellos ven, soy amiga suya en sus Instagram y tenemos el pacto de, si lo creo necesario, pedir que me cuente y deje ver sus conversaciones con amigos. Prohibido palabrotas, ofender a nadie y las fotos bajo supervisión. De momento, me funciona. Le di una confianza que me ha ayudado a que me cuente sin preguntar y comparta conmigo hasta momentos de pandilla. De momento. No se si lo estoy haciendo bien pero sabe que el respeto es fundamental. Educación.
Somos los adultos, intentemos ir por delante de ellos, para que no nos pillen desprevenidos y en la ignorancia. Prestemos atención para que no se conviertan en desconocidos. Y promovamos el deporte, mientras juegan no usan el teléfono.
Organización y conciliación, las dos palabras que estos días de vuelta a la rutina más se escuchan. Yo trabajo los fines de semana, me encanta , la mayoría de las veces, otras tenemos que hacer encaje de bolillos con los horarios y nos “hacemos el relevo de los niños”. Todo muy conciliador y familiar. Como en miles de familias. Prioridades. Esa es la cuestión. ¿Hacia dónde se inclina la balanza? Yo apuesto por mi familia, por tiempo de calidad y por exprimir cada momento.
Y en el chat de mis amigas favoritas
Estamos de cumpleaños doble, con lo que se abre el calendario para buscar fecha para fiestón memorable. Para cuadrar nuestras agendas igual necesitamos una tecnológica no descubierta, o una App modernísima o simplemente, las ganas de vernos que mueven montañas, cuando aparezca Mery, que se ha desconectado tanto, que solo escribe en fechas destacadas, ni fotos de vikingos ni nada.
Si, llevo 7 de mis 21 días de compromiso saludable. Progreso adecuadamente, esperando que nada venga a fastidiar mi entusiasmo.
Y huele a Otoño. A paisajes y novedades por descubrir.
Prestemos atención a las señales