¿Cuántos radares de tráfico son reales y cuántos son cajas vacías?
La DGT reconoce que muchas de las señales son 'efecto placebo' pero asegura que surten efecto
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Cada vez son más las señales de alerta de radar puntual o de tramo en las carreteras españolas. Esas que hacen a la mayoría de conductores quejarse cuando las encuentran en tramos de autovía de tres carriles para un sentido, haciendo que el frenazo en muchas ocasiones sea inevitable. Incluso en un día soleado, si andamos despistados, podemos confundir un reflejo con un flash que puede traducirse en 100 o 200 euros de multa. Pues puede que sea en balde... O puede que no. La propia persona al cargo de la Dirección General de Tráfico, Pere Navarro, ha reconocido en una entrevista en Europa Press que muchos de esos radares son “de efecto placebo”, o lo que es lo mismo, son cajas vacías colocadas premeditadamente para que el conductor frene a modo de reacción. Es más, en nuestro país hay más de esas cajas vacías o señales que radares reales. Navarro defiende esta situación asegurando que “sólo el cartel de aviso de radar ya surte el efecto deseado”.
Además, la DGT ha anunciado que en los próximos meses se instalarán más radares en España, aunque en realidad “no hay planes de expansión”. Reitera Pere Navarro que estos radares, señales o cajas vacías están enfocados a disminuir el número de accidentes en las carreteras y, asegura, nunca con “afán recaudatorio”. Con todo ello, ha habido muchos casos recientemente de multas de radares que han recibido denuncias que han prosperado porque los cinemómetros no aplican el margen de error correspondiente entre la velocidad que se circulaba y la que queda registrada.
Pere Navarro no descarta cambiar los porcentajes de margen de error en un futuro de manera que “si hay que dar más margen, se da y no pasa nada”, asegura. Además, el hombre al cargo de la Dirección General de Tráfico confía en que antes de que se celebren las próximas elecciones generales del 28 de abril pueda aprobarse el Decreto Ley por el que el límite de velocidad en ciudad baje de 50 km por hora hasta los 30.