Si sabemos qué tipo de relación queremos, ¿por qué existen los abusos en la pareja?

"Nos han normalizado un amor romántico muy erróneo", aseguran jóvenes estudiantes

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Sefi García

Publicado el - Actualizado

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Cuatro de cada 10 mujeres que sufren maltrato no son conscientes de ello y 1 de cada 3 adolescentes tampoco detecta que está en una relación abusiva. Una buena charla, bien enfocada puede abrir los ojos a muchas de estas personas. En ese empeño está la Fundación Ana Bella, que recorre universidades e institutos concienciando a los más jóvenes. Así ha conseguido desde septiembre ayudar de forma directa a 130 estudiantes, y formar a cinco mil.

Confianza, motivación, respeto, querer el bien común, alegría, entusiasmo, motivación…, que la otra persona te aporte cosas buenas. Así describen su relación de pareja ideal las alumnas (y algún alumno) de Ciencias de la Salud del campus de San Rafael de los Hermanos de San Juan de Dios en Madrid.

Isabel Baeza es la profesora de este centro universitario encargada de la formación de espiritualidad, cultura y valores. No solo busca concienciar a alumnos y profesores en su vida personal. Son futuros trabajadores de la sanidad, de enfermería y fisioterapia, por eso “es muy importante orientarles en prevención de violencia de género”. La profesora es consciente de que “no se consigue una ola de transformación, pero hay que empezar por algún sitio”.

Frente a estudiantes y alumnos está Lidia, una joven universitaria de 23 años, va desgranando las señales de la violencia psicológica, la más difícil de detectar y el primer paso que da el maltratador. Lidia pregunta y su auditorio responde. Añade: compartir tiempo de calidad, sexo consentido, fuera celos, confianza no son celos, fuera control, mi vida es mía. ¿En qué punto se pierde entonces esa claridad a la hora de identificar lo que realmente quieres en tus relaciones?

La joven se lo explica: en las señales. “Nos cuesta tanto porque nos han normalizado un amor romántico muy erróneo, en el que el amor todo lo puede, en el que hay que permitirlo todo porque como quiero a esta persona y ella me quiere a mi… pero de qué forma te quiere”. Por eso la Fundación Ana Bella se ha propuesto desmontar esos mitos en institutos y universidades formando a 23.000 adolescentes en 4 años. Es el programa “amiga” donde dan las claves también para ayudar a aquellas mujeres metidas en una relación tóxica. Desde septiembre han llegado a 5.000 jóvenes y, de esas charlas, 130 han acudido a la Fundación para que les ayuden a superar una relación de maltrato.

Lidia explica a las universitarias que esa idea de amor romántico nos la han explicado desde muy pequeños, desde las películas de Disney. “¿Por qué Rapunzel no puede salir de la torre sin la ayuda del príncipe? ¿Es que no tiene manos?”, se pregunta.” Esto se ha ido transformando y hoy lo vemos en películas. Yo he querido ser la Baby de “tres metros sobre el cielo” cientos de veces, o tener un novio como Eduard Cullem, el vampiro de “Crepúsculo”, mil veces, pero si yo busco esto en la realidad lo que me voy a encontrar un maltratador de manual”.

Y llega la realidad. A través de un código QR, en el más estricto anonimato, aparecen en la pantalla las confesiones del auditorio sobre cómo han sido sus relaciones de pareja. Despreciada, infravalorada, insegura…, no me respetaba, no valía para nada, me insultaba y estuvo a punto de ponerme la mano encima. Buena, los seis primeros meses, luego creó mucho control y tuve que cortar la relación. También las había buenas, pero pesaban demasiado las malas: más en cantidad y tremendas en un grupo de jóvenes formados.

La joven se conmueve. Se vacía: ”pregúntate cómo te sientes en tu relación, si no te sientes libre, apoyada, respetada, si no te sientes feliz, algo no va bien” asegura.

En la Fundación Ana Bella tropiezan a diario con mujeres en relaciones de abuso que no son conscientes, “hay que entenderlas, porque cada uno tiene su tiempo y hay que respetar sus tiempos”. Recomienda a esos jóvenes que pregunten, pero que escuchen sin juzgar, que acompañen a esa amiga para que no esté sola. Tenemos que explicarle con mucha paciencia y empatía qué es una relación de abuso y que busquemos ayuda en personas del entorno o profesionales”.