"No se está haciendo lo suficiente para proteger a las víctimas de acoso escolar"

Amnistía Internacional reprocha a España la falta de una base de datos sobre acoso escolar

No se está haciendo lo suficiente para proteger a las víctimas de acoso escolar

Laura Otón

Publicado el - Actualizado

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Un estudio de Amnistía Internacional denuncia que las autoridades no hacen lo posible por proteger y prevenir, ni siquiera lo más básico: llevar un registro de quejas y denuncias. El acoso escolar no es una cosa de niños.

“Mi hijo no quería ir al colegio. Me llegó a decir que se quería morir, no confía en ningún adulto, todos le hemos fallado, yo, la primera”. Así en primera persona cuenta esta madre gallega el infierno por el que ha pasado su hijo cuando llegó a primero de la ESO. Cuenta que es un niño al que le gusta leer, muy participativo en las clases, con mucho interés por aprender, se expresaba muy bien, y era capaz de mantener conversaciones con los adultos. Pero todo cambió: “Sufrió acoso escolar en primero, se metían con él a diario, le insultaban, lo aislaban del grupo, se burlaban continuamente, le empujaban, lo esperaban a la salida, le hacían la vida imposible dentro y fuera del centro”. La madre cuenta que llegados a un punto el niño dejó de participar, de interesarse por el colegio, como si quisiera psar desapercibido con la intención de “desaparecer”.

Eme es una joven de un pueblo de Badajoz, en vez de desaparecer lo que quiere es dar la cara “para que nadie tenga que pasar por lo que yo he pasado”. Cuenta que llegó nueva al instituto, como todos en realidad, pero que era la única que no conocían en el pueblo porque se acababa de mudar. Y aunque no hiciera nada, se convirtió en el centro de atención de los que querían hacerla daño. Concretamente una compañera era la que llevaba la voz cantante de sus insultos primero y agresiones físicas después. “Antes de que me pegaran, yo avisé a la dirección del colegio que lo que estaba pasando, pero ellos dijeron que no podían hacer nada, que era cosa de niños, y que lo tenían que resolverlo mis padres”.

A este tipo de dejación de funciones es a las que se refiere el Informe de Amnistía Internacional, “El acoso escolar en España, un asunto de Derechos Humanos”. Ha elaborado este informe hablando con adolescentes, padres y profesionales de la educación. Estos últimos ponen de manifiesto que están muy preocupados por el aumento de estos comportamientos en sus centros. Sin embargo, concluyen que el acoso escolar no es un problema de un centro o de otro. Es un problema global. “Por la libertad y la seguridad personal de los niños y niñas no deben depender de la bondad o falta de bondad de las personas adultas. Es un asunto de derechos humanos y las autoridades deben asegurarse de que siempre se respetan y protegen los derechos de los niños y las niñas”.

José Luis es un profesor que trabaja en la resolución de conflictos y explica cómo es importante involucrar a los chavales para frenar el acoso. Cuenta como el acoso no queda solo, como antes, en las paredes del colegio. Ahora continua con los mensajes de whatsapp o las redes sociales donde se dicen de todo. Cuando ha habido que intervenir se ha pedido la participación de los padres del acosador y del acosado para intentar restaurar la relación. Pero lo que mejor les ha funcionado es la formación de un grupo de 25 jóvenes en el respeto y uso de las redes sociales que a su vez han sido formadores de otros compañeros de clase más pequeños “que un chico mayor, en el que se ven reflejados te diga que el acoso no es guay, es la mejor manera de acabar con el acoso”.

Amnistía Internacional recuerda que el “Plan Estratégico de Convivencia Escolar no s eha implementado en su integridad. El Observatorio Estatal de la Convivencia Escolar, que solamente existe nominalmente, debería reunir información para realizar análisis, diagnósticos e intervenciones que puedan ser útiles para combatir el acoso escolar”. Además recuerda que “la mayoría de los casos de acoso escolar identificados de forma preliminar por el servicio de atención telefónica del Ministerio de Educación no ha sido denunciados a la inspección comunicativa”.

Jose Luis es uno de los profesores que está dispuesto a formarse pero no todos los profesores lo hacen. “la formación permanente para el profesorado a veces, es insatisfactoria. Aunque se ofrecen cursos al profesorado estos, no son obligatorios, y no siempre son útiles para identificar el acoso en el aula”.

Es fundamental que se transmita un mensaje de tolerancia cero frente al acoso por parte de las autoridades, los centros escolares y el profesorado, según el informe, que además insiste en que el acoso escolar no es una cosa de niños.

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