¿Funcionan las pulseras telemáticas de protección contra maltratadores?: "Recibimos muchas llamadas"

COPE habla con Gregorio Gómez Mata, cofundador y secretario de la Asociación ALMA contra la Violencia de Género, para ver si las pulseras de alejamiento funcionan o no

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El pasado mes de diciembre, el Ministerio de Igualdad, a través de la Delegación de Gobierno contra la Violencia de Género, dio una instrucción ante el incipiente goteo de las excarcelaciones por la entrada en vigor de la Ley del 'solo sí es sí'. ¿El fin? Que se atendieran en 24 horas con las instalaciones de dispositivos de control telemático a los agresores. Hasta la fecha, ya van 189 rebajas de condenas y 23 son los que han salido de la cárcel. Por este motivo, y para ver el funcionamiento de estas pulseras de alejamiento, en COPE hemos hablado con Gregorio Gómez Mata, cofundador y secretario de la Asociación ALMA.

"Sirven para controlar que la persona maltratador que está condenado a llevarla no se acerque a la víctima. Esta es la principal función, para asegurar la seguridad de la mujer", comentaba Gregorio.

El problema de las pulseras

La pulsera es un medio que sirve para asegurar el cumplimiento de una pena o para garantizar que la persona no va a ser peligrosa mientras se está esperando que vaya a juicio. ¿Cómo funciona? El dispositivo va a la muñeca o al tobillo del agresor, y siempre con un sistema de geolocalización para dar cuenta de sus movimientos, y que la víctima así sepa dónde se encuentra.

Arturo González de León es profesor de derecho Penal y Penitenciario de la Universidad Abat Oliba CEU: "También se le da un dispositivo de geolocalización a la víctima, de tal manera que están conectados esos dos dispositivos y cuando se acerca el reo a la víctima o al revés, cuando la distancia entre los dos dispositivos es menor de 'X', lo que haya marcado el auto del juez, entonces eso salta un aviso", explicaba el profesor de derecho Penal y Penitenciario.

La delegada del Gobierno, Victoria Rosell, explicaba que actualmente hay algo más de 3.000 de estas pulseras en uso y que se podrían usar hasta 4.000, después de firmar un acuerdo por los próximos dos años. Sin embargo, las víctimas de Violencia de Género continúan sintiendo miedo e inseguridad, a pesar de que sus agresores lleven este mecanismo.

"Son continuas las llamadas que recibimos por parte de mujeres, muy inquietas donde nos preguntan si a ellas les va a pasar lo mismo, si le van a reducir condena, si le van a poner en la calle ya... Es un continuo pánico lo que vienen sufriendo. Queramos o no, esa incertidumbre lo que genera es un maltrato institucional que están sufriendo las mujeres víctimas, por una mala ejecución de la reforma. A la hora de ejecutarse ha dejado flecos sueltos y las consecuencias son las que estamos viendo a diario", argumentaba el cofundador y secretario de la Asociación ALMA.

Además, las pulseras de alejamiento tienen su inconveniente y así lo especifica Gregorio Gómez Mata: "El problema surge cuando los condenados no hacen un uso apropiado de la pulsera de alejamiento y lo que hacen es utilizarla para seguir maltratando a las mujeres, que se da por desgracia en muchas ocasiones. Y, por desgracia también, el sistema judicial no está dando la respuesta adecuada condenando algo que ellos mismos han impuesto". Según los últimos datos de noviembre del Ministerio de Igualdad, en España hay 3.015 dispositivos de seguimiento, un 16,7% más que el mismo mes en 2021.

Incumplimiento de la pulsera

Este sistema de geolocalización se ha usado en más de 12.000 casos sin víctimas mortales, pero las asociaciones advierten. ¿Y qué pasa si el agresor incumple? Lo explica el profesor de derecho Penal y Penitenciario: "El incumplimiento, cuando es medida cautelar, lo que podría dar lugar es a que el juez reconsidere sus medidas cautelares y, por tanto, si cree que ese incumplimiento da lugar a que el investigado se considere más peligroso, entonces puede cambiar esa medida cautelar de llevar la pulsera por otra más grave, como por ejemplo la prisión preventiva", destacaba Arturo González de León.