¿Hasta cuándo puede retrasarse la segunda dosis de la vacuna del coronavirus?

Los problemas con el suministro empiezan a airear una cuestión que desemboca en múltiples respuestas dependiendo de la farmacéutica o el país

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La vacuna del coronavirus ha pasado a ser la preocupación estrella entre las generadas por la pandemia: la polémica por los problemas de suministro, la relación entre la Unión Europea y las farmacéuticas correspondientes, un calendario de vacunación que algunos empiezan a saltarse... A algunas Comunidades Autónomas no les ha quedado más remedio que cambiar sus planes con respecto a la inmunización, con una pregunta en el aire: ¿hasta cuándo se puede retrasar la segunda dosis?

Hay distintas versiones al respecto. En Pfizer, tardaron 21 días en inocular la segunda dosis de la vacuna en los ensayos clínicos. Moderna la espació 28 días y fue AstraZeneca quien se aventuró a aplicarla con un mayor margen. En su caso, y según los resultados de sus estudios, consideran que una espera de dos o tres meses puede generar una mayor respuesta inmune.

Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud habla de posponer la segunda dosis de Pfizer y Moderna, ante la ausencia de pruebas definitivas, hasta seis semanas en “circunstancias excepcionales”. Es la misma demora (42 días) que pide la Agencia Europea del Medicamento y se trata de la mitad de lo previsto ahora mismo por Reino Unido: hasta 12 semanas de margen entre la primera y la segunda dosis mientras los suministros sean escasos.

En la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos desaconsejan desviarse de los márgenes propuestos por las farmacéuticas. Es decir, tres o cuatro semanas. El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, también ha opinado al respecto. Él considera que la segunda dosis no debería llegar antes de 21 días, pero que tampoco hay que “dejar pasar demasiado tiempo”: “Después de los 42 días, (el efecto) no será tan bueno, aunque sigue manteniendo cierto efecto”.

Según el Gobierno británico, la primera dosis de la vacuna del coronavirus ya asegura “gran parte de la protección”, mientras que la segunda es para “completar y extender” la inmunidad. De ahí su apuesta por espaciar la última inoculación más tiempo del recomendado por las farmacéuticas. Una suerte de apuesta que podría ser más arriesgada de lo que parece, ya que los expertos afirman que una inmunización parcial puede favorecer la aparición de mutaciones resistentes a las vacunas.

De ahí que Francia y Alemania hayan decidido espaciar las inyecciones de Pfizer tal y como recomienda esta farmacéutica. Aunque Reino Unido no es una excepción: Países Bajos también va a desmarcarse en lo que respecta a inocular la segunda dosis, aunque en su caso tan sólo seis semanas.

Por tanto, no hay un patrón claro a seguir con respecto a la segunda dosis de la vacuna. Parece que lo ideal sería atenerse a lo ensayado y probado por las farmacéuticas, pero la falta de suministros está obligando a algunos países a saltarse este patrón.