Hidratar a los perros es una de las claves para evitar los golpes de calor
Casi 6 de cada 10 canes que acuden al veterinario por golpes de calor fallece, según un estudio de Nottingham Trent y del Royal Veterinary College
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Los golpes de calor son un problema grave y pueden acarrear la muerte de nuestra mascota. De hecho, y según un estudio de la Universidad de Nottingham Trent y del Royal Veterinary College, el 57 por ciento de los perros de los que acuden al veterinario con este problema no logra salir adelante Hidratar a los perros es junto a evitar sacarles en las horas de calor o no dejarles solos en los coches la mejor prevención.
Estar muy atentos al comportamiento de nuestro animal también es fundamental en momentos de altas temperaturas. Los primeros indicios de que está sufriendo un golpe de calor son jadeos, encías rojas o salivación abundante. Si los síntomas empeoran, hay que llevarlos al veterinario. El riesgo está en que la temperatura del perro supere los 41º C y se produzca el temido golpe de calor.
Con la llegada de las altas temperaturas, los perros presentan cambios en su comportamiento, están más apagados y buscan las zonas más frías de la casa. Los dueños como Laura lo notan: “normalmente es muy juguetona, pero ahora en verano está muy aplatanada”.
Los perros son más sensibles a las altas temperaturas, ya que solo pueden regular el calor por las almohadillas de las patas o jadeando. Además, debido a sus hábitos y a sus paseos diarios están más expuestos que otros animales de compañía como los felinos que también puede padecer golpes de calor o deshidratación, recuerdan los expertos.
“Los gatos viven dentro de nuestras casas. Es raro que la temperatura suba tanto como para darle un golpe de calor. Además, el gato sabe buscar dentro de la casa el sitio que está más fresquito”, afirma Marisa Fernández, presidenta del Colegio de Veterinarios de Tenerife.
Para evitar que el perro llegue a padecerlo, los expertos aconsejan cambiar algunos hábitos en la rutina diaria del animal. Sugieren adelantar el paseo por la mañana y atrasarlo por la tarde para evitar las horas más calurosas. El ejercicio tampoco es recomendable a estas horas: “evitar hacer actividad física fuerte cuando hace bastante calor, por encima de los 21ºC no se aconseja que los perros hagan ejercicio”, alerta Fernández.
Rellenar el cuenco de agua habitualmente o llevar una botella fría en los paseos para hidratar o mojar al perro en la calle son otras recomendaciones de los veterinarios para combatir el calor. “Cada vez más bares o cafeterías ofrecen recipientes con agua para los perros en las terrazas, los animales lo agradecen mucho”, cuenta Laura. También se les puede humedecer con toallas o, incluso, como indica Manuel Lázaro, portavoz del Colegio de Veterinarios de Madrid, se les puede mojar con una manguera si se tiene jardín, pero no con agua muy fría porque les puede producir un choque térmico por el drástico cambio de temperatura.
“Nunca debemos dejarlos en el coche solos”, afirma Ana Ramírez, directora técnica de las clínicas Kivet. Los expertos recuerdan que dejar solos a los perros en los vehículos es una de las principales causas de los golpes de calor en las mascotas. En estos espacios la temperatura sube rápidamente en poco tiempo y, según los expertos, puede sobrepasar los 60ºC si el vehículo se queda al sol.
Respecto a los viajes en coche con las mascotas, Lázaro avisa que con poner el aire puede no ser suficiente: “Si viaja en el maletero o en la parte posterior del vehículo, debemos asegurarnos de que la ventilación de esa zona sea correcta y que le llega también a él”.
Uno de los errores más frecuentes, según los expertos, es rapar al perro sin consultar en el veterinario o en la peluquería. “No todas las razas de perros son aptas para ser rapadas”, recuerda Ramírez. “Si los rapamos en exceso, también corremos el peligro de que esa piel esté excesivamente expuesta al sol y pueda sufrir quemaduras”, añade. La veterinaria recomienda el uso de crema solar para mascotas.
“También debemos proteger las patas, las almohadillas de nuestro perro para evitar quemaduras con el asfalto”, aconseja Ramírez. La Policía Nacional ha ofrecido un truco para intentar evitar daños en las almohadillas: “Pon el reverso de tu mano en el suelo y si no eres capaz de soportar el calor 5 segundos, tu perro tampoco podrá”. Los expertos coinciden en que es un buen método para ser conscientes de lo que sienten las mascotas al pasear, aunque Marisa Fernández afirma que lo ideal sería no tener que llegar a hacer la prueba: “lo más lógico en estos casos es evitar tener que hacer la prueba. Es decir, el asfalto está muy caliente, lo mejor es directamente salir en un momento en el que sepamos que no va a haber peligro para el animal. Usar el sentido común”.
Estar atento a los síntomas
Los expertos inciden en la importancia de observar el comportamiento de las mascotas para detectar los primeros indicios del golpe de calor. “Cuando un perro comienza a sufrir un golpe de calor, lo que solemos ver es respiración forzada y rápida. Suelen tener también dificultad para moverse y salivación excesiva. Además de tambaleos y falta de coordinación”, afirma Ana Ramírez. Los jadeos y el enrojecimiento de las encías son otros síntomas de que algo no va bien como indica Sandra Ferrer, vocal de la Junta Directiva de la Asociación Madrileña de Animales de Compañía.
Si no se actúa con rapidez, los síntomas pueden empeorar. “Pueden desarrollarse síntomas bastante más graves. Puede haber vómitos, temblores, y un animal puede llegar a morir de un golpe de calor”, asegura Fernández. Cuando aparecen estos signos, se debe ir al veterinario de urgencia.
Cómo actuar ante un golpe de calor
Cuando aparecen los primeros indicios hay que reaccionar rápidamente. “Tenemos 15 minutos para actuar, 15 minutos como máximo. Si actúas a los tres minutos, mucho mejor”, cuenta a COPE Ferrer. “Llévalo a un sitio fresquito, mójale con agua tibia, ponle toallas empapadas, colócalo en una zona con corriente que tenga aire lo más fresco, más limpio y más oxigenado posible. Y luego la recomendación que se hace es que le lleves al veterinario”, recomienda la veterinaria.
Marisa Fernández sugiere humedecer las orejas y la parte interna de los muslos porque son las zonas donde no tienen pelo y así se hidrata directamente la piel.
Si no se actúa correctamente, las secuelas pueden llegar a ser graves: “puede provocar problemas vasculares, hemorragias, problemas respiratorios, metabólicos, o neurológicos como el edema cerebral. Incluso puede provocar la muerte”, afirma Ramírez. Sin embargo, si se actúa rápido se puede llegar a frenar el golpe de calor y evitar las posibles consecuencias, como reconoce Sandra Ferrer.
Hay perros más propensos a padecer golpes de calor
Los braquicéfalos, que son los perros con el hocico achatado, son los más proclives a sufrir los efectos del calor. Hablamos de las razas bóxer, bulldog francés o inglés, carlino, pequinés o shar pei. “Como su respiración ya es dificultosa, son los casos que más vemos”, afirma Fernández.
Los cachorros o los perros mayores también tienen más riesgo porque se deshidratan más rápido. Igualmente hay que tener más cuidado con los animales que ya tienen patologías previas como enfermedades renales, respiratorias o cardíacas. “Mucho cuidado en animales enfermos, cachorros y adultos seniles. También con perros con mucho pelo o con mudas”, recuerda Sandra Ferrer.