La historia de Rosa y Enrique: tras 43 años de pareja terminan casándose en la UCI a causa del covid-19

El ingreso en UCI fue el momento en el que Rosa decidió hablar con el capellán del hospital

Lorena Fernández

Publicado el - Actualizado

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Casi 43 años juntos, una hija en común, pero no se habían casado. Ella, enfermera en el hospital de La Paz de Madrid, vio hace un mes cómo 'su pareja de vida' se contagiaba de COVID. Los diez días en la UCI terminaron antes de pasar a planta de la mejor manera posible: casándose.

La siguiente historia demuestra que esta pandemia tiene también historias bonitas. De llorar... pero con final feliz. En concreto esta cuenta con dos protagonistas. Él es Enrique. 64 años. Ella es Rosa, de 63. Los últimos 36 trabajando en el hospital de La Paz como enfermera de maternidad. Uno y otro llevan más de media vida juntos. En concreto, 42 años -camino de 43 como puntualizan- y una hija en común de casi 30. Hoy él se recupera en planta del coronavirus del que se contagió hace más o menos un mes en el que sus vidas ha dado un vuelco para siempre.

Rosa nos cuenta en COPE que ellos vivieron el inicio de la pandemia como todos 'con mucha angustia y pánico'. La parte positiva, su hija, que vive en Bristol, en el Reino Unido, y que había venido a España a hacerse unas pruebas y en ese tiempo al complicarse todo se quedó. 'Estuvimos juntos medio año que esto era algo que hacía mucho tiempo que no teníamos. Hicimos familia que hacía falta'. Su hija regresó al Reino Unido a finales de junio pasado y por la situación sanitaria de ambos países no han vuelto a verla.

El día a día de ambos era el trabajo de ella 'siempre con mucho cuidado' y el teletrabajo de él. Auxiliar administrativo trabajaba como muchos españoles en remoto, pero ni aun así se libró del COVID. 'No sabemos cómo, pero enfermó y el 25 de febrero ya no estaba bien. Yo le decía que fuera al médico porque empezaba a tener febrícula y al final el 26 la PCR ya dio positivo. Hicimos todo el aislamiento, todos los cuidados que nos dijo la doctora del centro de salud. Afortunadamente yo tenía ya las dos dosis de la vacuna y no me contagié'.

Pero eso no impidió que él fuese empeorando. 'El 2-3 de marzo, no se encontraba bien. No tenía fatiga, pero el pulxímetro decía, ya que saturaba mal. Fue el 4 de marzo al hospital, pero no ingresó hasta el 6 porque pensamos que yo al ser enfermera le podía atender en casa. Como vivimos a cinco minutos del hospital pensé que si pasaba cualquier cosa podría ir corriendo. Pero el sábado 6 se despertó diciéndome que se encontraba muy mal. Ya tenía fatiga y avisamos al SAMUR. Estuvimos dos días en planta y como con la mascarilla no era suficiente, los internistas de la UCI decidieron ingresarlo en ella. Ingresó el 8 hasta el 17. Desde ese día está en planta'.

¿Qué siente un profesional sanitario que conoce desde el punto de vista médico todo lo que rodea a la pandemia cuando le dicen que su marido ha enfermado? 'Fue terrible porque pensé que me había quedado sin él. A las siete de la mañana me llaman y me dicen, oye Rosa, no te angusties, pero lo vamos a bajar porque no está bien. Y claro, cuando ves el panorama y conoces un poquito el tema pues te angustias mucho la verdad. Yo lo veía entubado, boca abajo como están muchos pacientes... en fin todo lo que ya sabemos. Pero gracias a Dios todo se fue encauzando despacito'.

LA BODA

¿Cómo y cuándo decidieron casarse? ¿por qué no lo habían hecho antes si llevaban toda la vida juntos? Enrique, con oxígeno, nos asegura que ellos tenían 'un compromiso personal que íbamos renovando siempre, día a día, y parecía que no era necesario 'hacer unos papeles'. Íbamos alargando y teníamos ya la intención de hacerlo pero no en estas circunstancias'.

El ingreso en UCI fue el momento en el que Rosa decidió hablar con el capellán del hospital, el padre Manuel. 'Le dije mire, nos pasa esto. Él me dijo que le parecía fantástico y que aunque tenían un contrato desde el primero día ante Dios será algo que os dará un punto más de solidez y de unión. Que no tuviéramos miedo'. Dicho y hecho. El 16 de marzo se casaron en plena Unidad de Cuidados Intensivos. 'Lo hicimos también para rendir un homenaje a mi padre porque él nació un 16 de marzo y hubiese estado muy contento de verlo'. Su hija está encantada aunque no ha podido presenciar el momento.

¿Qué recuerdan de ese día? Rosa nos dice que sus compañeros prepararon todo 'con globos, muy bonito... fue precioso y emotivo. Muy cortito porque no podíamos estar mucho porque Enrique se fatigaba todavía un poco. Pero la verdad es que muy bien, con la marcha nupcial, los dos llorando. Increíble. Dos enfermeras de la UCI actuaron como testigos del momento. Al día siguiente, el 17, nos fuimos a planta donde estamos ahora'.

La evolución de Enrique es buena, cada día mejor, la infección ha desaparecido de su organismo, pero está con oxígeno y todavía le queda un tiempo para salir ya como recién casado del hospital. Para él su enlace fue 'precioso, maravilloso, muy emotivo... ten en cuenta que me he visto en la muerte y entonces queríamos darle un poco de guerra a la muerte, dándole vida. Y esta es una manera de hacerlo y, sobre todo, con la persona a la que quiero sobre todas las cosas'.