Informe COPE: La cuesta de septiembre pone al límite la economía familiar

A los gastos fijos al alza se suman los 500 euros por hijo de la vuelta al cole

Carmen Labayen

Publicado el - Actualizado

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La necesidad de ajustarnos el cinturón tras pulverizar buena parte de nuestros ahorros en verano coincide con un aumento de los gastos ineludibles en septiembre. Solo la vuelta al cole roza los 500 euros por hijo. A ello hay que sumarle los 3000 euros anuales de más que pagamos de media por nuestra hipoteca; el máximo que marcan las gasolinas y el aumento del precio de muchos alimentos claves para llenar la despensa tras la vuelta de las vacaciones con el aceite de oliva a 10 euros. Una dura cuesta de septiembre que, según refleja el último Informe COPE, pone al límite la economía familiar.

“De primeras ya tienes que llenar el depósito del coche, que la gasolina no está barata, llenar también la nevera, todo carísimo. Sin contar con la hipoteca que toca revisión y también nos sube. Y a ello se suma el preparar los uniformes de los niños: solo en 2 sudaderas y 2 polos se me han ido 90 euros. Mi hijo tiene 5 años y nos han pedido 5 libros que nos salen por 136,55 euros. A esto hay que añadir el material escolar y en septiembre al no tener los niños clase por la tarde, pues tenemos que pagar extraescolares y la matrícula. La verdad es que es buena cuesta la de septiembre” explica a COPE Elena Granados, de 33 años.

Rompiendo la hucha

Ante unos gastos mensuales que crecen a un ritmo casi sistemáticamente superior al de los ingresos, muchos los hogares españoles están recurriendo a los ahorros que les quedan. Así lo refleja la retirada de 18.650 millones de euros en depósitos entre enero y julio por parte de las familias que se ha acelerado este verano, según los últimos datos del Banco de España https://www.bde.es/wbe/es/ que lo achaca en parte al encarecimiento de la vida y en parte a la búsqueda de alternativas más rentables para su dinero.

Pero algunas familias ya no tienen hucha. De hecho, tal y como explica en COPE Luis Garvía, director del máster en riesgos financieros de Comillas ICADE, “nos hemos gastado el 30 por ciento de ahorro que acumulamos en la pandemia, ese dinero ha desaparecido y ahora hay gente que está gastando lo que no tiene”.

“En septiembre es cuando tenemos que hacer ese ajuste y volver a la normalidad, pero algunas familias ya no pueden. Y, cuando esto ocurre, mucho cuidado con las tarjetas de crédito y las deudas, es muy peligroso porque puede ser aire para hoy pero dentro de un par de meses la cuesta de septiembre se puede traducir en unas Navidades realmente difíciles si empezamos a arrastrar deuda desde ahora”, subraya Garvía.

Más caro no siempre implica más gasto, impacto en el consumo

Aunque hace un año la inflación interanual se situaba en el 10,5 por ciento y estaba 8 puntos por encima del último registro, que fue del 2,6 por ciento en agosto; los precios han crecido 3 décimas en el último mes impulsados, sobre todo por el precio de los carburantes que llevan ya 8 semanas consecutivas al alza y están en máximos desde agosto de 2022 en el caso de la gasolina y desde finales de febrero de 2023 en el caso del gasóleo. El litro de gasolina cuesta de media 1,71 euros y ha subido un 7,34 por ciento desde julio, mientras que el litro de gasóleo está en 1,61 euros y ha aumentado un 11, por ciento en los últimos dos meses.

También al alza el precio de la energía. Agosto se perfila como el mes más caro desde febrero para la electricidad, según los datos provisionales del Operador del Mercado Ibérico de Energía (OMIE). Aunque su precio dista mucho del alcanzado hace justo un año, el megavatio hora lleva 4 semanas de subidas consecutivas y ha aumentado un 6 por ciento hasta situarse en los 110,57 euros la semana pasada, un aumento, el del precio de la luz, ligado en buena parte a la subida de precio del gas.

Y entre los gastos fijos de las familias también encontramos la vivienda, que al año copa la mayor partida de nuestros presupuestos. Aunque el último euríbor de agosto ha dado una ligera tregua con la primera caída en 20 meses, es algo que no vamos a notar con nuestras cuotas hipotecarias. De media, los hogares afrontan un pago de cerca de 3000 euros más por su casa que hace un año.

También los alquileres están en máximos. Según los cálculos que efectúan los portales inmobiliarios, el metro cuadrado en julio ha escalado hasta situarse al filo de los 12 euros, de forma que alquilar un piso de 80 metros cuesta más de 950 euros de media, más de la mitad del salario medio bruto mensual de los españoles que se sitúa en los 1.822 euros según refleja el IX Monitor Anual Adecco sobre Salarios.

Debido al aumento del coste de las hipotecas, las familias están dedicando ya el 45 por ciento de su renta disponible al pago de la casa. Y en los hogares con menos recursos, la cifra escala hasta el 60 por ciento, el doble de lo que sería deseable.

La alimentación también nos está obligando a sacar la calculadora. Nos preocupa el recibo de la compra y es que los alimentos subieron un 10,8 por ciento en julio, cinco décimas más que en junio. La evolución rompió con cuatro meses consecutivos a la baja y los analistas ven posible que en agosto siga la tendencia por la sequía. Y así el precio de productos básicos que utilizamos para reponer nuestra despensa y frigorífico a la vuelta del verano se ha disparado un 44 por ciento en el caso del azúcar, más de un 20 por ciento las patatas y el arroz y en torno al 18 por ciento la mantequilla y la leche. Todo sin contar con el aceite de oliva que ronda los 10 euros por litro, algo impensable hace 12 meses.

Y el encarecimiento de la vida se nota también en la vuelta al cole que ya ha sido bautizada como la más cara de la historia. El economista Antoni Cunyat apunta a una subida del gasto del 20 por ciento con respecto al año pasado. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) comprar los libros, uniformes, material escolar y todo lo necesario para que nuestros hijos empiecen el curso equipados, ronda de media los 500 euros por hijo.

En su último informe para el curso 2022-2023, cifran el gasto educativo anual de escolarización en algo más de 2.000 euros con enormes variaciones, desde los 1000 euros al año si nuestro hijo va a un colegio público a los casi 3000 euros de un concertado y los casi 7.000 de los colegios privados.

“A la subida de los precios los consumidores responden consumiendo menos, gastando menos, lo mínimo posible, y esto también sin duda puede pasar en la vuelta al cole y es que hay economías familiares que ya están algo más del límite” explica a COPE Enrique López portavoz de OCU.

Desde la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados, Nuria Cardoso reconoce que en épocas inflacionarias o de crisis, las principales estrategias que utilizan los consumidores para limitar el gasto pasan por la búsqueda de productos similares alternativos menos caros; la elección de marcas blancas; acudir con mayor regularidad al supermercado para evitar el desperdicio o hacer la compra en varios establecimientos para aprovechar sus diferentes ofertas.

Cuando ya es imposible gastar menos y los costes se disparan, como ocurre en la cuesta de septiembre, las familias recurren al crédito y es que como explica Garvía: “si con la hipoteca nos queda menos renta disponible, con la inflación también disminuye nuestro poder adquisitivo, pero según nos dice el Banco de España el gasto de las familias sigue aumentando ¿cómo puede ser esto? Pues porque muchas familias se están endeudando. Generalmente, las familias ahorran más que el Estado, pero lo que vemos últimamente es que esto se está revirtiendo y si esto continúa y las familias siguen endeudándose el consumo y la economía se resentirán”.

Demasiados hogares ya están con el agua al cuello

En meses como septiembre, donde el gasto en educación se incrementa por la vuelta al cole, las familias que van muy justas ponen en marcha “estrategias de renuncia, por ejemplo comprando menos alimentación o en casos extremos tienen que dejar de pagar algún recibo de la luz o pedir dinero a familiares, amigos o a la propia red de Cáritas” explica a COPE Daniel Rodríguez del equipo de estudios de Cáritas.

Y es que 1 de cada 4 personas en España está en riesgo de pobreza y exclusión social, el 7,7 por ciento de la población estaba en situación de carencia material y social severa y casi el 9 por ciento llegaba a fin de mes con “mucha dificultad” en 2022, según refleja la última Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística (INE). 1 de cada 3 personas no tiene capacidad de afrontar gastos imprevistos ni se ha podido permitir una semana de vacaciones fuera de casa.

Las familias que más sufren con la crisis inflacionaria son, subraya Rodríguez, las que menos ingresos tienen y las que tienen el sueldo meno asegurado debido a una situación laboral precaria o a que llevan a cabo trabajos estacionales que dificultan cualquier planificación. También hay un plus de vulnerabilidad en las familias monoparentales y en las que tienen hijos.

Alicia tiene 4 hijos en edad escolar y en su casa solo entra regularmente el salario de su marido que ella completa con unas horas sueltas a la semana. En su casa llevan meses preparando la operación vuelta al cole: “lo que fui comprando para reponer materiales que se fueron gastando en el último trimestre escolar ya estaba más caro que al principio de curso”.

“Nosotros solemos dejar ahorrados 1000 euros para los libros y materiales porque son 4 niños, aunque uno está en infantil y tampoco es mucho, pero dejamos siempre ese dinero. Y la ropa no la suelo comprar a comienzos de curso porque si no sería un gasto tremendo. La vamos comprando cuando se va necesitando, las playeras en octubre, o cuando se vaya necesitando…” señala Alicia que como muchas familias en España ve cada vez más empinada la cuesta de septiembre.