ITV: el truco para pasar la prueba de emisiones de gases tanto para coches diésel como gasolina
La prueba de emisiones consiste en introducir una sonda por el tubo de escape, con el motor caliente para analizar las partículas que hay en los gases emitidos
Madrid - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
En junio de 2021, entraba en vigor la nueva normativa de la inspección técnica de los vehículos (ITV), que incorporaba diferentes novedades que hacen más estricta la prueba y la adapta al Brexit.
Uno de los principales cambios supone la modificación en la gravedad del defecto de no funcionamiento del ABS cuando es obligatorio llevarlo, en concreto, cuando el sistema antibloqueo de frenos presente algún tipo de fallo pasa de considerarse un defecto leve a un defecto grave. Y la misma circunstancia ocurre con un posible desprendimiento de los espejos retrovisores, que también se considerará defecto grave.
Por otro lado, se establece la posibilidad de comprobar los datos del permiso de circulación por medio del Registro General de Vehículos de la Dirección General de Tráfico (DGT) en caso de no ser presentado este en la estación ITV. Circular por la calle con un coche sin la inspección técnica superada puede acarrear una sanción económica de 200 euros, la misma cifra que si se detecta que el vehículo tiene la ITV caducada estando estacionado en el garaje o en la calle.
Además, la actualización de la norma ITV se adaptó al Brexit, por lo que, los vehículos procedentes de Reino Unido que se quieran matricular en España se considerarán modelos procedentes de terceros países. Así, se deberán realizar los trámites de importación necesarios, entre otros elementos.
Los trucos para pasar la prueba de emisiones de la ITV
Ir a pasar la ITV puede suponer un momento de tensión, ante la incertidumbre de que nuestro vehículo tenga algún elemento en mal estado. Por ello, es importante acudir a una revisión previa y seguir algunos consejos para pasar determinadas pruebas. Una de ellas, a la que deben someterse los vehículos, es la de emisión de gases, que consiste en introducir una sonda por el tubo de escape, con el motor caliente, para analizar las partículas que hay en los gases emitidos y determinar si están dentro de los límites legales. La prueba es similar en los coches diésel y los gasolina. Por su parte, los vehículos híbridos también deben pasarla, mientras que los que son 100% eléctricos están exentos.
Para superar esta prueba sin complicaciones, es importante tener en cuenta algunos aspectos. En primer lugar, debemos prestar atención al consumo medio de carburante de nuestro vehículo, así como al tubo de escape del mismo. Con estos dos elementos en buen estado podemos comprobar que el motor funciona correctamente y no hay exceso de carbonilla, como suele ocurrir, sobre todo, en los coches diésel.
Por otro lado, es importante conservar, en el mejor estado posible, tanto el filtro de partículas como la mecánica de nuestro coche. Para ello, es útil, de vez en cuando, circular con marchas cortas por la autovía a altas revoluciones durante unos tres minutos, cuando ya hemos alcanzado la temperatura óptima del motor. A esto podemos sumar el uso de combustible de alta calidad, que evitan la acumulación de carbonilla y utilizar aditivos de limpieza en el sistema de alimentación.