Así es la complicada situación de las escuelas infantiles por la covid-19

En España hay más de 5.000 centros privados de este tipo que dan trabajo a más de 30 mil personas, la mayoría mujeres. De forma normal atienden a unos 250 mil alumnos de 0 a 3 años

Lorena Fernández

Publicado el - Actualizado

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En España hay más de 5.000 centros privados de este tipo que dan trabajo a más de 30 mil personas, la mayoría mujeres. De forma normal atienden a unos 250 mil alumnos de 0 a 3 años. Pero con la pandemia se estima que las matriculaciones han caído una media de un 40%. En algunos casos de hasta el 80. Ello está llevando a que muchos centros hayan echado el cierre.

Ignacio Grimá, presidente de la sectorial de Escuelas Infantiles privadas de España de la patronal ACADE -Asociación de Centros Autónomos de Enseñanza Privada- nos ha contado a COPE la díficil situación por la que atraviesan estos centros. 'Ya partíamos de una situación complicada por el descenso de la natalidad, una altísima competencia por parte de centros ilegales o de personas que prestan un servicio que intenta ser análogo pero sin ningún tipo de seguro, sin ningún tipo de inspección, sin ningún tipo de infraestructura... y ya con eso el contexto de COVID hace saltar todo por los aires. No hay ninguna empresa de nuestro país que esté preparada para tantos meses de paralización en cuanto a ingresos y, sin embargo, seguir manteniendo el mismo porcentaje de su estructura de costes. La situación del COVID ha sido dramática'. Lamenta la falta de ayudas públicas a este sector que ha puesto todo de su parte. 'Se está viendo que apenas hay contagios. Todos los propietarios de estas escuelas están yendo mucho más allá de los protocolos que han marcado las administraciones. Y los padres están empezando a darse cuenta de que los centros son lugares seguros para sus hijos'.

Grimá hace hincapié en que las escuelas infantiles privadas prestan un servicio a la sociedad que el propio Ministerio de Educación tasa en unos 6.000 euros al año por la plaza que ocupa un niño. Temían que el Gobierno central eliminase la exención del IVA en los centros privados, algo que finalmente no se hará. 'No son escuelas infantiles para la élite. Al final las escuelas infantiles privadas tienen el foco principalmente en familias de rentas medias. Se está haciendo un esfuerzo enorme de cara a poder elegir libremente el centro que desean'.

El mismo panorama nos dibuja Denise Zarruk, propietaria de dos escuelas infantiles de Madrid. Nos cuenta a COPE que están viviendo toda esta situación con una enorme incertidumbre. Lamenta que desde el cierre precipitado de marzo hasta ahora, con la reapertura la mayoría de los centros en julio, no hayan recibido ningún tipo de ayuda económica. Corrobora también que las matriculaciones han caído entre un 40 y un 80%. 'Es un escenario superdesalentador porque al final fuimos las primeras que cerramos, hemos sido las primeras que abrimos durante el mes de julio con nuestros propios protocolos, hemos comprado nuestros propios materiales, EPIs... y hemos dado un servicio tremendamente seguro durante el verano. Todo julio y agosto hemos estado trabajando fenomenal. Y hemos continuado en septiembre pero en ningún momento hemos recibido ayudas cuando somos un sector superesencial para la conciliación de la vida laboral y familiar'.

En su caso particular también han tenido que realizar recortes de personal. 'Teníamos una plantilla de 45 trabajadores, todas mujeres, y hemos tenido que reducirla a 30. Una de las cosas que nos hizo abrir en el mes de julio fue para apoyar a las familias de nuestros centros porque muchas tenían que ir a trabajar y otras estaban teletrabajando con niños pequeños. Un niño de 0 a 3 años requiere de una atención exclusiva de sus padres y es imposible trabajar atendiendo a un hijo'. En su caso concreto se consideran afortunados porque las matriculaciones 'solo' han caído un 30%.

Para ella el apoyo a las familias en este aspecto va unido a la recuperación económica. 'La gente necesita un lugar donde dejar a sus hijos para poder ir a trabajar porque los abuelos no se pueden hacer cargo de sus nietos'. Asegura que los padres con los que hablan no tienen un especial miedo al COVID y sí más al aspecto económico. Al no tener ayudas, y algunos encontrarse en el paro o en ERTE, no pueden llevar a sus hijos. Y recalca que a medida que ha ido pasando el tiempo se ha comprobado que los niños no son los supertransmisores del COVID. 'Las escuelas, insiste, son lugares seguros. Hemos dado un servicio durante muchos años y ahora no se habla de nosotros'.

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