Las reacciones de los consumidores ante los altos precios del café: "Si sigue aumentando dejaré de tomarlo"

La actual situación de la economía de nuestro país está viendo un crecimiento constante de los precios en todos los productos. Es de sobra conocido el caso particular del aceite de girasol, de las materias primas y de los combustibles. La gasolina y el gasóleo, por ejemplo; están en constante aumento, y es que se ha vuelto a superar sus máximos históricos tras encarecerse en la última semana un 4,4 % y un 5,6 %, respectivamente. Todos estos aumentos coinciden con la invasión rusa de Ucrania y con la posibilidad de que un embargo global al petróleo ruso impulse aún más los precios de los carburantes.

Se ha encarecido el aceite de oliva, el de girasol, la pasta, la carne, la alimentación infantil; pero hay un producto que se ha encarecido más que el resto y se está hablando poco de él, y eso que es de los más consumidos en todo el mundo. Se toma a diario y es un fiel compañero de las mañanas y las tardes. Ese producto es el café.

En apenas doce meses, el precio de este producto se ha disparado por todo lo alto, hasta el punto de superar cifras inimaginables, en total hasta un 102% más de lo que costaba hace un año. El café es un bien muy importante en todo el mundo, de hecho, su comercio mueve una cantidad total de dinero en todo el planeta, solamente superada por el petróleo, lo que son palabras mayores.

En nuestro país somos bastante recurrentes en consumir este alimento; de hecho, según el Instituto Nacional de Estadística, de media, cada español consume la friolera de cuatro cafés al día. Esto equivale a que los españoles ingerimos más de 1 kilo y medio de café al año por persona. Yendo más al detalle, es por la mañana cuando más café se consume, en torno a un 63%. Y le sigue el café de después de comer, que para muchos es imprescindible, con un 38%.

Dentro de la enorme variedad de precios del producto en diferentes establecimientos y puntos de España, la media del gasto es bastante variable. Muchas de las personas encuestadas admiten que, efectivamente, se ha experimentado un aumento en los precios, y que las cifras varían entre el 1,40 € de varios establecimientos, hasta alcanzar incluso los 5 € en otros lugares de Madrid.

¿A qué se debe este aumento?

Las causas por las que se ha llegado a esta situación son muy variadas. Principalmente, refieren a motivos medioambientales. Las sequías, heladas, inundaciones que han afectado a los cultivos en dos países clave para la producción de arábica. Esta variante es la que más calidad tiene de cara al consumidor, y se puede localizar en Brasil y Colombia, parajes que han experimentado importantes dificultades a la hora de cosechar.

Sea como sea, la mayoría de clientes no se plantea efectuar ningún cambio en el corto plazo a la hora de llevar a cabo sus rutinas. Muchos de ellos son conscientes de que efectivamente los costes del café son más altos; pero de ahí a plantearse reducir la ingesta de sus dos o tres cafés diarios, no parece algo que pase por la cabeza de nadie. Al fin y al cabo, al igual que la gasolina y el diésel son necesarios para los coches, parece que el ciudadano español también necesita su propio combustible de forma diaria: el café.