Limitan el tráfico en varias ciudades de Francia por el calor y la contaminación
Desde el año pasado, los vehículos deben circular con una etiqueta que indica su nivel de contaminación
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Francia vive este martes su segundo episodio de extrema polución en menos de dos semanas a causa de las condiciones meteorológicas provocadas por la canícula que se extiende por el país desde el 3 de agosto, y de la que solo algunas zonas del noreste se libran.
El fenómeno se acentúa en las ciudades de Grenoble, Lyon, Lille, Toulouse, Estrasburgo y París. En la capital gala, la contaminación debida al ozono se extiende desde hace seis días lo que ha obligado a las autoridades a prohibir la circulación de los coches más contaminantes, tanto en París como en las localidades más cercanas.
Desde el año pasado, los vehículos deben circular con una etiqueta que indica su nivel de contaminación, de 1 a 5, lo que permite a la policía controlar, como es el caso estos días, que los coches que tienen prohibido circular cumplen la consigna. Es decir, los coches más contaminantes (los que tienen una etiqueta con un 4 o un 5), así como los vehículos más viejos (matriculados antes de 1997 si son de gasolina y antes de 2001 si son de gasoil) y los camiones, no pueden circular desde el lunes por la región.
Para facilitar el movimiento de los que se ven afectados, se puede adquirir un billete por 3,80 euros con el que circular durante todo el día en los transportes públicos. Los automovilistas que no se hayan hecho todavía con la etiqueta serán multados con 22 euros, y los que tengan una etiqueta 4 ó 5 y aún así estén circulando, recibirán una multa de 68 euros.
Los afectados por estas medidas restrictivas podrán felicitarse pronto porque los servicios de meteorología anuncian para mañana tormentas y el descenso de las temperaturas.