Los empleados españoles, los más honestos de Europa

Un estudio indica que "la inmensa mayoría de los trabajadores cumplen bien con sus obligaciones y son mayoritariamente honestos"

Los empleados españoles, los más honestos de Europa

Sefi García

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La vida te da sorpresas en ocasiones. En el país del Lazarillo, donde se inventó la picaresca, el porcentaje de trabajadores que ve aceptable “sisar” algo de dinero en las liquidaciones de gastos está por debajo de la media europea: en el continente casi la mitad lo ha hecho o ve con buenos ojos que se haga (el 48%). En España ese porcentaje es de algo más de un tercio (el 36%). También la cuantía “tolerable” es menor: 87 euros para los españoles, frente a 125 de la media europea.

Son datos de un estudio realizado por SAP Concur, una empresa que se dedica a gestionar los gastos de viajes y dietas de grandes compañías de todo el mundo, como Airbus, Vodafone, Bic o Siemens, entre otras.

Los datos desmoronan la leyenda negra que pesa en el mundo sobre los trabajadores españoles. “Eso es lo que tienen los datos y las investigaciones, que a veces nos revelan informaciones que intuimos pero que no son realmente ciertas”, explica Manel Fernandez, especialista en pedagogía psicológica en el ámbito de empresa, couch de directivos y profesor de la Universidad Oberta de Cataluña. Según los datos del estudio, “la inmensa mayoría de los trabajadores cumplen bien con sus obligaciones y son mayoritariamente honestos, y yo creo que esta debe ser la mirada de futuro”. Para Manel Fernandez, “la integridad es contagiosa y se basa en una elección personal y no tanto en que alguien te esté vigilando”.

En el estudio se explica además, que la mayoría de las reclamaciones incorrectas se producen de forma no intencionada, sin embargo también ha descubierto que el 49% de los empleados ha redondeado los gastos de kilometraje, mientras que otro 14% consideraría hacerlo. Además, el 41% ha cargado facturas privadas de restaurantes, y otro 16% consideraría hacerlo.

La cuestión está en las razones por las que los empleados españoles ven con buenos ojos defraudar en las liquidaciones de gastos, la más citada es la equidad como motivo de su actitud tolerante hacia el engaño: ya sea para obtener una pequeña compensación por las horas extra que no se les paga (21%), por el dinero extra que necesitan para trabajar desde casa (16%) o por el tiempo que pasan viajando por negocios (16%).

Las condiciones se deben contratar de forma muy clara, asegura Manel Fernández, para que las personas se sientan justamente tratadas. “La trampa de la integridad consiste muchas veces en activar un mecanismo circular que funciona de la siguiente manera: como me siento seguro de que soy integro, mi integridad me conducirá a lo que es correcto y cuando me encuentro ante un dilema escojo la solución que considero más adecuada, y total, por romper esta pequeña norma, no pasa nada, porque mi empresa me trata mal”. Potenciar la equidad, la justicia, el trabajo justo, no compensar de manera poco adecuada, serían los mecanismos que las empresas deberían adoptar para evitar esos pequeños deslices que, a lo tonto, pueden desviar hasta 15.500 euros al año en una empresa de 250 trabajadores, según la extrapolación que hace el estudio.

Para el experto, los mecanismos de vigilancia no funcionan si no hay una relación de confianza porque “la confianza del empleador genera compromiso en el empleado. Yo pregunto muchas veces a las empresas ¿si no tienes confianza en un trabajador, para qué le tienes?, la confianza y el compromiso se retroalimentan”.

Manel Fernández nos recomienda un libro, “integridad intencional. Cómo las empresas inteligentes pueden conducir a una revolución ética” de Robert Chesnut, donde da cinco claves que basculan en torno a una idea: en el mundo que nos ha tocado gestionar, la integridad es un asunto de negocios.