Mayor bienestar y menos dolor con música en directo en el hospital

En los 8 años que lleva en diálisis en el Hospital San Carlos ha asistido a más un microconcierto en directo y la experencia le encanta

Carmen Labayen

Publicado el - Actualizado

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Escuchar música tiene beneficios para la salud, no solo la mental y o emocional sino también la salud física según la Organización Mundial de la Salud. Ayuda a controlar el estrés y el nivel de glucosa en sangre además de mejorar nuestro sistema inmunitario entre otros beneficios medidos científicamente. Es algo que ha podido comprobar también en primera personal Maribel. En los 8 años que lleva en diálisis en el Hospital San Carlos ha asistido a más un microconcierto en directo y la experencia le encanta.

El camino para llegar a la sala de hemodiálisis a la que ella acude como los otros 60 enfermos crónicos del riñón a los que atienden es un auténtico laberinto pero ni ella ni el resto de los pacientes que acuden tienen muchas dudas de cómo llegar. Y todo porque para seguir con vida deben acudir una media de tres veces por semana y estar contectados cuatro horas a la máquina que les depura la sangre actuándo como un riñón artificial es “un proceso duro y largo” como explica a COPE la nefróloga Nati Calvo.

En la mañana en la que COPE visita la sala principal de hemodiálisis del en la hay 6 pacientes. A los pies de sus camas todo un equipo de enfermeras y auxiliares muy pendientes de cualquier necesidad o problema que pueda surgir y también el responsable de la unidad. Es miércoles y ese día, como cada semana, esperan con ilusión a Katia, la profesional de Músicos por la Salud que con su voz y con su guitarra les ameniza el tratamiento o el trabajo una vez por semana.

“Me da mucha alegría, me relaja mucho y se me hace más corto, es una diferencia, estás muchísimo más animados. Estás pendiente de que venga la cantante y estás muy bien. Además te dejan pedir canciones y a mí hay muchas que me gustan por ejemplo “La chica yeyé” o “Noches de Bohemia”, nos cuenta Maribel.

Dicho y hecho, son dos temas que no tienen secretos para Katia que enseguida inunda con sus notas, acordes todo ese espacio sanitario con sus maravillosas canciones. Los microconciertos suelen prolongarse durante unos 45 minutos y con ellos los más de 2.500 músicos que forman parte de la ONG han llegado a más de medio millón de personas sobre todo en hospitales o residencias de mayores.

“Es un momento de alivio, de distracción, de pensar en otra cosa de que pase el tiempo más rápido. No es lo mismo que tener unos auriculares puestos y escuchar música sino que es alguien que lo está personalizando, que te está prestando toda su atención a lo que tú quieres escuchar en ese momento. Y para mí la mirada, la sonrisa de cualquier persona que esté hospitalizada y esté pasándolo mal y te esté escuchando cantar, ese gesto de agradecimiento que no necesita palabras, ese es el mejor de los aplausos” explica a COPE Katia a quien le gustaría dedicarse al cien por cien a esta labor.

Y así va encandenando una y otra canción, en este caso, con “Chiquitita dime por qué, tu dolor hoy te encadena (….) no quiesera verte así aunque quiera disimularlo” o el clásico “clavelitos” que anima a más de uno a participar.

Otro firme convencido de la musicoterapia es José Herrero, jefe de la Unidad de diálisis en San Carlos:“está descrito que la música tiene ese efecto relajante que hace que segregemos unas hormonas naturales que tenemos llamadas endorfinas que sirven para relajarnos y también para quitar el dolor. Cuando viene Katia no solo hace que se les pase más rápido el tiempo de la diálisis sino que les reconforta. Mientras que ella actúa pues nosotros seguimos con nuestra asistencia, el manejo de las máquinas y la administración de la medicación”.

A su lado, la doctora Calvo también es partidaria por lo que lleva viendo durante años como médico con pacientes renales: “no solo es aportarles los tratamientos médicos sino cuidar también la parte psicológica. Aquí somos todos una familia y el poder disfrutar juntos de la música es muy positivo para todos”.

Guillermo Giner, presidente de Músicos de la Salud, recuerda que “los países de nuestro entorno ya han seguido la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de incluir las artes, y en especial, la música en la atención sanitaria y España debe comproterse con ello. Y por ello hemos pedido que se incluya la música en la sanidad algo que ayudaría a que la relación estable de los músicos con hospitales y centros y a atender las peticiones que recibimos de multitud de centros sociosanitarios para poder tener un programa regular de visitas”.

Llevan desde 2015 con su labor y han medido el impacto que en este tiempo han llevado a cabo casi 25.000 microconciertos. Han medido su impacto y han llegado a la conclusión de que esta música en vivo logró reducir un 27 por ciento la ansiedad y aumentar un 88 por ciento el bienestar de pacientes y residentes.

Ya lo decía Platón: “la música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo”. Siglos después se desarrolló la musicoterapia, que desde 1950 es una carrera universitarios en Estados Unidos y desde 2014 forma parte de la Clasificación Nacional de Ocupaciones en España, y consiste el uso sistematizado de la música y sus elementos por un profesional cualificado para mejorar la salud y el bienestar físico, motriz, cognitivo, social, emocional, psicológico, conductual o incluso espiritual. Forma parte de las terapias no farmacológicas que están orientadas a mejorar la vida de las personas sin medicinas.