Melany o la aventura de salir adelante con tan solo 22 semanas de gestación y 450 gramos de peso

Es una gran prematura y acaba de recibir el alta hospitalaria

Carmen Labayen

Publicado el - Actualizado

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Melany es una bebé gran prematura y ya está de vuelta en casa con sus padres. Tras pasar 4 meses y medio hospitalizada acaba de recibir el alta médica. Ha ocurrido en el Hospital Universitario Parc Taulí de la localidad barcelonesa de Sabadell y es un todo un logro suyo y de los médicos por las complicaciones que acarrea nacer antes de las 32 semanas de gestación y, especialmente como en este caso, antes de las 28.

De los 58 bebés nacidos en España en 20 años a las 22 semanas, solo 4 han logrado sobrevivir, entre ellos, Melany, quien ha logrado salir adelante tras someterse a dos operaciones, una de ellas de corazón y otra de retina, y se encuentra según explican a COPE los médicos que la han atendido en buen estado de salud aunque requiere de ciertos cuidados especiales por haber nacido de forma tan prematura.

Un éxito colectivo

Sí Melany está hoy en su casa con sus padres en la localidad catalana de Manresa es por el trabajo interdisciplinar y exitoso de los médicos que la han atendido tanto en el Hospital Parc Taulí como en el Sant Joan de Deu de Barcelona donde la intervinieron quirúrgicamente y a las propias características de la bebé.

“La verdad es que la vitalidad de Melany desde que nació era excepcional. Con su madre hacíamos bromas, a veces sobre cómo lloraba, cómo se movía o sobre la fuerza con la que te agarraba el dedo siendo tan pequeña porque era espectacular. Nunca antes habíamos tenido que sacar adelante a una bebé tan prematura y esa falta de experiencia nos hacía ir día a día tratando de extrapolar los tratamientos exitosos en niños nacidos tras 24 o 25 semanas de gestación” explica a COPE Núria Torre, neonatóloga del Hospital Universitario Parc Taulí.

Si su caso ha sido un éxito, es también señala Torre por los grandes avances en neonatología de los últimos años. Los retos pendientes subraya es lograr una buena coordinación entre las distintas especialidades médicas para atender a estos niños grandes prematuros y a sus padres, desarrollar material médico adaptado al reducido tamaño de estos bebés y apoyo social para las familias cuyo apoyo y presencia es clave para el desarrollo neuronal del bebé y su evolución.

Un seguimiento pormenorizado durante los 2 primeros años de vida

Que el momento de mayor riesgo haya pasado para Melany como consideran los médicos que consideran positiva su evolución no quita que tras su salida del hospital precisará el seguimiento médico constante especialmente durante sus dos primeros años de vida en pediatría, neurología, neumología, gastroenterología, nefrología, hematología así como de los profesionales del Centro de Atención Primaria (CAP) y del Centro de Atención Precoz.

“Se va con unas cuantas citas de seguimiento para los próximos meses, pero si le hemos podido dar el alta es porque su evolución ha sido positiva y porque juntos hemos superado las complicaciones que se han ido presentando”, subraya Torre, que considera muy importante en estos prematuros el desarrollo neurológico y pulmonar además de vigilar el crecimiento y la alimentación.

El apoyo a la familia otra clave en la supervivencia de un gran prematuro

Brindar apoyo no solo psicológico, sino también social a los padres de estos grandes prematuros también es fundamental. Son casos muy delicados y las hospitalizaciones son largas, a menudo y como en el caso de Melany, de varios meses. Para la evolución de estos bebés es necesario el contacto con sus padres que, en la mayoría de los casos, se ven obligados a trasladar su residencia y a dejar su trabajo.

Los padres de Melany, Evelyn y Carlos, viven en Manresa. Gracias a una fundación han logrado una plaza en un piso compartido con otras familias cerca del hospital. Compartir su experiencia con otras personas les ha ayudado a recibir y a dar esperanza a otras mujeres en situaciones parecidas.

Para Evelyn la atención psicológica recibida durante la hospitalización de su bebé ha sido esencial. Asegura que poder expresarle sus emociones y sus miedos a una psicóloga perinatal le hay ayudado mucho a superar un proceso duro y largo que afortunadamente para su familia está saliendo bien y en el que van a seguir volcados día a día.