La mitad de los empleos están en riesgo de quedar obsoletos en los próximos tres años en España
El 45% de los directores de Recursos Humanos afirma tener cada vez más dificultades para adecuar las necesidades de competencias en su organización con la oferta de formación
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Según datos de un informe elaborado por el Observatorio Cegos, especializado en aprendizaje y desarollo, el 93% de los empleados están dispuestos a emprender su propia formación para adaptarse a la transformación. El 45% de los directores de Recursos Humanos afirma tener cada vez más dificultades para adecuar las necesidades de competencias en su organización con la oferta de formación. El 75% señala que el dominio de las competencias digitales básicas es uno de los principales objetivos de su área.
El mundo del trabajo cambia a una velocidad vertiginosa. La irrupción de lo digital nos lo venía avisando y en el último año la transición energética, ponen los pelos de punta a 3 de cada 10 trabajadores en nuestro país, que temen que su actual puesto de trabajo desaparezca. Los que no temen por su futuro laboral, están convencidos de que sus funciones o su puesto de trabajo en la organización cambiará.
Esta revolución empezó hace 5 años, nos cuenta la experta en Recurso Humanos Pilar Llácer. Primero con la transformación digital y ahora con todo lo relacionado con la transición energética y “la estrategia energética y la agenda 20/30, lo que obliga a las empresas a adecuar las formaciones a las necesidades de su negocio y para ello lo fundamental es que se anticipen a lo que clientes productos o servicios van a demandar”.
En este sentido el reto de las compañías será muy intenso: en nuestro país, las empresas están convencidas de que la mitad de los empleos caducarán en tres años. La autora de “por qué las relaciones laborales tienen que ser como Netflix” señala la importancia que los departamentos de formación tienen en estos momentos, “una tarea estratégica, porque tienen como cometido realizar esa adaptación y readaptación de los departamentos, impactados desde hace varios años por los procesos de transformación digital y el actual proceso de transición energética”.
Señala Pilar Llácer la responsabilidad de la empresa, pero también la de los propios empleados que deben testar “cómo evoluciona su puesto de trabajo, como está siendo automatizado y entender el comportamiento de los usuarios y las necesidades de los negocios. Es imprescindible para las empresas ayudar a sus trabajadores en el proceso de encontrar la formación más adecuada para que hagan el reciclaje profesional dentro de las empresas, sin discriminación de edad, género y cultura. Al tiempo, los trabajadores deben focalizarse a las necesidades de la empresa”.
9 de cada 10 empleados están dispuestos a formarse incluso por su cuenta. Es el caso de Raquel, que aprovecha cuando “la empresa nos facilita algún curso que tiene que ver con nuestro puesto de trabajo o algunos obligatorio por la Unión Europea y las normas ISO, pero me gustaría acceder a otros que normalmente no salen”.
Lo que está quedando muy claro, es que cada vez es más imprescindible para cualquier profesional reciclarse, “actualizarse-explica Llácer- porque todas las profesiones y todos los puestos de trabajo han quedado impactados por la transformación digital, desde el camarero que tiene que utilizar una App, al consejero delegado o al presidente de cualquier empresa, pasando por los departamentos financieros, el marketing, la logística…”.
En el próximo lustro, aparecerán nuevas profesiones, desaparecerán otras y habrá que reducir plantillas, según calculan las empresas. La compañía que antes sea capaz de adecuar la formación interna de sus plantillas a las nuevas demandas, será la que mejor resultado tendrá. Anticiparse, nos asegura la experta en recursos humanos, será la clave del éxito para directivos y empleados.