Multitudinaria marcha en Madrid en defensa de la vida y contra las “imposiciones ideológicas” del Gobierno

Este domingo Madrid se ha teñido de blanco en una multitudinaria marcha de las familias en defensa de la vida y en protesta por las “imposiciones ideológicas” de la próxima reforma del Código Penal que plantea el Gobierno o la reciente aprobación de la Ley de Eutanasia. Cerca de 40 organizaciones se han dado cita bajo el lema “Cada vida importa” en un “un momento crucial en la defensa de la vida que sufre el mayor ataque en años”.

Se tarta de la cuarta movilización en defensa de la vida bajo el lema y que, además, tiene lugar tras la reciente aprobación de la Ley de Eutanasia. “Debemos salir porque tenemos el deber moral de defender lo más grande que se puede defender que es la vida para denunciar que nos están vendiendo leyes ajenas al bien humano. Si callamos ahora ¿cuándo hablamos? Y si no lo hacemos nosotros ¿quién?” explicaba esta semana Ignacio García Juliá, persona al frente del Foro de la Familia, una de las asociaciones convocantes.

Por el escenario situado en la Puerta de Alcalá, a la altura de la Calle Serrano de Madrid, han pasado varias personas que han ofrecido sus testimonios con el objetivo de ante todo proteger la vida. Ni el aborto ni la eutanasia son una solución.

En un marco muy familiar, han sido centenares de personas las que se han acercado. Amparo y Santiago, un matrimonio junto a sus tres hijos, nos contaban que habían venido a Madrid: “El estar aquí es darle voz a los que no tienen. El derecho a la vida es el auténtico derecho”, nos comentaba el padre minutos antes de arrancar un acto que ha estado conducido por Paula, una joven de tan solo 21 años.

Esta estudiante de psicología nos explicaba que es “natural tener miedo”, poniéndose en el lugar de una mujer embarazada. Ella recibió esa noticia hace un año y medio, desde hace siete meses es madre de un bebé llamado Rodrigo: “Ninguna dificultad es más grande que el amor de tener un hijo”.

Paula daba paso durante el acto a Michelle. Su historia y la fuerza con la que ha transmitido su historia ha levando muchos aplausos. Esta ecuatoriana ha vivido 20 años en España. Cuanto tenía 19 se quedó embarazada y vio como todo su entorno le aconsejaba abortar. De hecho, estuvo muy cerca de hacerlo: “Nadie me tendió la mano hasta que cuando iba a entrar a abortar me pararon miembros de Rescatadores Juan Pablo II”. Ese fue un punto de inflexión. Nos confesaba que por su cabeza llegó a pasar el suicidio, pero que afortunadamente escogió tener a Marta: “Es mi vida. Ella es mi fuerza, mi poder, lo que me ha hecho crecer”. Así definía a su hija mientras ya está embarazada por segunda vez. Vive en Londres, pero hoy no ha querido perderse esta concentración.

En el acto también han estado presentes el sector médico. Denuncian una falta de consenso por parte del ejecutivo a la hora de afrontar reformas tan importantes. Se sienten ignorados e incluso señalados ante la posibilidad de crear registros de profesionales objetores de conciencia. Sonsoles Alonso es ginecóloga y lleva una década asesorando a mujeres en riesgo de aborto: “Conozco muy bien tanto las dificultades que hay tanto en el inicio como el principio de la vida”, nos decía también en base a su experiencia tratando con mujeres que padecen cáncer: “Los cuidados paliativos son el arte del buen morir”. Con esa definición también ha querido criticar la falta de programas que potencien, y también financien, este tipo de herramientas.

Y es que Sonsoles ha querido reivindicar un pilar clave en la asistencia en los últimos años de vida como son los cuidados paliativos: “Todos los médicos que se quieran dedicar a esto en cuidados paliativos, eso realmente es la buena muerte, la asistencia a los últimos instantes de la vida”. ¿Cómo podemos los sanitarios acompañar a los enfermos en esos últimos momentos? Con cuidados paliativos: el arte del buen morir”, concluye.

La concentración también ha contado con la participación del ex ministro Jaime Mayor Oreja o de la ex presidenta del Partido Popular vasco, María San Gil. Una marcha que ha dejado claro su oposición a la ley del aborto que planea el Ministerio de Igualdad y que ha arrancado a mediodía desde la madrileña Puerta de Alcalá.