El nacimiento del río Cuervo, en los límites del triángulo del frío

Según los datos de Meteorología, el triángulo del frío en España, está delimitado por Calamocha, Teruel y Molina de Segura, que marcan temperaturas de hasta -30 grados centígrados.

Muy cerca de uno de esos límites, en plena Serranía de Cuenca, el Nacimiento del río Cuervo los sigue de cerca.

Con -12 grados que marcaba esta lunes, se ha convertido en un espectáculo en el que sus fascinantes cascadas e hilos de agua habituales, se han convertido en hielo que, en algunos árboles cercanos recuerda el "cabello de hielo" tan habitual en algunos lugares nórdicos y dejando multitud de imágenes deslumbrantes, como consecuencia de esta ola de frío que tiene a media España tiritando.

Ante ese espectáculo grandioso de la naturaleza, uno puede imaginar a las ninfas que, según la leyenda, ayudaron a los vecinos de la zona a derrotar a los duendes avariciosos que, con un encantamiento, convirtieron a un cuervo común en un gigante malévolo y perverso que robaba todos los objetos de valor que veía al sobrevolar pueblos y aterrorizaba a las personas.

Con las estalactitas heladas reflejando la luz del día, también se nos vienen a la memoria antiguas deidades paganas que, con solo exhalar su aliento, congelaban los paisajes como Quione, la diosa griega del frio y el hielo o Cailleach, la diosa celta del invierno que, con solo extender su manto conseguía helar las aguas.

El nacimiento del río Cuervo, es el testimonio perfecto de la belleza deslumbrante de la naturaleza en estado puro.