TABACO

Philip Morris lleva aprovechando la adicción a la nicotina desde 2000

La tabacalera más grande del mundo tenía un conocimiento interno de la adicción a la nicotina más amplio del que reconocía en público, y ha dirigido su estrategia en este sentido

Philip Morris lleva aprovechando la adicción a la nicotina desde 2000

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La compañía tabacalera más grande del mundo, la estadounidense Philip Morris, identificó a la nicotina como el principal impulsor del hábito de fumar en 2000 y redirigió sus políticas para promover su uso, según un estudio publicado este miércoles en la revista especializada PLOS Medicine.

Después de décadas negando el papel de la dependencia de la nicotina en la adicción al tabaco, Philip Morris, dueña de marcas como Malboro o Chesterfield, tenía una comprensión interna de la adicción al tabaco superior a la que admitía de manera pública, tal y como revelaron documentos secretos de la compañía hechos públicos a raíz de un litigio en su contra.

Un grupo de investigadores de la Universidad de California en San Francisco (EE.UU.) han analizado estos documentos para explorar la comprensión de la compañía de la adicción y descubrieron que Philip Morris aprovechó entonces su conocimiento para enfocar sus promociones y productos. Los autores Jesse Elias, Yogi Hendlin y Pamela Ling han descubierto que la tabacalera continuó estudiando la adicción durante la década de los 2000 para desarrollar productos de nicotina "exitosos y potencialmente más seguros".

Además, tras analizar los documentos secretos, han encontrado que desde mediados de la década de los noventa hasta por lo menos 2006, los modelos internos de adicción de Philip Morris consideraron factores psicológicos, sociales y ambientales como comparables en importancia a la nicotina en el uso de cigarrillos.

Elias y sus colegas han argumentado que este conocimiento sobre el papel de la nicotina en el hábito de fumar permitió a Philip Morris redirigir la política lejos de las intervenciones sociales y ambientales y hacia la promoción de productos "perjudiciales".

Los investigadores han señalado en su estudio que debido a la naturaleza fragmentada e incompleta del archivo de documentos de la industria tabacalera, es posible que se hayan perdido algunos documentos importantes.

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