La Policía Nacional detiene a ocho personas por explotar sexualmente a mujeres en Gipuzkoa

Los presuntos proxenetas controlaban a las 17 víctimas mediante la presencia de un encargado en cada piso

La Policía Nacional detiene a ocho personas por explotar sexualmente a mujeres en Gipuzkoa

Agencia EFE

Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Ocho personas han sido detenidas por agentes de Cuerpo Nacional de Policía acusadas de explotar sexualmente a mujeres en pisos de las localidades guipuzcoanas de Tolosa, Beasain y Bergara, ha informado el Ministerio del Interior.

La operación se llevó a cabo los pasados días 10 y 11 de diciembre por orden del Juzgado de Instrucción número 2 de Tolosa, y, además de las detenciones, el dispositivo permitió asistir a 17 víctimas, casi todas mujeres suramericanas y "con escasos recursos".

La investigación comenzó en febrero, cuando el Servicio Central de Atención a las Víctimas de Trata de Seres Humanos de la policía recibió un correo electrónico de una mujer que alertaba de que estaba siendo explotada sexualmente en un domicilio de Tolosa.

Los investigadores descubrieron la actividad de una organización criminal dedicada a la explotación de mujeres, a las que obligaban a ejercer la prostitución "bajo condiciones abusivas" en cinco pisos pertenecientes a la principal responsable de la banda, ubicados en Tolosa, Beasain y Bergara.

En estos pisos, los ahora arrestados ofrecían a los clientes consumir drogas, fundamentalmente cocaína y "speed", motivo por el que en la operación se han incautado 10 gramos de cocaína y otros 10 de hachís y marihuana, además de dinero en efectivo y útiles para el pesaje y dosificación de las sustancias, que estaban ocultos en los domicilios de los responsables de la organización.

Este grupo estaba compuesto, en su mayoría, por miembros de un clan familiar de origen brasileño que ya fueron detenidos por hechos similares en 2017.

Los presuntos proxenetas controlaban a las mujeres mediante la presencia de un encargado en cada piso, que atendía a los clientes, cobraba los servicios y autorizaba las salidas de las chicas.

Además, habían instalado cámaras de videovigilancia en el interior de los pisos para controlar a las víctimas.

Para ocultar los beneficios ilícitos, habían creado un entramado empresarial ficticio mediante el que facturaban los importes de los servicios sexuales y de la venta de la droga.

La investigación, que sigue abierta, ha determinado que solo a través de un único terminal de punto de venta asociado a estas empresas ficticias, los investigados ingresaron 193.626 euros en menos de dos años, lo que, según la Policía Nacional, significa "una mínima parte de sus ingresos y un indicio de los importantes beneficios obtenidos por la organización".

La Policía ha identificado y asistido a 17 mujeres, a las que se ha ofrecido la protección establecida en el plan contra la trata de seres humanos con fines de explotación sexual del Cuerpo Nacional de Policía.

A los ocho detenidos se les acusa de los delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, proxenetismo, tráfico de sustancias estupefacientes y blanqueo de capitales.