¿Por qué los adolescentes se rebelan en estos tiempos de pandemia?

Los enfrentamientos con la policía, el consumo de sustancias y los malos comportamientos en casa se disparan en estos tiempos de pandemia

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Sefi García

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Fiestas ilegales, botellones, quedadas masivas sin mascarilla y sin medidas de seguridad. Los enfrentamientos con la policía, el consumo de sustancias y los malos comportamientos en casa se disparan en estos tiempos de pandemia. Detrás está el agravamiento del “Trastorno Negativista Desafiante”.

Olalla quedó con sus amigos en casa de uno de ellos a principios de septiembre. Entonces no había restricciones estrictas. Eran diez. “Uno de nosotros estaba contagiado pero era asintomático-nos cuenta- Acabamos los diez contagiados”. Afortunadamente ninguno de ellos tuvo síntomas significativos, y no contagiaron a nadie del entorno. A partir de ahí, se han multiplicado las fiestas ilegales multitudinarias donde jóvenes y adolescentes exceden todas las reglas que dictan la ley y la razón. Basta echar un vistazo a los titulares de los últimos días para encontrarse un reguero de detenciones e intervenciones policiales en acontecimientos que en muchas ocasiones conllevan violencia y consumo de sustancias ilegales.

¿Cuál es el motivo que está detrás de este comportamiento?

El doctor Jordi Royo, psicólogo clínico y especialista en comportamiento adolescente asegura que hay tres factores que determinan esta forma de actuar. Por un lado, en esa etapa de la vida tienden a sentirse invulnerables “están convencidos de que nada ni nadie pueden herirlos”, el segundo factor tiene que ver con la pandemia, “con el cansancio acumulado también por las restricciones que consideran injustas y desmedidas” , y el tercer factor está en la sensación masiva de impunidad: “Viven en un constante no hay castigo, no hay delito”.

El doctor Royo nos explica que existe una patología que se suele iniciar en edades tempranas conocida como Trastorno Negativo Desafiante, que lleva a los chavales a “despreciar cualquier posición de autoridad, mostrando comportamientos no cooperativos, desafiantes, negativos, irritables y de enfado hacia figuras autoritarias como padres, profesores, educadores…Este sentimiento de ‘estar en contra del mundo’ les hace rebelarse contra cualquier norma establecida”. Las restricciones sobrevenidas por la pandemia agudizan ese sentimiento y se convierten “en una barrera a derribar”. Eso les impulsa a “mostrar su desafío a una sociedad que les marca pautas y les obliga a eliminar cualquier posibilidad de ocio”.

Sanciones y multas

La solución que estamos dando a estos comportamientos es la imposición de multas que casi siempre pagan los padres. “Este tipo de castigo no ayuda -asegura el doctor Royo- solo imponiéndoles castigos que les hagan comprender contra qué está luchando la sociedad comprenderán el alcance de lo que está ocurriendo y la gravedad de su comportamiento”. El psicólogo especialista en comportamiento de adolescentes y jóvenes propone que los jueces “les impongan trabajos sociales: que ayuden en un centro de discapacitados, que tomen la temperatura en la puerta de los colegios, que den de comer a personas mayores, que vayan a un refugio de animales…” de esta forma, “ayudarían a la sociedad y sobre todo se ayudarían a ellos mismos porque así tomarían conciencia de que esos comportamientos no solo son desafiantes, sino también muy peligrosos”.

Mal comportamiento en casa

La clínica que dirige Jordi Royo, Amalgama7, especializada en adolescentes y jóvenes ha hecho un estudio sobre el comportamiento en casa de los chavales en este tiempo de pandemia. Los resultados son muy significativos: el porcentaje de jóvenes que contestaba mal a los progenitores pasó del 30,1% antes del confinamiento al 58,3% durante el encierro, situándose hoy en día en el 53,3%. Los que insultaban a los padres, que eran el 3,8%, aumentaron al 11,9% y en la actualidad son el 9,7%. En números extrapolados son 550.000 los adolescentes que tienen mal comportamiento en sus casas y que por tanto son “proclives a convertirse en jóvenes desafiantes”. Debemos “prestarles atención para evitar futuros problemas”. Son malos tiempos para todos.