¿Por qué quedó en libertad Noelia de Mingo? El internamiento y los informes que tuvo a su favor

Han pasado 18 años desde que Noelia de Mingo matara a tres personas en la Fundación Jiménez Díaz. Fue en el año 2003. La médica también hirió a otras siete personas y fue internada en un recinto terapéutico en el que ingresó tres años después. Hasta ahí, el protocolo se había seguido con total normalidad y la justicia siguió los pasos correctos para decidir el futuro de la mujer, que fue absuelta del homicidio por padecer esquizofrenia paranoide, aunque se estableció una medida de 25 años de internamiento en un psiquiátrico penitenciario. Lo que no se esperaban es que, después de recibir los informes de los expertos, pudiera volver a ocurrir después de que se le concediera el tercer grado bajo control de la familia por su trastorno.

Ahora, 18 años después, la historia se repite de nuevo de alguna forma, ya que este mismo lunes Noelia de Mingo ha sido detenida por la Guardia Civil por atacar a dos mujeres en El Molar (Madrid) con un arma blanca. Un nuevo suceso que lleva a todo el mundo a preguntarse por qué se pudo dejar en libertad a Noelia de Mingo, contando con sus antecedentes psiquiátricos, y qué ha podido fallar en este caso para que, tras muchos años, la situación haya vuelto a repetirse.

Informes favorables de expertos

Después de estar interna durante diez años, no sería hasta el año 2017 cuando diversos informes de psicólogos y psiquiatras aseguraban con total convicción que la médica no constituía "un peligro para los demás ni para sí misma".

Fue entonces cuando la Audiencia, basándose en los informes de los expertos, decidió darle la libertad, sustituyendo el régimen interno por un tratamiento ambulatorio y la custodia familiar. Desde entonces, Noelia de Mingo estuvo al cargo de su madre y bajo una supervisión psiquiátrica. Los magistrados aseguraron que "si bien Noelia de Mingo padece una enfermedad para la que no se conoce cura, esquizofrenia paranoide crónica, se mantiene estable, no ha vuelto a presentar desde su internamiento episodios de descompensación, es plenamente consciente de su dolencia y reconoce perfectamente los síntomas que pudieran hacerle ver que puede empeorar".

Fue entonces, en mayo del año 2017, cuando el abogado que representaba a las familias de las víctimas mortales de la médica se opuso a su puesta en libertad tras los informes favorables de los forenses. "En 2017, nosotros consideramos blanda la sustitución de la medida internamiento en centro psiquiátrico penitenciario por un tratamiento con custodia familiar y ahora nos damos cuenta de que la estábamos protegiendo", ha reseñado el abogado y ha planteado la necesidad de establecer otro tipo de mecanismos para que haya un control sobre estos pacientes con enfermedades psiquiátricas con conductas violentas que se encuentran en libertad y "abandonados a su suerte".