¿Protege la PrEP que previene del VIH frente a la covid-19?

La PrEP, una pastilla que combina medicamentos para prevenir la infección por VIH, no resulta efectiva contra el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 que produce la enfermedad conocida como covid-19. Así se desprende del estudio "Eficacia preventiva de tenofovir/emtricitabina contra el SARS-CoV-2 entre los usuarios de PREP" al que ha tenido acceso este medio, y que ha liderado Oskar Ayerdi, médico del Centro Sandoval, Hospital Clínico San Carlos, de Madrid.

En un inicio se pensó que las personas en tratamiento con los fármacos tenofovir/emtricitabina (TDF/FTC), que se utilizan como profilaxis pre-exposición (PrEP) al VIH, tenían un menor riesgo de infección y hospitalización por covid-19, pero este estudio desmonta la hipótesis de la posible eficacia de los fármacos.

La PrEP, que está incluída en el Sistema Nacional de Salud desde septiembre de 2019 como estrategia frente a la infección por el VIH en población de alto riesgo, quería destinarse a la prevención del contagio en los profesionales socio-sanitarios expuestos al covid-19 y en personas vulnerables.

El estudio ha sido realizado entre el 11 de mayo y el 27 de junio de este año entre hombres que tienen sexo con hombres y mujeres transgénero sin uso de PrEP y usuarios de PrEP. Los usuarios de PrEP presentaron una mayor seroprevalencia de covid-19 que el grupo de control que no usó este medicamento, aunque no se encontraron diferencias significativas en las manifestaciones clínicas. A juicio del doctor Ayerdi, "esta mayor exposición al VIH, y a otras infecciones como al SARS-CoV-2, podrían justificar la mayor presencia de covid-19 entre los usuarios de PrEP frente al grupo control".

Por eso, los autores concluyen que los usuarios de PrEP “deben utilizar las mismas medidas de prevención que las indicadas para la población general”.

Cabe indicar, en cualquier caso, que las personas con VIH que están bajo un tratamiento eficaz "no tienen más riesgo de adquirir la covid-19" que quienes no tienen VIH, explica el doctor Ayerdi con base en los estudios publicados hasta el momento. Eso sí, los adultos mayores y las personas de cualquier edad con afecciones graves pueden tener mayor riesgo de enfermarse gravemente. Esto incluye a las personas con el sistema inmunitario debilitado.

LA RELACIÓN ENTRE EL VIH Y LA COVID-19

Los virus, que son agentes infecciosos que no están ni vivos ni muertos ya que se reproducen y evolucionan únicamente dentro de las células, aparecieron con las primeras formas de vida en la Tierra. La zoonósis es el paso del virus de los animales al ser humano. Cuando estos patógenos saltan a animales domésticos o a humanos que no han desarrollado inmunidad pueden suceder pandemias como la ocasionada por el nuevo coronavirus.

Como otros agentes causantes de enfermedades infecciosas, el VIH también pasó a los seres humanos por zoonosis, es decir, por transmisión desde otras especies. Se cree que se originó en los años 60 del siglo XX en Kinsasa, la entonces colonia belga de Congo, donde el virus de inmunodeficiencia de chimpancés contagió a un humano, convirtiéndose en el VIH. De ahí saltó a América y al resto del mundo debido a los movimientos poblacionales derivados del colonialismo y al tráfico de mujeres prostituidas.

A día de hoy todavía no existe ninguna vacuna contra el VIH, lo que el doctor Ayerdi imputa a "la gran capacidad de mutación que tiene el VIH". Pese a ello, adelanta que "este año en España se ha iniciado un ensayo clínico donde se estudia la primera vacuna preventiva frente al VIH que se llevará a cabo en distintos hospitales. Los resultados de este estudio arrojarán datos relevantes en esta línea de investigación".

Y es que, desde que a principios de los años 80 se diagnosticaron los primeros casos en EE.UU.,se estima que 78 millones de personas han sido infectadas por el virus y 39 millones han muerto a causa del sida o enfermedades relacionadas. Actualmente, hay 36,9 millones de casos en el mundo, según ONUSIDA, el programa de las Naciones Unidas para luchar contra el VIH/sida.

“La hipótesis más aceptada actualmente sobre el origen ancestral del SARS-CoV-2 es la de que un virus de murciélago haya podido evolucionar hacia el SARS-CoV-2 a través de hospedadores intermediarios. El hallazgo de coronavirus muy relacionado en pangolines decomisados por la policía en las provincias chinas de Guangxi y Guangdong ha llevado a sugerir que estos animales pudiesen ser dicho huésped intermediario. Aún son necesarios estudios adicionales sobre diversidad de coronavirus en fauna para aclarar estas cuestiones”, explica el informe 'Enfermedad por coronavirus, COVID-19' del Ministerio de Sanidad.