¿Quién se presta voluntario a probar la vacuna contra el coronavirus?
Manuela y Elisa son dos de los 200 voluntarios que probarán la primera vacuna contra la COVID-19 en nuestro país
Madrid - Publicado el - Actualizado
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A finales de agosto, Salvador Illa hacía público que se buscaban a 190 personas para comenzar la fase 2 de la vacuna contra el coronavirus. Los requisitos que se establecían eran muy concretos: estar sano, no haber contraído el virus, tener un riesgo bajo de contagio, tener entre 18 o 55 años o bien superar los 55 años. Los hospitales españoles que participan en este ensayo son: el Hospital La Paz, (Madrid), La Princesa (que también se encuentra en la capital) y el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (Santander).
En esta fase del ensayo se tendrá en cuenta cuál es la cantidad de dosis necesaria para que el propio organismo genere la inmunidad, así como las diferencias que se producen si se administra una dosis o por el contrario, dos. La última fase es la 4. Será aquí cuando se solicite la autorización a las autoridades competentes pasando así a la distribución.
Manuela y Elisa: madre e hija que han dado un paso adelante para vencer al virus
La lista de voluntarios se completó de una forma muy rápida. Dos de las personas que han decidido dar un paso hacia delante en este ensayo se llaman Manuela y Elisa. Madre e hija respectivamente apostaron por presentarse para encontrar la ansiada vacuna contra el coronavirus.
Tal y como contaban a nuestros compañeros de ABC, fue Elisa la que se animó primero a postular a ser voluntaria a esta vacuna: “Ya lo tenía en mente, y alguien tiene que acabar con esto”, asegura. Además, el motivo que le movía sobre todo, era aportar el granito de arena necesario a la lucha contra el virus. Esta administrativa de 42 años llamó nada más enterarse de esa posibilidad. Su madre, Manuela, le seguiría poco después. El temor a su avanzada edad le frenaba.
Por el momento, en el hospital de Santander donde están adscritas solamente les han hecho una entrevista, previa al específico análisis clínico y físico al que deben someterse todos los voluntarios. Se conoce que se distribuirán en dos grupos: entre 18 y 55 años (como Elisa) y mayores de 65 años (como es el caso de Manuela).
La evolución del coronavirus en nuestro país también les sirvió a ambas de “empujón” para formar parte del ensayo de una vacuna que está desarrollando la empresa belga Janssen. Los numerosos brotes que se vienen desarrollando en nuestro país junto con el incremento de casos han provocado que Manuela y Elisa hayan decidido ser parte de este proyecto médico que también se producirá fuera de nuestras fronteras.
Además, Elisa contaba que el miedo no les frena. Al contrario, la seguridad que le transmite el servicio sanitario la tranquiliza: “Entiendo que la gente tenga miedo. Pero yo creo que una fase dos de un ensayo como este en un hospital público y dentro de un proyecto grande ofrece una seguridad inmensa”, aseguraba.
Madre e hija cuentan con una suerte, que ahora más que nunca se valora. Y es que, no tienen entre sus allegados a personas que hayan superado el virus o que incluso hayan fallecido.
Afrontan esta experiencia con muchísima ilusión y sobre todo, con ganas de que pronto se obtenga esa esperada vacuna que nos permita volver a la vida que teníamos antes.