Semana Santa 2022: no habrá restricciones por la pandemia, pero sí por los precios

Arrastramos 6 meses de subidas en el precio de la energía, los carburantes y los alimentos y la invasión de Ucrania los ha disparado aún más. También al alza los paquetes turísticos que se han encarecido en torno a un 12 por ciento. La incertidumbre económica ha llevado a muchas familias a replantearse las primeras vacaciones de Semana Santa sin grandes restricciones por la pandemia, pero sí en muchos hogares por la inflación.

Varias son las estrategias desplegadas para salir sin dejarse todos los ahorros. Las más frecuentes reducir el número de días de viaje, optar por visitar a familiares y amigos para no tener que hacer frente al coste de un hotel, reservar los billetes de tren o avión con antelación para obtener así mejores tarifas o planificar bien las gasolineras en las que van a repostar a lo largo de la ruta.

Es el caso de Isabel, de 28 años, y de Simón, de 30, que van en coche a pasar unos días en su apartamento en la localidad alicantina Calpe dispuestos a permitirse algunas licencias, pero con la calculadora en mano.

“A ver hemos hecho un cálculo, pero tenemos tantas ganas de salir un poco de Madrid y desconectar del trabajo que nos compensa. Además, siempre tenemos una aplicación que nos permite calcular dónde es más ventajoso repostar gasolina” explica a COPE Isabel. A su lado, Simón le pone cifras “solo la subida de los carburantes nos supondrá 20 euros más por trayecto”.

Pero no todo van a ser restricciones nos cuentan: “Tomaremos alguna paella y helados, algún capricho habrá que darse ya que sales un poco después de dos años horrorosos que llevamos en los que parece que solo pasan cosas horribles”.

María se va a Valencia toda la semana a visitar a sus familiares. Saldrá en tren desde Madrid y hace tiempo que ya tiene sus billetes “me cojo el AVE con la tarifa más barata y me ha salido por 38 euros ida y vuelta”.

Otros más que por el mar optarán por el interior como Luisa que ha invitado a unos amigos a su casa situada en un pueblo en Valladolid. A Castilla y León también quiere ir Mario, aunque todavía no tiene nada contratado a que según nos dice “solemos dejarlo para última hora”.

Berta ha optado en cambio por no salir y guardarse los días para el puente de mayo no tanto por problemas económicos como porque calcula que en Semana Santa habrá bastante más gente al ser la primera tras dos años consecutivos de restricciones por el COVID.

Para Evelyn el problema sí es costearse ahora unas vacaciones familiares: “voy a estar en casa porque no podemos salir, hay que pagar la hipoteca, el coche, los colegios, la comida, todo y no es ahora un buen momento para hacer un viaje”.

Como ella según el último informe FOESSA de Cáritas 4 de cada 10 familias en situación vulnerable no pueden disfrutar ni tan siquiera de una semana fuera de casa al año. El porcentaje roza casi el 50 por ciento en hogares con niños.

Parón en las reservas por la guerra y activación de última hora

En el sector hotelero reconocen que la inflación y la incertidumbre especialmente a raíz de la guerra en Ucrania han provocado un parón en las reservas en los últimos días, pero confían en que haya algunas de última hora animadas por ejemplo por una buena climatología en algunos de los destinos turísticos. De momento lo que se espera es que el inicio de la semana sea inestable y lluvioso pero que termine con sol y ambiente cálido a partir del Viernes Santo.

“El año pasado en Semana Santa en plenas restricciones perimetrales estuvimos al 50 por ciento de ocupación con respecto a 2019 y este año calculamos que estaremos en torno a un 15 por ciento por debajo de los niveles pre pandemia pero es cierto que hay incertidumbre en esta Semana Santa que pensábamos que iba a ser el punto de inflexión hacia la recuperación del sector” explica a COPE José Luis Yzuel, presidente de Hostelería de España.

En Exceltur, que agrupa a las 35 principales empresas turísticas españolas, cifran en un 7 por ciento la caída de las reservas turísticas para Esta Semana que ha supuesto la invasión rusa de Ucrania. A tan solo horas del inicio de las vacaciones para muchos constatan que se están acelerando las reservas de “última hora”.

Su vicepresidente José Luis Zoreda considera que el sector que ya ha visto divididos a la mitad los ingresos durante la pandemia, solo podrá repercutir en los viajeros el 24 por ciento de los gastos extra a los que las empresas están haciendo frente por la inflación. Piden al Gobierno un plan estratégico y que destine para ello parte de los fondos europeos.

Un Ejecutivo que, de momento, no se plantea intervenir. Según explicaba la semana pasada el secretario de estado de Turismo, Fernando Valdés, "estamos haciendo un seguimiento prácticamente a diario de los precios de la oferta de viajes pudiendo responder si en algún momento hubiera una afectación sobre la demanda que adía de hoy aún no apreciamos".

Para Javier Gándara al frente de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA): “A pesar del entorno de precios altos que tenemos yo creo que lo más normal es que los que a habían reservado se animen a viajar. No suele ser habitual cancelar. Y en este momento estamos de tener porcentajes de reservas del 80 o 90 por ciento de lo que suele ser normal para estas fechas y, de media, los aviones no van tan llenos como antes”.

Aunque hay muy distintos tipos de viaje señala “una parte importante de la gente que se mueve en Semana Santa es gente que vuelve a su lugar de origen a visitar a sus familiares y allegados y ya tienen el alojamiento de forma que el coste se limita al transporte y a los gastos de estar allí”.

Según los cálculos de la Asociación Corporativa de Agencias de Viajes Especializados (Acave), que aúna 450 empresas, los precios de los paquetes turísticos para Semana Santa subirán una media del 10-12% debido al encarecimiento de los combustibles, pese a lo cual las reservas están aumentando entre un 40 y un 50% sobre el año pasado.

A pesar del impacto de la guerra, no se están registrando cancelaciones y crece la reactivación del turismo nacional y a menor ritmo el internacional. Canarias se sitúa como el primer destino, seguido de Cataluña, Comunidad Valenciana, Andalucía y Baleares y también repunta el turismo urbano y el rural, así como los destinos ligados a las celebraciones de Semana Santa, sobre todo Andalucía.

En el ámbito internacional, las capitales europeas vuelven a situarse como destinos principales y hay una "fuerte" demanda hacia destinos del arco mediterráneo (Egipto, Túnez y Marruecos), además de hacia Estados Unidos, Nueva York fundamentalmente, y, en menor medida, hacia América Latina (México y República Dominicana).

En el mercado receptivo la llegada de turistas internacionales crece a un ritmo algo menor (entre el 30 y el 40%) frente a 2021, con Francia, Reino Unido y los países del Benelux como primeros emisores, seguidos de los países nórdicos, Portugal y Estados Unidos.

Para la campaña de verano, en función de cómo evolucione la invasión de Ucrania, creen que España puede resultar beneficiada por el descenso del turismo en los países más próximos al conflicto y en países competidores como Turquía, aunque le preocupa el impacto de la subida de los precios en el poder adquisitivo de los ciudadanos.