La situación en los embalses: "Si la sequía persiste en primavera llegarán las restricciones a la cuenca sur"

En este informe COPE analizamos la situación por cuencas hidrográficas y CCAA

Lorena Fernández

Publicado el - Actualizado

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A falta de completar los registros del mes de febrero este mes y el anterior marcan un nuevo hito en cuanto a la falta de lluvias en España. Estamos ante el arranque de año más seco desde el 2000. Hoy el agua embalsada en nuestro país es del 44,3%. Hace justo un año era de casi 20 puntos más. En este informe COPE analizamos la situación por cuencas hidrográficas y CCAA.

No todas las provincias y regiones están igual pero sí hay unanimidad en un hecho: la sequía prolongada que ha traído este inicio de 2022. Apenas ha llovido en muchos puntos de España en estos casi dos primeros meses del año. En la misma semana de 2021 el agua embalsada era del 63,38%. Cifras muy similares a la media de la última década que se queda en casi el 63%.

EVOLUCION POR CUENCAS HIDROGRÁFICAS

En primer lugar encontramos la cuenca interna del País Vasco con casi el 100% de su totalidad. Se queda en concreto en el 95,24% sin variación con respecto a la semana pasada. A continuación está la del Cantábrico oriental con un 82,19% y la del Tinto, Odiel y Piedras con el 74,24%. Tampoco en ambas se registran variaciones con respecto a la semana anterior. Ya a partir de ahí sí se anotan bajadas en prácticamente las siguientes de hasta medio punto. Así la del Ebro tiene un 65,05% de agua embalsada, la de Galicia costa un 61,84% y la del Cantábrico oriental un 61,78. Después encontramos Cataluña interna (54,95), Júcar (54,85), Miño-Sil (53,14), Duero (49,86) y Tajo (45,42%). Y con mucho menos de la mitad de su capacidad y una situación más preocupante la del Segura (33,77), Guadiana (30,33), Mediterránea Andaluza (29,98), Guadalete-Barbate (29,5) y la del Guadalquivir (28,47).

Para que nos hagamos una idea de la gravedad de estas últimas la media de los últimos diez años en la de Guadalate Barbate es del 65,14. Hace un año además el agua almacenada en ella era de casi 17 puntos porcentuales más. En la del Guadalquivir la media de la última década es del 62,25%. Hace un año el agua embalsada en ella era de casi 13 puntos más. Y en contra de lo que se pudiera pensar también las cuencas que mejor evolucionan sufren esta sequía. La del Cantábrico oriental hace un año contaba con casi 10 puntos más porcentuales. La del Tinto, Odiel y Piedras sumaban cinco.

SITUACIÓN POR CCAA

Va en la línea marcada por la evolución de las cuencas hidrográficas. A la cabeza de todas ellas Navarra con un 82,04% de agua embalsada seguida muy de cerca por el País Vasco con el 80,95. Ambas se disparan con respecto al siguiente escalón en el que entran, por este orden, ocho CCAA. Cantabria con el 66,09% de agua embalsada. Aragón (63,10%), La Rioja (62,97), Asturias (61,16), Galicia (56,61), Cataluña (56,05), Madrid (55,75) y Comunidad Valenciana (51,33).

Son las diez regiones que mejores datos presentan porque ya a partir de ahí cinco tiñen el mapa de color claro. Son Castilla y León (49,38), Extremadura (38,08), Castilla-La Mancha (37,45), Andalucía (31,16) y Murcia (con tan solo el 21,62%).

La situación por provincias también difiere bastante entre sí. Tres destacan sobre el resto. Guipúzcoa con el 93,10% de agua embalsada, Tarragona con el 88,19 y Navarra con el 82,04. Después por encima del 50% de su capacidad encontramos a las provincias de Zaragoza, Valencia, Pontevedra, Lugo, Madrid o Burgos. Por debajo de ese umbral se sitúan Ávila, Castellón o Palencia. Y ya en la situación más preocupante Almería (7,14%), Murcia (21,62) y Córdoba (23,22). Si echamos atrás en los registros históricos el año pasado el agua embalsada en Almería era del 9,82%. En los diez últimos años la media se ha quedado en casi el 13. En Murcia la diferencia con respecto al año pasado es de siete puntos menos. En Córdoba se amplía la brecha hasta con diez puntos menos.

POCOS PRECEDENTES DE UN INICIO DE AÑO TAN SECO

Es en lo que coinciden los expertos. Los datos así lo confirman como nos ha contado a COPE Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología. 'Estos dos primeros meses del 2022 están entre los tres comienzos de año más secos desde los 60. El inicio de año más seco fue el 2000 que tuvo precipitaciones de en torno a 35 litros por metro cuadrado, similar a lo de ahora a falta de que termine este mes de febrero. Si miramos al año natural en conjunto fue el 2005. Entonces se recogieron 451 litros por metro cuadrado frente al más lluvioso, el de 1963, con 903 litros por metro cuadrado'.

¿Lloverá en las próximas semanas para paliar la situación? Pues no parece que vaya a producirse y si lo es será muy leve. 'Los pronósticos por lo menos hasta donde llegan las predicciones a medio plazo, hasta bien entrada la primavera, indican que las lluvias estarán muy por debajo de lo normal sobre todo en la primera quincena de marzo. Y marzo y abril podrían ser más seco de lo normal en nuestro país'. José Miguel Viñas, meteorólogo, afirma en COPE que 'si las lluvias no llegan sobre todo en el mes de abril -que habitualmente es lluvioso- entraremos en una fase nueva de la sequía en la que ya podría haber restricciones y tener cierta magnitud'. En este punto pone el foco en las cuencas hidrográficas del sur de España. 'Están bastante por debajo de la media. Si la situación persiste habrá que empezar con las restricciones inicialmente al riego y si la cosa persiste habrá que hacerlo con el consumo de agua en los ciudadanos. Pero sería algo limitado y no todo el país. Normalmente cada década suele haber un año de sequía de cierta magnitud'.

Le preguntamos a ambos por el impacto que el temporal de nieve 'Filomena' tuvo en el 2021 a nivel hídrico. Coinciden en que no fue un punto de inflexión porque ya hay varios años en el que este tipo de fenómenos ocurren con más frecuencia. Viñas nos dice que 'el clima se está volviendo cada vez más extremo y esto ocurre de forma más frecuente'. Del Campo incluso afirma que en contra de lo que se piensa 'enero de 2021 aunque fue algo más húmedo de lo normal ha habido eneros con más precipitaciones'.