Siete años sin Pedro Reyes: El chiste del humorista que hoy todavía recuerdas
El 25 de marzo de 2015, España decía adiós a uno los genios ilustres del humor de nuestro país. Nacido en Tánger, Pedro Reyes dedicó su vida a sacar las carcajadas del público
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Madrid - Publicado el - Actualizado
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Sin duda una de las referencias absolutas del humor en nuestro país. Un hombre que disfrutaba con su trabajo y que nos hizo reír hasta el último de sus días. Hoy, 25 de marzo precisamente, se cumple una triste efeméride para la comedia de nuestro país; tal día como este, en Valencia falleció Pedro Reyes, uno de los maestros de la comedia moderna española.
Sus orígenes, sin embargo, nos llevan al extranjero. De hecho, hay que cruzar el estrecho de Gibraltar para llegar a Tánger en 1961, ciudad en la que el humorista vivió sus primeros años, cuando ya pertenecía a Marruecos desde cinco años antes y había dejado de ser zona internacional. A pesar de ello, pasó toda su niñez y adolescencia en Huelva,2 de donde es su madre. Es en esta ciudad donde Pedro comenzó su andadura por el mundo de la escritura y el teatro.
Con el paso de los años, su popularidad fue aumentando, hasta el punto de convertirse en una absoluta referencia del mundo del humor. Pedro Reyes escribió y dirigió en diferentes formatos para televisión y cine. Llevó a cabo el cortometraje El niño pollo, estrenado en la Gran Vía de Madrid y emitido en la sesión golfa de los cines Renoir durante tres semanas. Fue vendido a cinco países y emitido en Canal +.
En 2013 estrenó las obras de teatro Las hermanas Wuachosky y Sapore di Amore, ambas escritas y dirigidas por él mismo. También estaba preparando un largometraje.
Su amistad con Pablo Carbonell
Otro de los grandes impulsos de su carrera, llegó junto con el crecimiento exponencial de El Club de la Comedia, programa en el que permaneció durante años haciendo monólogos y disfrutando con el público, esa gente que se paraba a escuchar las aventuras del humorista.
Con quien también desarrolló una gran amistad fue con Pablo Carbonell. Durante años caminaron juntos en el mundo del humor, llegando a realizar varias actuaciones y trabajos juntos. Ambos salieron de Huelva (aunque Pablo nació en Cádiz) y se lanzaron a la aventura. Comenzaron haciendo teatro para niños. Carbonell hacía de mimo: “Conseguimos algo que muy pocos chavales tenían entonces: la libertad. Todo el mundo de nuestra edad, 16, 17 años, vivían bajo los rigores de la educación normal. Hacíamos lo que queríamos. Éramos los más felices de nuestra generación. Fue gracias a empezar a trabajar en algo tan misterioso y alucinante como el teatro”, contaba el humorista.