¿Son seguras las reseñas de las webs para realizar compras online?

El comercio online se va a disparar en España otro 30 por ciento en 2022

Carmen Labayen

Publicado el - Actualizado

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Las compras online han pasado de ser un recurso a convertirse en una necesidad para muchos desde que empezó la pandemia. Entre 2019 y 2021 ha aumentado un 16 por ciento el número de personas que compra a través de Internet en nuestro país. Y para este 2022, los expertos consultados por COPE hablan de un incremento de entre un 20 y un 30% con 8 de cada 10 usuarios comprando habitualmente online.

Antes de llevar a cabo una compra 7 de cada 10 personas miran las reseñas, es decir, esas opiniones o comentarios que dejan los usuarios en función de si el producto comprado o el servicio prestado les ha resultado satisfactorio o no. Lo normal es recurrir a aquellos portales mejor valorados en función del producto que se quiera comprar, pero también se corre el riesgo de engaño.

Hasta tal punto está llegando la situación que este miércoles hemos sabido que la Unión Europea va a lanzar una nueva ley en mayo para proteger a los consumidores de reseñas engañosas. Y todo después de hacer una investigación en tiendas online, páginas de reservas, motores de búsqueda y comparadores de precios de 26 países y de concluir que al menos el 55 por ciento de los sitios web violan la normativa actual aplicable a esas valoraciones por diferentes motivos, entre ellos, por no informar a los usuarios de cómo se recogen y procesan las reseñas.

Y es que solo se puede hablar de reseña válida cuando el consumidor ha realizado previamente una compra del producto o del servicio que está valorando, algo que debe ser verificable y estar también a disposición de quienes están barajando con ese comentario esa misma compra.

¿Cómo comprobar la autenticidad de una reseña?

Los expertos en marketing digital nos llaman a desconfiar perfiles que hacen valoraciones con enlaces, demasiadas explicaciones o mucho contenido extra como fotos o vídeos ya que lo más probable es que sean más publicitarios que otra cosa. También deberemos ser vigilantes si el usuario que suscribe el mensaje solo ha opinado siempre de productos de una misma página, porque suele tratarse de un perfil creado por la marca o si carece de datos personales, foto de perfil o utiliza imágenes genéricas, porque puede que no sea real.

“Para identificar un comentario prefabricado, lo primero es seguir el rastro de las personas que ponen las reseñas. También se pueden encontrar por la forma en la que están redactadas, si están puestos como auténticos y se ven cosas raras en la redacción, seguramente sean de ese tipo de comentarios automáticos que se pueden comprar” explica a COPE José Ruiz, experto en neuromarketing.

Hay también aplicaciones como Fakespot que permiten distinguir falsos comentarios de los reales. Basta con descargarlas y cuando estás mirando un producto con la misma referencia que compartirías con otra persona para enseñarle lo que te interesan rastrean todas esas reseñas y valoran su calidad con letras de la A a la D, siendo la A la de comentarios de mayor autenticidad y la D de los más fabricados.

José María Baeza compra habitualmente online, se fija especialmente en las reseñas de ropa y salvo que haya muy pocas opiniones o valoraciones suele tomar buena nota de lo que dicen otros compradores.

“Yo me fio en la mayoría de los casos, pero a veces sí que lo que lees te parece que lo ha encargado el dueño, pero por lo general sí que me fío” señala.

En juego bastante más que lo que compramos

Pero, aunque pensamos que es exactamente lo mismo, comprar online no es igual que comprar en una tienda física. En el caso de las ventas por Internet cada compra que hacemos se almacena en servidores por todo el mundo y se utilizan. Hay empresas que saben casi más de nuestras preferencias de lo que lo somos conscientes nosotros y eso da miedo porque va bastante más allá de que nos puedan engañar o estafar con unos comentarios fabricados o comprados.

En realidad, y como explica en COPE el neurocientífico Alex Gómez Marín del Instituto de Neurociencias de Alicante “las tiendas online no son la misma para todos, sino que están personalizadas en función de nuestros gustos y costumbres en forma de algoritmo que se alimenta con cada nueva compra digital que hacemos. Es lo que les permite enseñarnos cosas que tenemos muchas más posibilidades de comprar, pero el mismo mecanismo utilizado por ejemplo en el terreno político tiene ya otras implicaciones. Y es que aquí ya no estamos hablando de si me compro unos zapatos o un libro sino de hasta qué punto no pueden incluso influirnos en nuestro voto”.

Lejos de ser una trama de película Ciencia Ficción “está demostrado”, asegura.