Sophie Turner cumple 25 años: la depresión que la hundió y la confesión adolescente que no gustará a Joe Jonas
La actriz que dio vida a Sansa Stark en 'Juego de Tronos' vivió una de sus épocas más difíciles precisamente durante su paso por la serie
Madrid - Publicado el - Actualizado
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A pocos meses de que se cumpla el segundo aniversario del final de Juego de Tronos, una de las series más aclamadas y populares de la historia continúa muy vigente en la cultura popular. Por eso, los actores que aparecieron en la también conocida como 'GOT' siguen de moda: hagan lo que hagan en la profesión, la gran mayoría de ellos son reconocibles por haber aparecido, con mayor o menor protagonismo, en la producción de HBO.
Sophie Turner no es una excepción a la regla, aunque la popularidad de la que goza la intérprete británica también viene dada por su matrimonio con el cantante Joe Jonas. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce en la vida de quien fuera Sansa Stark en la adaptación televisiva de la saga literaria Canción de hielo y fuego: la actriz, que este domingo cumple 25 años, pasó uno de sus peores momentos precisamente durante su etapa en Juego de Tronos.
La depresión y la ansiedad por las críticas que recibía su personaje a través de las redes sociales tuvieron la culpa. “Simplemente, me lo creía. Yo decía ‘Sí, tengo pecas. Estoy gorda. Soy una mala actriz’. Iba al departamento de vestuario a decirles que me estrechasen el corsé un montón de veces. Me volví muy maniática conmigo misma”, reconoció durante una entrevista mientras la serie todavía estaba en emisión.
“La sensación de soledad empeoró por el hecho de haber elegido mi carrera en vez de ir a la universidad, como el resto de mis amigos o mis dos hermanos. No tenía motivación para hacer nada ni para salir. Ni quería ver a mis amigos. No salía ni iba a comer con ellos”, se sinceró también Turner entonces.
No había forma de que su estado anímico mejorase. De hecho, era cada vez menos llevadero: “Tan sólo lloraba y lloraba y lloraba mientras me cambiaba y me ponía la ropa. Me decía ‘No puedo hacer esto. No puedo salir fuera. No hay nada que me apetezca hacer”. Por supuesto, la enfermedad no fue cosa de un día para Sophie Turner, que apuntó que llevaba cinco o seis años padeciendo esa depresión que hizo pública.
La actriz llegó a tener pensamientos aún peores antes de sufrir este problema. “Es raro. Diría que no tenía depresión cuando era más joven, pero solía pensar un montón en el suicidio. Sin embargo, no sé por qué”, reveló en otro momento de máxima sinceridad durante la conversación en el podcast Phil in the Blanks que lo destapó todo.
A raíz de esta situación, Turner tuvo que medicarse, y acabó por superarlo todo. Por eso, tiene claro, desde hace tiempo, que “aprender a quererse a uno mismo es el mayor de los retos”.
La primera impresión de Sophie Turner sobre Joe Jonas que no gustará a su marido
Más allá de aquellos problemas de salud ya anclados en el olvido, la ex de Juego de Tronos vive una relación más que consolidada con Joe Jonas, al que conoció en 2016 y con el que se casó en 2019. Quién hubiera dicho que el amor surgiría entre ambos a tenor de la primera impresión que Sophie Turner tuvo sobre su actual marido.
“Mis amigos y yo no éramos fans de los Jonas Brothers. Había una banda en Reino Unido llamada Busted y tenían un éxito llamado 'Year 3000'. Era maravilloso y nosotros éramos grandes fans de Busted. Después, los Jonas Brothers hicieron una cover de la canción y le dieron fama mundial. Y Busted se separaron. Pensamos que era culpa de los Jonas Brothers, así que les odiábamos”, llegó a reconocer la actriz en una entrevista para Elle.
Tiempo después, tanto la productora de una película en la que trabajó como el propio representante de Joe Jonas, con el que Turner coincidió en una reunión, afirmaron lo mismo: ella y el cantante iban a llevarse bien si se conocían.
Dicho y hecho: Jonas le envió un mensaje a Turner ofreciéndole salir a tomar algo. “Esperaba que apareciera con seguridad y todo eso. Pensaba: 'Será un imbécil'. Así que traje a todos mis amigos para que me acompañasen a conocerlo, porque en el fondo de mi mente todavía me preocupaba que pudiera ser una farsa, o cualquier otra cosa. Sólo quería a mis amigos cerca de mí. Tenía a mis chicos duros. Estaba a salvo”, recordó ella sobre su primera cita.
Como supimos al cabo de un tiempo, hubo final feliz para la pareja: “Era un bar de mierda, un local sucio con buena música y gente vomitando en todas partes. Era tanto lo peor del mundo como lo mejor. No trajo seguridad. Trajo a un amigo, y bebieron tanto como el resto de nosotros. Recuerdo que los dos pasamos sólo un par de minutos en la pista de baile y luego encontramos un espacio en una esquina donde empezamos a hablar. Hablamos durante horas y horas y horas. Y me di cuenta de que no era una persona aburrida. No era una farsa. Y pronto nos volvimos inseparables y me fui de gira con él”.