Para acertar con los regalos, piensa y busca pistas
6 de cada 10 regalos acaban en plataformas de segunda mano
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Si estás a tiempo de rehacer la carta a los Reyes Magos, evita toallas, paraguas o calcetines. Son los más odiados en nuestro país. Para los chicos, apunta fuerte, por el contrario, alguna joya, riñoneras e incluso cosméticos masculinos. Un regalo con valor sentimental, algo relacionado con las aficiones o un detalle que no se puedan permitir, son en general los presentes más valorados. Afina, porque el 61% de los españoles vendrán en plataformas de segunda mano por regalos que no les gusten.
Acertar con los regalos implica dedicarle tiempo y mimo, también una cierta labor de detectives en busca de las pistas que nos ayuden a dar en el clavo ya sea en el entorno de la persona que lo va a recibir o incluso online. Sea como sea lo esencial es pensar en lo que le puede gustar o incluso emocionar.
“Lo más importante es conocer las necesidades que pueda tener la persona, cuáles son sus intereses, sus hobbies o actividades favoritas y también es importante escuchar lo que menciona en conversaciones cotidianas o fijarnos en pequeños detalles que nos puedan dar unas pistas valiosas. También pueden ayudarnos en su entorno a encontrar algo valioso para esa persona. Es un esfuerzo en tiempo y dedicación que dice mucho de ese vínculo emocional que se tiene con la persona a la que se regala”, explica en COPE la vocal del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid, Mercedes Bermejo.
Otra posibilidad para salir de dudas es recurrir a la Inteligencia Artificial tipo Chat GPT, a buscadores o a tiendas online en busca de ideas o de cómo materializarlas. Gema Diego es especialista en marketing digital en Súmate, apunta como principales tendencias a regalos experiencia, personalizados y sostenibles.
“Triunfa todo lo que tiene que ver con la experiencia como asistir a un concierto ó una suscripción a una publicación o a un servicio que nos interesa mucho; también objetos que demuestran que la persona que nos regala nos conoce bien, además de regalos personalizados con una foto nuestra, customizados o hechos a medida. Entre lo más buscado vemos sets de productos de cuidado personal, ropa y joyas personalizadas”, señala Diego.
Evitar la última hora, no imponer nuestros gustos y huir regalos genéricos son otras pistas para acertar. Para la experta en salud y bienestar emocional de Grupo Cero, Magdalena Salamanca: “si yo regalo a mi madre, regalo a mi hijo y regalo a mi marido, a veces algunos se dicen pues les compro a todos lo mismo y ya está ¿cómo vas a comprar lo mismo para todos si cada uno tiene su particularidad? Acercarse a lo que el otro quiere es un trabajo y tiene que ver con amar”.
“Más allá de un objeto lo importante es expresar también esa cercanía, ese interés, esa atención, esa conexión con la persona. Debemos intentarlo todo lo posible y, en caso de que no acertemos, siempre quedará el ticket regalo para que la persona pueda cambiarlo por otra casa. En ocasiones una tarjeta regalo o dinero directamente por ejemplo en el caso de jóvenes o adolescentes pueden ser directamente la opción que prefieren”, subraya Bermejo.
Las personas más difíciles de regalar, señala, son las que no conocemos bien, las que lo tienen todo y las muy exigentes; las más fáciles son las que nos facilitan y nos comunican sus gustos además de las que tienen aficiones.
“Hay mucho simbolismo en los regalos y al final la dificultad o facilidad depende de muchos factores, cuesta más regalar a los menos allegados o en las relaciones formales por la presión de que el obsequio sea acertado y equilibrado. También a veces es difícil regalar a la propia pareja cuando ya llevamos muchos años regalándole. Con niños y adolescentes es más fácil porque suelen tener gustos más definidos, deseos más específicos y más recursos y tiendas para orientarnos. Su respuesta emocional suele ser además inmediata y positivo lo que refuerza nuestra satisfacción como donantes”, afirma la psicóloga.
Según un estudio del comparador web idealo, el 27 por ciento afirma que el regalo que más odia son los paraguas, el 26 por ciento las toallas, el 25 por ciento los calcetines, el 23 por ciento las bufandas, el 19 por ciento la ropa interior y el 18 por ciento los pijamas. Aunque puede ser regalos útiles, no cumplen con las expectativas de sorpresa y emoción.
3 de cada 4 personas recibieron en Navidad al menos un regalo que no le gustó y que consideró devolver o cambiar. Y según el último barómetro de Cheertz los españoles prefieren los regalos sentimentales (42 por ciento), las relacionadas con las aficiones (36 por ciento) y los que no se pueden permitir (13 por ciento). Y otro detalle interesante: 6 de cada 10 prefieren regalar frente al 36 por ciento que prefiere ser el que recibe.