Dos años de ChatGPT: búsquedas más eficaces, pero no siempre fiables

Es esencial evaluar la calidad y veracidad de las respuestas

Carmen Labayen

Publicado el

8 min lectura

      
      
             
      

Más de 4 millones de personas son usuarias de ChatGPT en España, para buena parte de ellos, tanto en lo personal como en lo profesional, la IA generativa se ha convertido en un instrumento fácil de utilizar y con el que obtener respuestas en cuestión de segundos ya sea información, textos, datos, ideas o incluso códigos de programación ¿pero son fiables? No siempre, ni siquiera con las últimas versiones de esta tecnología que llegó al gran público hace justo 2 años.

Ya usemos ChatGPT o cualquier otra IA generativa y según los expertos consultados por COPE el valor del usuario para evaluar la calidad y veracidad de esas respuestas es más importante que nunca si queremos dar esquinazo a la desinformación. Depende de nosotros el volver a reformular las preguntas cuando algo no nos cuadra para comprobar si la información obtenida es correcta, y si está actualizada y libre de sesgo.

“¿De dónde sale esa información? También es una parte de nuestra responsabilidad como usuario validar que lo que estamos consumiendo como información de un chatbot o de cualquier otra fuente está verificado. Una de las fórmulas de las que disponemos es preguntarle a chatGPT que nos indique las fuentes de donde ha sacado la información, algo que nos puede ayudar a hacer esa evaluación de la calidad de la información que estamos manejando”, explica en COPE Esther Checa, directora global de innovación de T2ó ONE , empresa especializada en marketing digital y tecnología.

El espíritu crítico es una de nuestras principales bazas según nos cuenta Luis de la Fuente, investigador y profesor del Máster Universitario de Análisis y Visualización de Datos de UNIR: “solo si somos capaces de evaluar la respuesta que nos da la IA generativa buscaremos la forma de encontrar mejores respuestas, sin esa capacidad, daremos por válidos los resultados obtenidos aunque no sean inexactos o directamente falsos”.

Hay además plataformas especializadas en la verificación de datos y comprobadores de autentificación de las fuentes que nos ayudan a dar esquinazo a la desinformación, incluso herramientas de IA que determinan qué grado de fiabilidad tienen las diferentes partes de la respuesta obtenida.

Y es que, según explica Checa, “estamos expuestos a una tecnología con un potencial muy importante en cuanto a la alta eficiencia de sus respuestas pero que también tiene limitaciones de forma que no todas las respuestas son eficientes ni correctas”.

      
             
      

Para salir de dudas, ayuda contrastar con múltiples fuentes y comparar los resultados o consultar con expertos ya que siempre es más fácil encontrar inconsistencias o falsedades cuando uno domina un tema.

A juicio de Checa, “tenemos la impresión que ChatGPT y las otras IA generativas nos lo resuelven todo y de que nosotros no tenemos que hacer nada y esto no es correcto. El valor del usuario y del ciudadano está en evaluar si esas respuestas que estamos obteniendo están siendo óptimas, si están siendo correctas”.

Mayor concreción incluso obtenemos si preguntamos directamente a ChatGPT que apunta a las siguientes herramientas para verificar que un contenido es fiable:

      
             
      

  1. Motores de búsqueda confiables:

  • Google Scholar: Para confirmar información académica y consultar fuentes científicas.

      
  • Wikipedia (con cautela): Verifica las fuentes citadas en los artículos.

2. Plataformas especializadas de verificación de hechos:

  • FactCheck.org, Snopes, Maldita.es (en español): Estas plataformas analizan y desmienten información errónea o engañosa en diversos temas.

3. Herramientas para análisis de texto y fuentes:

  • CrossRef y CiteSeerX: Verifica citas y referencias en investigaciones académicas.

  • Turnitin o Grammarly (Premium): Detectan contenido plagiado o de baja calidad.

4. Búsqueda inversa de información:

  • Utiliza imágenes, frases o citas específicas en buscadores para encontrar su fuente original.

5. Comprobadores de fiabilidad de fuentes:

  • Media Bias/Fact Check: Evalúa el sesgo y la credibilidad de los medios de comunicación.

  • AllSides: Muestra diferentes perspectivas políticas y de opinión sobre un tema.

6. Bases de datos confiables:

  • PubMed, Scopus, y JSTOR para temas científicos.

  • The World Factbook (CIA) y Banco Mundial para datos económicos y demográficos.

7. Complementos de verificación automática:

  • Navegadores como Chrome y Firefox tienen extensiones que marcan contenido dudoso, como NewsGuard y Hoaxy.

Implantación desigual en España

La implantación de esta tecnología está siendo desigual en nuestro país, según subraya Checa y también menos masiva de lo que lo puede dejar entrever los muchos foros, conferencias y artículos dedicados a la IA generativa: “no es todavía una herramienta, por lo menos en España, que tenga una capilaridad como la alcanzada en otros mercados, por ejemplo, en en Estados Unidos donde está mucho más implantada”.

Según datos del medidor del consumo digital de referencia GfK DAM, en octubre de 2023, ChatGPT contaba con más de 4 millones de usuarios únicos mensuales en España, triplicando los aproximadamente 1,4 millones registrados en diciembre de 2022.

El uso de ChatGPT es más común entre hombres (2.246.118 usuarios) que entre mujeres (1.884.477 usuarias). Además, la Generación Z (16-24 años) muestra una afinidad un 144% superior a la media poblacional, seguida por los millennials (25-34 años) con un 63% más de afinidad, según recoge este mismo estudio.

En cuanto a dispositivos, el ordenador personal es el preferido, con más de 2,9 millones de usuarios únicos mensuales, mientras que casi 1,7 millones utilizan el móvil. Cada usuario dedica una media de casi dos horas al mes al uso de ChatGPT desde el ordenador, frente a solo 12 minutos desde el móvil.

Según datos de abril de 2024, ChatGPT contaba con aproximadamente 180,5 millones de usuarios activos mensuales a nivel mundial. De este total, Estados Unidos representaba el 11,17% de los usuarios, lo que equivale a aproximadamente 20,2 millones de usuarios activos mensuales en ese país donde 1 de cada 10 trabajadores la usan a diario y 1 de cada 4 semanalmente. Y, ahora mismo, la cifra de usuarios mundiales de esta tecnología ha escalado a los 250 millones de usuarios semanales activos, lo que equivale a 35 millones de usuarios diarios.

Chat GPT ha democratizado el acceso a la IA generativa

Independientemente de las cifras que crecen diariamente y han hecho florecer a la industria que da soporte a esta tecnología, la novedad que impulsó Open AI con ChatGPT fue hacer accesible y amigable esta tecnología a todo el mundo por medio de una interacción en forma de chat (un cambio de la interfaz antes mucho más técnica y compleja) y por un funcionamiento muy logrado que además se ha ido mejorando a lo largo de estos últimos años, según recuerda De La Fuente.

En cuanto al futuro de esta tecnología, para este investigador la clave será la usabilidad de las herramientas cada vez más especializadas que se están creando: “la evolución siguiente estará más en la forma en la que se va a presentar al usuario la IA generativa más que en nuevas funcionalidades que vuelvan a cambiar las reglas del juego”.

No considera De La Fuente que vayamos a vivir una revolución drástica tras el salto que sí supuso la democratización hace 2 años de la IA generativa: “se irá implantando de forma paulatina y se usará como una ayuda puntual en momentos puntuales. Es un craso error pensar que estamos en la antesala del reemplazo del humano”.

Otros expertos en T2ó ONE, sí equiparan a ChatGPT con lo que, en su momento, supuso la invención del fuego, la rueda, la imprenta, la máquina de vapor, Internet o los smartphones. Para Checa, ha facilitado y agilizado la forma de buscar y de procesar la información -que durante los últimos 25 años habíamos hecho por medio de buscadores como Google.

De momento, ha cambiado la forma de trabajar en muchos sectores, entre ellos, el marketing y la publicidad, el mundo de la creatividad y de la cultura sin contar con muchos servicios que recibimos en nuestro día a día, entre ellos, los de atención al cliente por medio de chatbots. Ha generado debates sobre los derechos de autor y sobre la autorización del uso de contenidos, de imágenes o voces incluso sobre si nos hace más tontos.

En el ámbito regulatorio, la Unión Europea ha liderado el camino al aprobar la primera legislación integral sobre inteligencia artificial, el AI Act. Un marco que clasifica los riesgos asociados a esta tecnología y establece restricciones para las aplicaciones de alto riesgo.

Una tecnología que está revolucionando la forma de aprender

Si hay un ámbito en el que ChatGPT y otras herramientas de este tipo están cambiando mucho el paradigma es en el educativo y académico. Los alumnos recurren a esta tecnología y los expertos consultados por COPE consideran que el resultado está siendo un cambio tanto en la forma de aprender como de enseñar. Permiten desde pedir a la máquina que te explique como se resuelve un problema matemático paso por paso a pedirle que te haga un trabajo o que te genere una pregunta de examen en el caso de los profesores.

“Nuestra forma de aprender durante muchos años se ha centrado más en el qué y en el cómo y no tanto en el por qué. Y ahora parte de nuestro reto utilizando esta tecnología es preguntarnos por el por qué de las cosas y es ahí donde podremos conectar con aspectos relacionados con un pensamiento más crítico y más divergente de las personas”, subraya Checa.

Por su parte, De la Fuente considera esencial saber manejar bien las herramientas que como recuerda “no entienden la ironía sino que actúan con literalidad sobre lo preguntado”. Recomienda por ello aplicar una correcta ingeniería con los prompts o frases que utilizamos en nuestras preguntas para obtener los mejores resultados posibles. Dar instrucciones claras y cortas, aportar textos en los que la IA se pueda apoyar y fragmentar los temas en asuntos complejos son algunos de los principales consejos.

Con todo y según admite “más importante que la forma de preguntar que podemos reformular todas las veces que queramos lo que importa es saber validar la respuesta y para ello es imprescindible fomentar y cultivar el espíritu crítico y las habilidades cognitivas sobre las tecnológicas desde la infancia ”.

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