Cómo evitar que tu perro sea envenenado al sacarlo a pasear

Veterinarios te dan las claves para prevenir el envenenamiento de tu mascota

Perro corriendo en un parque

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Una de las principales preocupaciones de los dueños de perros al sacarlos a pasear es que no se lleven nada a la boca que pueda suponer un riesgo para su salud. La amenaza más peligrosa en este sentido son los cebos envenenados. Se trata de comida muy apetitosa para el perro, pero que contiene algún tipo de veneno o sustancia tóxica, o bien clavos u otros objetos que pueden hacer daño al animal o llegar a provocar su muerte.

Hablamos con los doctores Álvarez de la Villa del Centro Veterinario Víctor de la Serna, en Madrid. Nos explican que “los perros normales no logran discernir  y se comerán ávidamente el cebo”. Además, los canes “muestran un comportamiento de búsqueda e ingestión muy sui generis, es lo que llamamos Síndrome del Perro Aspirador”. Se trata del hábito que tienen estos animales de engullir rápidamente cualquier objeto sospechoso cuando su dueño precisamente está intentando evitar que lo haga. 

Polvos sospechosos de ser venenosos en Chamartín (Madrid)

Estos polvos aparecieron en varios sitios por Chamartín (Madrid) y su avistamiento estuvo relacionado con la aparición de múltiples perros afectados con gastroenteritis hemorrágica y hepatitis de carácter sobreagudo.

Para minimizar los riesgos de envenenamiento, los consejos veterinarios son varios. En primer lugar, recomiendan sacar al perro con correa corta para evitar que se aleje demasiado de su dueño y se escape de su control. Se le puede dejar que olisquee tanto como quiera, pero, ante el lamido en el suelo o el intento de ingestión de cualquier objeto, aconsejan reprenderlo instantáneamente mediante un tirón o simplemente un no.

Por otro lado, está recomendado que se permita al can jugar y socializar con otros de su misma especie. Mientras está entretenido haciéndolo no está inmerso en la actividad de búsqueda e ingestión. Además, aconsejan que no se permita al perro el comportamiento de búsqueda bajo matorrales y arbustos, donde nos es muy difícil comprobar qué puede haber. En el momento en el que la mascota empieza a hacerlo o a intentarlo lo mejor es poner fin a la estancia en el parque y volver al domicilio.

Bozales y expertos en educación canina

Asimismo, es muy importante sacar a los perros de casa tras haber comido una ración completa y nutritiva, ya que un animal saciado es menos proclive a la ingestión de cebos que otro que tenga hambre. Y, en última instancia, en casos extremos de terquedad y de perros aspiradores existe la posibilidad de apoyarse en el uso de bozales y en buscar ayuda educativa de expertos en educación canina que trabajen para modificar el comportamiento del can.

No obstante, lo ideal sería evitar que hubiese personas que se dediquen a colocar cebos envenenados para hacer daño -o incluso matar- a los perros. Es por esto que el consejo veterinario es “educar desde la infancia hacia el respeto, la empatía y otros valores cívicos”. Y, en paralelo, la solución también pasaría por “mejorar la legislación acerca de la distribución de venenos como plaguicidas, insecticidas, herbicidas y otros que pueden tener destinos tan funestos”. Concretamente abogan por “controlar los centros de distribución y realizar una trazabilidad de los productos dispensados”.