Estas son las razones por las que los perros se restriegan en el suelo
Tener un perro es una gran experiencia. Sin embargo, esto también significa que seremos testigos más de un a vez de algún que otro momento que nos hará pensar si le ocurre algo
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Tener un perro es una gran experiencia. Sin embargo, esto también significa que seremos testigos más de un a vez de algún que otro momento que nos hará pensar si le ocurre algo a nuestro amigo de 4 patas. Un ejemplo, cuando se tumban y restriegan su espalda contra el suelo, como si su vida dependiera de ello. Y no ayuda mucho que mientras lo hacen pongan cara de estar disfrutando.
Probablemente en esos momentos pensaras que no está bien o que le pasa algo. Pero la realidad es algo mucho más simple de lo que parece. La razón por la cual hacen esto es simple y llanamente que les pica la espalda (tal y como lo lees).
Si nos paramos a pensar por un momento, hacer esto tiene sentido. Los perros también son seres vivos y pueden experimentar picores, como nosotros, la diferencia está en que ellos no pueden rascarse la espalda con sus patas porque no llegan. Así que hacen algo que seguramente habrás hecho cuando eras pequeño: rascarse contra algo para aliviar el picor. Sin embargo, esta no es la única razón que tienen para hacer esto.
Buscan refrescarse
Otra razón para hacer esto es que buscan el frío. Esto ocurre porque los perros, al igual que nosotros, también tienen glándulas sudoríparas, aunque en muy pequeña cantidad, en sus almohadillas, nariz, y boca (liberan el sudor a través de jadeos). Sin embargo, estas glándulas no están en el resto de su cuerpo. Por lo que, si han estado haciendo una actividad física intensa que les haga sentir calor, no podrán enfriarse fácilmente. Por lo que restregarse contra una superficie que retiene el frío es para nuestros amigos peludos una buena forma de refrescarse.
Táctica defensiva o de sumisión
Rodar sobre su espalda ante un ataque puede ser una buena técnica de protección. De hecho, nuestros perros a menudo toman esta postura jugando con otros perros, pudiendo así usar sus cuatro patas para evitar que su supuesto "atacante" se acerque a su cuello. Un estudio de la Universidad de Sudáfrica y de la Universidad de Lethbridge, se reafirma sobre esta hipótesis sobre la sumisión. Pues en realidad con esto lo que hacen es evitar mejor los mordiscos y así poder recuperar la ventaja en el enfrentamiento, ya sea por juego o por un encuentro de agresividad genuino.
Sin embargo, en un contexto específico, puede significar que al hacer esto muestren sumisión y vulnerabilidad, porque nos están mostrando su parte más indefensa como un signo de respeto y confianza. Se pueden distinguir perfectamente cuando es por defensa y cuando es por sumisión, observando el resto de su lenguaje corporal. Pues, cuando nos ofrecen su tripa como señal de aprecio, suelen tener las patas flexionadas y relajadas, al mismo tiempo que mueven la cola. Si tu perro hace esto te está pidiendo que lo toques y le des unos cuantos mimos.
Una forma de enmascarar su olor
Aunque los perros no tienen depredadores naturales, no podemos olvidar que vienen de los lobos. Por lo que algunos de sus instintos de supervivencia siguen presentes en nuestras mascotas.
Hay veces que los revolcones de nuestros perros se producen en sitios que, para nosotros, son asquerosos e inimaginables. El olfato es un sentido privilegiado para los perros, pues cuentan con 300 millones de células receptoras olfativas, mientras que nosotros solo tenemos de una 5 a 10 millones. Además, tienen el órgano de Jacobson, que les permite captar olores bajo el agua y procesar sustancias orgánicas volátiles que escapan a nuestras capacidades.
Cuando ruedan sobre su espalda en estos restos asquerosos lo hacen para cubrir su propio olor, respondiendo a su instinto de protegerse ante los depredadores reales o imaginarios que pudieran encontrarse. Además, el segundo objetivo de esto es "disfrazarse" de cara a la cacería. Nada mejor que el sigilo y la discreción para que tu presa no detecte tu olor, y así garantizar el éxito y la supervivencia. Pero, esto no quita que la salida al campo termine convirtiéndose en un perro pestilente que tenemos que bañar. Aunque tampoco es que podamos hacer mucho, dado que este comportamiento forma parte de su naturaleza.
Presencia de parásitos externos o alergias
Si nuestra mascota se revuelca con mucha frecuencia y se rasca demasiado, significa que puede tener pulgas o garrapatas. Por lo que debemos llevarlo al veterinario lo antes posible. También puede ser debido a que tenga alguna alergia o problema de salud. Pero, si se realiza heridas a causa de este comportamiento o parece ser algo obsesivo, lo más adecuado es llevarlo al veterinario.