Un perro recorre más de 90 kilómetros y el verdadero motivo te sorprenderá

Cleo es una perrita que llevaba una semana perdida en Olathe, Kansas. Esta ciudad se encuentra ubicada en el condado de Johnson y cuenta con una población aproximada de 125.872 habitantes. Por tanto, cuenta con una densidad considerable como para que el animal viviese una aventura sin precedentes.

Este labrador se perdió. Cleo estaba dando un feliz paseo con sus dueños cuando de repente le perdieron el rastro. Esa gran compañera de aventuras que había hecho las delicias de su familia desaparecía y la daban hasta por muerta. Sin embargo, sus dueños decidieron jugar una última baza. A través de Facebook, los familiares explicaron que su mascota se había extraviado y pedían ayuda desinteresada para poder ubicarla.

Jugaban con ventaja. Y es que, uno de los mayores errores que cometen los dueños de mascotas es no actuar con celeridad. Los humanos tienen que tomar medidas inmediatas como publicar fotografías del animal en redes sociales, llamar a refugios y colocar carteles para encontrar a su mascota cuanto antes. Por ello, los dueños de Cleo actuaron en consecuencia y tenían una posibilidad bastante alta de recuperarla sana y salva. Sobre todo, por la rapidez con la que “movieron hilos” para que su familia se reestructurase de nuevo.

El inesperado final que te dejará sin palabras

Tras ese desesperado mensaje en Facebook buscando un mínimo indicio de que su mascota estaba viva, la familia del labrador recibió la noticia que les haría recuperar de nuevo la sonrisa. Un hombre les contactó y les contó que habían encontrado al can. Lo que no esperaban era donde estaba Cleo… ¡A más de 90 kilómetros de distancia!

La persona en cuestión que hizo la llamada fue Colton Michael. Tanto él como su esposa acababan de llegar a su casa de Lawson, en Missouri, cuando se percataron de que había un perro recostado pacientemente en la entrada de su vivienda.

Así contaba el relato Colton Michael en declaraciones a la reconocida cadena televisiva CNN: “Cleo estaba acostada en el porche de la puerta principal. Solo estaba acostada allí. Parecía esperar a alguien”. En un primer momento, Cleo no les dejaba acercarse. Estaba atemorizada. No llevaba collar, pero estaba aparentemente limpia y cuidada.

Por este motivo, Colton actúo con toda la paciencia del mundo con un objetivo muy claro: ganarse poco a poco la confianza de esta preciosa perrita que solo pedía ayuda, y sin necesidad de palabra. La mayoría de ocasiones los animales hablan con una simple mirada. Y eso hizo Cleo. Al final, consiguieron ponerle una correa para llevarla al veterinario y comprobar que su salud era la adecuada. Lo revelador de la historia es que el veterinario descubrió que la perrita tenía microchip y les revelaron el nombre del amo. Al escucharlo, la pareja se quedó boquiabierta.

La familia del labrador había residido en esa vivienda, antes de que esa nueva pareja se instalase en ese nuevo hogar. Cleo, por tanto, recordaba esa casa y le traía entrañables recuerdos. Una historia que tuvo un bonito final. A través de Facebook, pudieron dar con ellos y vieron cómo en sus últimas publicaciones efectivamente los dueños de la mascota habían compartido fotografías de la perrita para explicar su desaparición. Michel les llamó para comunicarles la buena noticia. Cleo estaba sana y salva e iba a poder volver a su hogar.

Una historia que las dos familias jamás olvidarán y que también demuestra el esfuerzo que había hecho la perrita para volver a reunirse de nuevo con sus dueños. El viaje, desde luego, tuvo que dejarla agotada pues… ¡tuvo que llegar a cruzar una frontera, atravesar un río y un puente!

Menos mal que ella no sufrió ningún daño y el relato ha acabado bien. Cleo y su familia se han vuelto a reencontrar y viven una nueva oportunidad.