Los secretos tras las fotografías del cuerpo sin vida del Che Guevara, escondidas en un pueblo de Zaragoza
Las fotografías son propiedad de Imanol Artega, el sobrino del misionero español que se trajo consigo desde Bolivia todas las imágenes del revolucionario fallecido
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Muchos recuerdan la muerte del revolucionario Che Guevara. Durante el combate de Quebrada del Churo, el 8 de octubre de 1967, Guevara fue herido de gravedad a causa de un bala, fue hecho prisionero y recluido.
Una vez capturado, fue llevado a la escuela de La Higuera, donde le esperaban dos altos cargos del gobierno de Bolivia y un agente de la CIA, Félix Rodríguez, quien sacó la última fotografía del Che con vida. No sería hasta el 9 de octubre cuando Bolivia anunció la muerte del revolucionario. Su cuerpo fue trasladado a Vallegrande y se colocó encima de un lavadero de mármol, donde además fue fotografiado. Posteriormente, los militares decidieron enterrarlo en una fosa común.
Las fotografías del cuerpo del Che Guevara sin vida han recorrido el mundo y marcaron un antes y un después en las experiencias guerrilleras. No obstante, y lo que no muchos saben, es que son pocas personas en el mundo quienes tienen los negativos auténticos y originales de aquellas imágenes, y una de esas personas es Imanol Arteaga, un español residente en Ricla, una pequeña localidad de unos tres mil habitantes en la provincia de Zaragoza.
La verdad tras las fotos del cuerpo sin vida del Che
COPE.es se ha puesto en contacto con Imanol Arteaga, quien nos ha contado que las fotografías son en realidad propiedad de su tío Luis Cuartero, un misionero español destinado en Bolivia durante aquellos años, quien finalmente se trajo consigo todas las fotografías.
Son muchas las versiones que se han dado a conocer sobre la procedencia de las fotografías originales del cuerpo sin vida del Che Guevara. Varios medios han asegurado que las imágenes fueron tomadas por un periodista francés. Sin embargo, Arteaga ha incidido que en eso es “erróneo” y ha explicado que comenzó una investigación por su cuenta hasta descubrir que detrás de aquellas fotografías había más gente. “El autor fue Hugo Delgadillo, un periodista boliviano que acabó como dentista en España. Eso sí, seguí investigando y descubrí que mi tío no solo tenía esas fotos sino un archivo inmenso”, ha señalado el sobrino de Luis Cuartero.
“Hace dos años estuve en el Centro de Estudios Che Guevara, en Cuba, donde conté nuestros avances”, ha señalado Arteaga. “El autor de las fotografías, Hugo Delgadillo, se las dio a mi tío en el Seminario San Cristóbal, en Sucre, donde tenían un estudio de fotografía y Delgadillo ejercía como dentista”, ha asegurado el sobrino del misionero español
En este sentido, ha explicado que el padre del fotógrafo boliviano trabajaba además en el periódico ‘Presencia’ de Bolivia. Fue así como su padre comenzó a enviarle con los misioneros, a los que él acompañaba. Mientras los sacerdotes ejercían su labor por los distintos pueblos de la zona, él no solo iba como dentista sino que además sacaba imágenes para el periódico. “Mientras uno daba misa, él arreglaba los dientes de los vecinos”, ha puntualizado. Fue el propio Hugo Delgadillo quien le facilitó todas aquellas fotografías a Luis Cuartero, el misionero español y tío de Imanol Arteaga.
Nuevos descubrimientos en torno al origen de las fotografías
Como ya venimos contando, Arteaga inició una investigación por su cuenta en la que contó además con el apoyo de su socia, una fotoperiodista española que actualmente está viviendo en la ciudad de Lima, y han trabajado estos últimos años en el origen de las imágenes del cuerpo sin vida de Che Guevara. Por el momento, ya han clarificado quién fue el autor de las mismas, su procedencia y cómo las consiguió su tío, Luis Cuartero. No obstante aún son muchas dudas las que están en el aire y que hay que resolver.
“El archivo de mi tío tiene unas tres mil fotos, de las cuales mil serán de Bolivia. Y de las cuales hay 700 imágenes a color entre los años 1959 y 1970”, ha señalado Arteaga.
A continuación, el sobrino del misionero español dio paso a todas las cuestiones que aún tienen que resolver en torno a las fotografías: “¿Cuántas fotos has visto tú de Francisco Franco en color. Ninguna. Y murió en el año 1975. ¿Qué hacía un cura español fotografiando con esa calidad y esa cantidad de imágenes, con lo caros que eran los carretes? ¿Por qué tenían un equipo de revelado? Esas son las preguntas que nos estamos ahora investigando” ha asegurado el sobrino de Luis Cuartero. No obstante, son preguntas que aún a día de hoy no tienen respuesta. La investigación continúa y los originales seguirán, por lo tanto, guardados en un archivo de más de tres mil fotografías en la localidad de Ricla, en Zaragoza.