La tarde que se desató el odio contra Picasso en España: cristales rotos, pinturas y cócteles molotov

En noviembre de 1971, un comando de extrema derecha atentó contra decenas de obras del artista, que por aquel entonces estaba en el exilio en Francia

La noche que se desató la odio contra Picasso en España: cristales rotos, pinturas y cócteles molotov

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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21 de noviembre del año 1971. Madrid parecía, como había sido siempre, una ciudad llena de ciudadanos llevando su rutina. Trabajo, compras, reuniones... no había nada que hiciera pensar que esa misma noche, las calles de la capital pudieran convertirse en un auténtico caos. La galería Theo abrió sus puertas para inaugurar una exhibición de veintisiete obras del artista Pablo Picasso, que formaba parte de un conjunto de casi trescientas piezas bajo el nombre 'Suite Vollard'.

A las cinco y diez de la tarde, la empleada y la única persona que estaba allí visitando la exposición se vieron sorprendidos por seis hombres vestidos con camisas azules, boinas y gafas oscuras. Bajo el grito de "¡Cerda marxista!" y con navaja en mano, apalearon al hombre por el simple hecho de estar allí. Uno de aquellos hombres amenazó a las dos únicas personas que había en la galería, los otros cinco optaron por arrojar pintura de color rojo y ácido sobre las diversas obras del artista.

No fue, lamentablemente, el único ataque. Una docena de galerías y librerías que expusieron sus obras y retratos fueron atacados. También ocurrió en la ciudad de Barcelona, contra la galería de arte Taller de Picasso. Todos estos enclaves fueron, básicamente, víctimas de una serie de ataques. Rompieron cristales, ácido, pintura roja... En la Ciudad Condal dieron un paso más allá e incluso llegaron a utilizar cócteles molotov.

La noche que se desató la odio contra Picasso en España: cristales rotos, pinturas y cócteles molotov

La investigadora Nadia Hernández cuenta este episodio en su obra 'Picasso en el punto de Mira', donde la autora trata de recuperar todos los acontecimientos que tuvieron lugar durante la tarde y noche de aquel día de noviembre. "Los ataques comenzaron en octubre y noviembre de 1971 contra la figura de Picasso", aseguró la autora en declaraciones recogidas 'El País'. "Luego, cambiaron el foco y los objetivos, hasta 1975; fueron librerías y editoriales en una ola anticultural que afectó a más de un centenar de establecimientos", añadió la autora de la obra.

Los motivos tras los ataques a las obras de Pablo Picasso

Al parecer, tal y como recoge la autora en su obra, desde que Pablo Picasso se acercó levemente hacia el Partido Comunista, el régimen comenzó a considerarle un miembro que servía como propaganda del comunismo a nivel internacional. "A partir de los años 50 se comienza reivindicar al artista, con la idea de proyectar una imagen d apertura al exterior", aseguró Hernández. Esto se alargó hasta los años 70, cuando la situación se comenzó a radicalizar por completo, que terminaron por culminar con la "violencia contra Picasso".

Fue cuando a finales de noviembre de 1971, un "comando de lucha antimarxista" atacó la galería Theo en la capital, además de varias librerías. En Barcelona, como ya hemos mencionado anteriormente, fueron también varios grupos los que atacaron con cócteles molotov aquellos lugares donde había representadas obras del artista.

La noche que se desató la odio contra Picasso en España: cristales rotos, pinturas y cócteles molotov

Una serie de acciones perpetradas por varios comandos de extrema derecha como una respuesta a los homenajes que el dictador Francisco Franco había permitido con motivo del 90 cumpleaños del pintor, que por aquel entonces estaba en el exilio en Francia. Franco, simplemente, no quería saber nada de aquel asunto pero su evidente rivalidad con el artista era más que evidente y entre ambos existía un enorme odio. De hecho, el propio Picasso aseguró públicamente que volvería a España "cuando Franco esté bajo tierra".

Durante muchos años, Franco se negó rotundamente a que cualquier museo oficial pudiera exponer las obras de Picasso. Eso sí, no pudo rechazar que pudieran exponerse en galerías privadas.

Como ya venimos contando, por el 90 cumpleaños de Picasso, los grupos culturales quisieron concentrarse para rendir homenaje al pintor. El Gobierno permitió algunos actos. Otros, sin embargo, fueron prohibidos e incluso desalojaron varios locales donde se reunieron para rendirle homenaje.

Tras una serie de amenazas, los comandos de extrema derecha pasaron a la acción y destruyeron decenas de obras del artista, por no hablar de otras tantas que también fueron robadas. Bombas incendiarias, cristales rotos, robos, pintura roja y cócteles molotov. La tarde y noche del 21 de noviembre de 1971 pasará a la historia como el día en el que la obra de Pablo Picasso fue gravemente atacada.