40º aniversario: Viaje al interior del Pirulí, uno de los edificios icónicos de Madrid

La torre de hormigón y cemento se inauguró para el Mundial de Fútbol de 1982. Sus 220 metros son parte del horizonte de Madrid. Todos la conocemos por fuera, pero ¿qué hay dentro?

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Raquel Pérez PoloJorge Miralles

Madrid - Publicado el - Actualizado

10 min lectura

Cuando el vértigo es un obstáculo para hacer cosas en la vida cotidiana, si te proponen hacer un reportaje de un edificio de 220 metros de altura, en el que para pisar suelo tienes que subir hasta los 125 primeros metros, la noche anterior (qué va, los días previos a la cita concertada), duermes mal, incluso sueñas -más bien tienes pesadillas en las que te ves sufriendo-, que estás pegada a la pared y sin querer mirar hacia abajo.

Los vídeos que encuentras en plataformas digitales ayudan poco. Luego, la realidad es más benevolente que tus miedos y ese ascensor al que precede fama de lentísimo, no lo es tanto. Y la quinta planta -a prácticamente 147 metros-, desde la que se ve todo, y todo es todo Madrid, es lo suficientemente ancha y de cemento tan firme que pasas la puerta, bajas el escalón y entre los huecos de las muchas parabólicas que reciben y emiten señales de televisión y radio, divisas tu barrio; abriendo mucho el gran angular de los ojos crees incluso ver tu casa.

Se preguntarán a dónde nos hemos encaramado Jorge Miralles (compañero de audiovisuales de cope.es) y quien les escribe. Les doy algunas pista más: fue hasta 2009 el edificio más alto de Madrid (ahora esa categoría la ostentan la Torre de Cristal con 249,5 metros y la Torre Cepsa con 248, 3metros), fue construido con hormigón armado y cemento y es, por mérito propio, la esencia del skyline de Madrid.

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Sí, nos hemos metido en las entrañas de Torrespaña, más conocida como el Pirulí y hemos subido hasta dónde la intrepidez nos ha permitido (uno ha sido más valiente que la otra), porque si es por Miguel Bonis, responsable de operaciones de Torrespaña y el centro de Arganda de Cellnex Telecom [propietaria del Pirulí]-, y la gente del gabinete de prensa del principal operador de infraestructuras de telecomunicaciones inalámbricas de Europa, habríamos tocado el cielo (permítanme la exageración).

Antes de saber qué pasa dentro de esta enorme torre, echo por tierra dos leyendas que han circulado durante mucho tiempo y que aún hay quien se las cree y quien las difunde: no hay un restaurante en la tercera planta, y nunca se han realizado los telediarios arriba en el Pirulí porque en el interior de la torre no hay ningún plató de televisión.

Distribuyendo señales de televisión y radio 365 días al año

Torrespaña es una torre de telecomunicaciones que distribuye la señal de TDT (Televisión Digital Terrestre) por toda España. En el Pirulí "se genera el contenido, se difunde para Madrid y para el resto del territorio nacional para que la misma señal que se emite de TDT desde Torrespaña pueda ser emitida desde otro pequeño centro que da cobertura a un pueblecito de 500 habitantes. Torrespaña da cobertura a Madrid y sus alrededores -a cinco, seis millones de personas-, pero esa señal también llega a esos pueblecitos", explica Miguel Bonis delante de multitud de monitores desde donde se pueden visionar lo que están emitiendo todos los canales de TDT de España y 17 emisoras de radio.

Tercera planta de Torrespaña desde donde se monitorizan todas las señales de televisiones de TDT de España

Y como bien sabemos los que trabajamos en una cadena de radio o televisión, ni la televisión ni la radio paran, por ello, el Pirulí está en ebullición las 24 horas del día, los siete días de la semana, los 365 días del año. Para que nada falle, 15 personas -10 técnicos, 3 supervisores de turno y un responsable de todos ellos-, están pendientes de coordinar la distribución de la señales de televisión y radio, de monitorizar las emisiones, de hacer el mantenimiento de las instalaciones y especialmente de prevenir posibles fallos.

Porque, ¿se imaginan que por una avería, por un fallo técnico o humano (como ocurría a principios del mes de octubre con Whatsapp, facebook e instagram), todas esas pantallas se fueran a negro y ni una sola casa de España recibiera señal de televisión? o que, ¿la radio se quedara sin voz, sin música? "La base en la que se fundamenta todo lo que tenemos aquí es el sistema eléctrico, lo más importante es que tú le domines a él y él no te domine a ti" nos subraya Miguel Bonis que parte de que "todos los equipos se averían o pueden tener fallos, lo que hacemos es diseñar estructuras de servicio o topología de servicio que sean resistentes al fallo. Siempre tenemos una alternativa y aplicamos la máxima de 'te has caído, vale, levántate y aprende'. Si ocurre el fallo hay que ver ¿qué nos ha pasado?, ¿por qué nos pasado?, pongamos solución. Tenemos alternativas, obviamente nos tocaría correr, si ahora hubiese un cero a nivel de televisión (es decir, que todas las pantallas de esa sala de monitores se quedaran en negro), dejaríamos a toda España sin televisión".

Es algo que no ha ocurrido y que el responsable de Torrespaña ni quiere imaginar que pueda pasar. Por y para ello y, al margen de las revisiones técnicas obligatorias (normativas) que deben pasar todos los equipos y son muchos (la itv de las torres de telecomunicaciones: de las instalaciones de baja tensión, de la estación de media tensión, del sistema antiincendios), Cellnex lleva a cabo labores preventivas periódicas, los "por si" que llama nuestro anfitrión.

Pero hubo una vez que Madrid se quedó sin tele. Ocurrió a finales de agosto de 2002. Un cortocircuito en un cuadro eléctrico provocó un incendio entre las plantas cuarta y quinta; el humo se propagó rapidamente afectando a la tercera planta, que es donde se encuentra el personal cualificado de la torre, que tuvieron que ser evacuados. Durante tres horas, Madrid, solo se vio afectada Madrid, no tuvo televisión ni se podían escuchar algunas emisoras de radio.

Los bomberos apagaron el fuego y el 'rack' afectado fue sustituido. A día de hoy, en el Pirulí, como nos explica Miguel Bonis, "hay una sistema de climatización que ha evolucionado con los tiempos, que mantiene el ambiente a la temperatura y humedad adecuada, que incluso aprovecha el aire fresco de la calle y que conserva todos los armarios que albergan los equipos electrónicos e informáticos y el cableado a la temperatura adecuada".

La joya de la corona

Donde la temperatura siempre es constante, nunca varía de 23 º, es en la que el responsable de Torrespaña llama "la joya de la corona".

En la sala corazón, la joya de la corona del Pirulí

Si de la primera planta (a 118 metros del suelo) salen todas las señales de radio de FM -17 emisoras-, la segunda está dedicada a servicios auxiliares, en la tercera está la sala de equipos, transmisiones, el control, las oficinas y los radioenlaces; en la cuarta se encuentra la joya de la corona. El "corazón de la red de televisión digital, la cabecera de donde salen las señales de la TDT para toda España", una sala acotada por puertas para que nadie pueda pasar si no tiene que realizar algún trabajo concreo y donde no puede fallar nada y si algo falla, "debe ser el menor tiempo posible" porque lo fundamental es que la radio se oiga, los muñecos (las imágenes de la tele) se muevan.

¿Y qué pasa a partir de la quinta planta? Que hay que salir afuera, pisar cemento, ver parabólicas -algunas enormes- y de paso contemplar Madrid. Un privilegio que no todo el mundo ha tenido o tendrá y que bien vale dejar el vértigo en el fuste de la torre. Porque no solo del interior viven los ingenieros o expertos en electrónica que trabajan en el Pirulí, también hay que vigilar las 400 antenas parabólicas (parábola arriba, antena abajo), que enfocan las ondas y entre las que algunos halcones, a veces se refugian o van a comer el festín después de cazar.

Las cosquillas en el estómago los días de viento

Los días de viento, el Pirulí se balancea ligeramente. El mástil, la enorme antena que corona el edificio, puede inclinarse un metro si hay fuertes ráfagas. Pero esta enorme construcción de hormigón armado y cemento está preparada para resistir la fuerza de las provocaciones de Eolo a 200 kilómetros por hora.

"Lo primero que se nota es como silba. Por la estructura empiezas a notar que el viento silba y silba y silba y, llega un momento que el silbido se hace insoportable, y es cuando notas que esto se mueve, no quiere decir que veas las sillas corriendo para un lado o para otro cual barco pirata, pero si que notas, en mi caso, sí que noto algo en el estómago y dices esto ya se está moviendo".

El Pirulí está formado por un fuste y ocho plantas, en total 220 metros

Filomena les afectó como a todos, lo peor para los trabajadores fue llegar hasta el Pirulí o poder salir de él, "todo funcionó, tenemos antenas que están calefactadas pues tienen un sistema anti hielo que, en función de unos determinados parámetros de temperatura, se activa. Digamos que es como una manta térmica por debajo de las parábolas que derrite el hielo y la nieve que se pueda formar, por lo cual no te impide hacer la transmisión de satélites".

Cuentan crónicas antiguas que solo una vez, los trabajadores de la torre, tuvieron que bajar a tierra firme. Fue un día que Madrid sufrió vientos de 150 kilómetros/ hora, incluso cayeron árboles de algunos parque y calles y volaron tejados.

Más conocido que el Naranjito

Si buscamos las efemérides de 1982, entre los acontecimientos del mes de junio aparecen dos fechas subrayadas: el día 7, la inauguración por los Reyes Juan Carlos y Sofía de la Torre España; 6 días más tarde, el 13, sus Majestades estarían también presentes en el Bélgica-Argentina, partido celebrado en el Nou Camp, con el que se daba el pistoletazo de salida al Campeonato de Fútbol del Mundo, España 82 que tuvo como mascota al Naranjito.

Pero el Naranjito pasó, sin embargo, la torre a la que los madrileños bautizaron rápidamente como Pirulí (por su silueta) sigue erguida y a punto de celebrar su 40 cumpleaños. Su construcción también tiene una historia reseñable porque se llevó a cabo en tiempo récord, en menos de un año. Cada día, la altura de la torre se incrementaba en cuatro metros.

El Pirulí antes de ser terminado en 1982

Su arquitecto, Emilio Mártinez de Velasco, comenzó a dirigir las obras el 17 de febrero de 1981 (seis días antes del 23F). La ubicación del edificio, entre la calle O'Donell y la calle Sainz de Baranda, tampoco fue al azar. Ante los problemas de visibilidad y altura desde los centros de radioenlaces de Prado del Rey y el Paseo de la Habana, RTVE tuvo que buscar una parcela desde donde ningún edificio de la capital -que comenzaban a cobrar altura- hicieran sombra a las señales de radio y televisión. Además, la parcela de 22.000 metros cuadrados estaba al lado de la M30, muy próxima al aeropuerto de Barajas y no lejos de la Castellana donde están ubicados la mayoría de los ministerios. Sin pasar por alto que España necesitaba un centro de transmisión moderno para servir la señal del Mundial de Fútbol al resto del planeta.

Las obras, que terminaron en febrero de 1982, costaron 3.500 millones de pesetas (22 millones de euros). Desde 2015, Torrespaña es propiedad de Cellnex Telecom, después de haber pertenecido a RTVE, Retevisión y Abertis.

Vistas desde la quinta planta del Pirulí

Desde el Pirulí se ve un país

El Pirulí forma parte de mi día a día, como para muchos madrileños ( y de los que no nacimos aquí, una miríada que un día nos quedamos a vivir en la capital llegados de cualquier otro lugar). Paso por su vera de camino al trabajo y de vuelta a casa. Ya no podré olvidar el día que estuve en sus entrañas y siempre podré contar a mis nietos que su abuela subió arriba, muy arriba, allí desde donde se ve Madrid o, como cantaba Victor Manuel, "se ve un país".

Otras famosas torres de telecomunicaciones del Mundo

La Tokyo Sky Tree de Japón, la más alta del mundo con 634 metros de altura.

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Torre Cantón de China. Con 600 metros de altura (aunque 150 metros son de su antena) es la segunda torre de telecomunicaciones más alta del planeta. Una torre con una forma muy particular que parece girar ligeramente sobre sí misma.

Torre Cantón de China con 600 metros de altura es la segunda torre de telecomunicaciones más alta

Torre Ostankino de Rusia. Se construyó en 1967 en Moscú y es la cuarta en altura, con 540 metros.

Torre Ostankino de Rusia se construyó en 1967 en Moscú y es la cuarta en altura con 540 metros

La Torre de la televisión de Berlín. Uno de los grandes símbolos de la Alemania Oriental, hoy es una de las imágenes más representativas de Berlín y uno de sus grandes atractivos turísticos. Tiene 368 metros de altura.

Torre de la televisión de Berlín

Y ¿quién no conoce la Torre Eiffel? Símbolo de Francia fue construida en 1889 para la Exposición Universal de París. En 1910 estuvo a punto de ser destruida, se salvó por su función como antena de radio.

La Torre Eiffel se salvó de ser desmontada gracias a su función de antena

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