2020 acerca la posibilidad de dejar el tabaco a diez millones de fumadores
El consumo de tabaco sigue en aumento y más de diez millones de españoles de entre 15 y 65 años fuma a diario
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El consumo de tabaco sigue en aumento y más de diez millones de españoles de entre 15 y 65 años fuma a diario. De ellos, un 67 % se han planteado alguna vez dejarlo, pero no todos serán candidatos a acceder a los dos medicamentos que el sistema sanitario financia desde el 1 de enero para abandonar el hábito.
De hecho, el Ministerio de Sanidad cifra en 83.800 las personas que se pueden beneficiar de alguno de los dos tratamientos (vareniclina, de marca comercial Champix, y bupropion), que los profesionales sanitarios ya pueden prescribir.
"Para esta medida contamos con la voluntad de muchísimas personas que van a encontrar una motivación para dejar de fumar, ya sea los hijos, el trabajo, la salud..", ha asegurado a Efe la directora general de Salud Pública, Pilar Aparicio, quien ha reconocido que el cien por cien de la población que fuma no va a dejarlo, de ahí los datos que maneja el ministerio.
"Ojalá que nos quedemos cortos", ha señalado Aparicio, que ha precisado que los fármacos "no son un milagro", si bien constituyen una ayuda que va a servir para que muchos fumadores se planteen abandonar su adicción al tabaco.
El tratamiento requiere un seguimiento, que se hará por los médicos de familia y también por los neumólogos que tratan a pacientes en las consultas de deshabituación tabáquica que existen en muchos hospitales.
Aparicio ha detallado que estos medicamentos van dirigidos a personas "con un largo historial de consumo y un nivel de adicción importante", principalmente de mediana edad, entre 40 y 50 años, y varones, ya que todavía hay más fumadores que fumadoras, aunque ha confiado en llegar también a las mujeres.
Los médicos serán los que determinen si los fumadores cumplen los criterios para acceder a la financiación de los fármacos: estar incluido en un programa de apoyo individual o grupal para dejar de fumar, tener motivación expresa constatable con al menos un intento en el último año, fumar 10 o más cigarrillos al día y tener un alto nivel de dependencia.
Además, cada comunidad autónoma debe contar con un protocolo que seguirá cada paciente antes de acceder a la financiación de estos fármacos.
El presidente del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo, Andrés Zamorano, ha explicado a Efe que en el caso de Castilla-La Mancha, donde pasa consulta, hay una fase preparatoria en la que el paciente tiene que exponer por escrito los motivos por los que fuma y por los que quiere dejarlo.
Además, debe identificar "las situaciones de riesgo" que le impulsan a fumar, como tomar un café o quedar con amigos, y llevar un autoregistro de cigarrillos.
Todos estos datos se analizarán con el profesional sanitario que determinará en ese momento si prescribe o no el fármaco, de manera que la receta de cualquiera de los dos tratamientos no es automática.
Zamorano, miembro del grupo de tabaquismo de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), considera que estos tratamientos deberían ofrecerse a todos los fumadores con voluntad de "hacer un intento serio" por dejarlo, ya que está demostrado que duplican o, incluso, triplican la probabilidad de ser exfumador al cabo de un año.
Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad (encuesta EDADES), en 2017 un 34 % de las personas entre 15 y 64 años eran fumadores habituales, un 3 % más que dos años antes, una tendencia ascendente que las leyes antitabaco han conseguido invertir.
Las autoridades sanitarias reconocen que la última ley, que entró en vigor en 2011, no es suficiente para disminuir las cifras y que existe una cierta relajación en su cumplimiento, un aspecto en el que, según Aparicio, hay que insistir.
En ese sentido, se ha referido en concreto a las terrazas de bares y restaurantes y ha apelado tanto a la responsabilidad de los hosteleros, como a una mayor eficacia en las inspecciones municipales y a un aumento de las sanciones.
Según establece la ley, solo está permitido fumar en terrazas que estén totalmente abiertas, las que cuenten con jardineras o mamparas de escasa altura (1 metro máximo) y las que dispongan de dos paredes, muros o paramentos y un techo.