África y las cinco 'P' del agua

Mientras en Europa el agua se descuida, por su supuesta abundancia, en países del África se mima como un paño que envuelve a un recién nacido

Niños bebiendo agua en un país africano

Beatriz Mesa

Publicado el - Actualizado

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«No dejar a nadie atrás» cuando se trata del acceso al agua. Bajo este eslogan, el corpus de Naciones Unidas espolea desde hace días al mundo para considerar el agua como un valor preferencial que necesitan las Personas y el Planeta afín de engendrar Prosperidad, Participación colectiva y Paz. Las cinco P vinculadas al agua como un instrumento vital que ha pasado de ser un derecho natural del individuo a una herramienta excluyente en muchas partes de África

El agua no llega a todos, su acceso divide las sociedades entre las élites y las parias, su difícil consumo podría ocupar las nuevas agendas de los conflictos y, por tanto, su progresiva escasez podría desencadenar en un horizonte no muy lejano catástrofes sociales y ambientales. Los expertos advierten de que a pesar de la estabilidad del volumen del agua en su globalidad, las cantidades de agua limpia están cayendo en picado por el mal uso que el ser humano le da y las implicaciones que tiene para el cambio climático. La realidad del calentamiento global y sus efectos en el ciclo de las lluvias empiezan a provocar una degradación de pueblos y aldeas. 

El agua es un recurso natural mal tratado y mal usado en países desarrollados en donde parece que se trata de una fuente inagotable. Sin embargo, mientras en Europa el agua se descuida por su supuesta abundancia, en países del África se mima como un paño que envuelve a un recién nacido porque infinitas poblaciones africanas difícilmente acceden a este recurso, en especial las zonas rurales. ¿Qué hacen, por tanto, las familias que no cuentan con agua de río, lago o embalse?, pues deben recurrir a la construcción artesanal de sus propios pozos para sobrevivir. 

Y eso lo hacen asumiendo el riesgo de la contaminación del agua que extraen directamente del suelo. Un pozo es motivo siempre de alegría para cuantas familias africanas con economías muy delgadas dependen del campo para subsistir. Según un estudio de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)la agricultura necesita alrededor de un 70% de la extracción de agua en todo el mundo y entre los países menos desarrollados puede superar el 90%

Sin agua no hay campo y sin agricultura se estarían vaciando miles de estómagos de niños y adultos que gritan a voces por una «alimentación segura» porque cualquier catástrofe natural termina impactando la base de la economía africana y esto trae como consecuencia desastre humano, a veces irreversible: más de 800.000 muertos anualmente por consumir agua no potable o con mala higiene y un 10% de las muertes de menores de cinco años se producen igualmente por las carencias del agua, según denunció Ayuda en Acción. Las previsiones de 2030 tampoco permiten ver luz al final de un desconocido túnel porque más de la mitad de la población mundial tendrá problemas para acceder al agua limpia.

Nos describe Beatriz Mesa, corresponsal de COPE en Marruecos, que todo hace pensar que las nuevas guerras del próximo siglo estallarán por el control del agua--sobrada experiencia se tienen con los hidrocarburos-- y todo hace presagiar que las nuevas clases sociales se distinguirán por el acceso al agua embotellada. En Marruecos, por ejemplo, ya se está viendo que el agua clorada, a través de las plantas potabilizadoras, aun consiguiendo calidad, termina contaminada en el vaso del consumidorSe debe a los sucios canales por los que transcurren el agua que será el verdadero oro del mundo cuando se democratice su acceso y  se alcance su sostenibilidad. De lo contrario, serios riesgos asumen las personas, el planeta, la prosperidad, la participación colectiva y la paz. 

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