El aire acondicionado, ¿transmite el coronavirus?
La probabilidad de que el coronavirus entre en el sistema de climatización o extracción de aire de los locales públicos y se difunda por los conductos es muy baja, aunque conviene garantizar una renovación suficiente captando el aire exterior en un lugar apropiado
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La probabilidad de que el coronavirus entre en el sistema de climatización o extracción de aire de los locales públicos y se difunda por los conductos es muy baja, aunque conviene garantizar una renovación suficiente captando el aire exterior en un lugar apropiado.
Así se pronuncian la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS) y la Sociedad Española de Sanidad Ambiental (SESA) en un informe sobre la incidencia de la COVID-19 en los sistemas de aire acondicionado en locales de pública concurrencia, que se están abriendo con la desescalada.
Tras constatar "cierta preocupación" en las redes sociales por si el aire acondicionado de los locales públicos (no sanitarios) pudiera favorecer la infección por CoV-SARS-2, las dos asociaciones han emitido un informe con algunas consideraciones formuladas desde el ámbito científico y profesional.
Importante la dimensión y distribución del espacio
Así, el informe recomienda que al iniciarse las actividades se adopten medidas preventivas para disminuir el riesgo de transmisión aérea del virus y valorar, además del aire acondicionado, la dotación de personal, actividad, aforo, dimensiones y distribución del espacio, condiciones de los aseos o las aberturas externas.
El informe recomienda que en los locales públicos se favorezca renovar el aire, aunque si la renovación con el sistema de aire acondicionado es alta "podría no ser necesaria".
En relación a la inquietud sobre que el virus se reproduzca en las instalaciones de aire acondicionado, el informe concluye que "no tiene ningún sentido".
"El virus no se puede reproducir sin invadir células humanas, por tanto la limpieza de conductos o el cambio de filtros de aire exterior no tienen ningún efecto práctico, salvo cuando corresponda llevarlo a cabo", indica el informe.
Las dos sociedades afirman que "es importante mantener la higiene y en su caso desinfección de suelos, muebles, equipos... para eliminar el riesgo de contagio por posible contaminación de superficies por el virus y usar mascarillas para reducir las emisiones de gotículas que pueden contagiar a otras personas o las instalaciones".
Señala asimismo que "los lavabos son fundamentales para prevenir la transmisión. Hay que garantizar la limpieza y la ventilación frecuente de las instalaciones".
En ese sentido, especifica que "se ha comprobado la excreción fecal del virus por las personas infectadas y aunque no está documentada esta vía como forma de contagio, para no favorecer la posible difusión del virus se recomienda cerrar las tapas de los WC antes de descargar el agua".
También aconseja "revisar cómo circula el aire durante el funcionamiento de las instalaciones para evitar que fluya de los aseos al resto del edificio".
Respecto a los aires acondicionados en las oficinas, el informe señala que las normas habituales sobre cómo obtener una buena calidad del aire que están incluidas en la normativa vigente "parecen suficientes".
Las dos sociedades reconocen que es escasa la bibliografía sobre el posible rol del aire acondicionado y que la única referencia bibliográfica es un comentario en un artículo que describe un brote de nueve personas en un restaurante en Guangzhou (China) a partir de un infectado.
Los autores de este trabajo dicen que el aire acondicionado podría haber favorecido la difusión de gotas pequeñas más allá de dos metros, hasta llegar a otras mesas del local, aunque los expertos consideran que "no deja de ser una especulación, ya que podrían haber operado otros mecanismos de contagio".
No hay indicios de que el aire acondicionado sea fuente de transmisión del coronavirus
La patronal europea Eurovent y la OMS también dicen que no hay indicios para pensar que los aires acondicionados pueden ser una fuente de transmisión de la infección.
Sin embargo, la Federation of European Heating, Ventilation and Air Conditioning Associations (REHVA) y la Asociación Técnica Española de Climatización y Refrigeración (ATECYR) invocan por precaución la conveniencia de actuar como si la transmisión por aerosoles estuviera demostrada, aunque la OMS no la considere relevante fuera de los contextos clínicos.
El informe alerta de que "interpretaciones extremas de estas recomendaciones podrían llevar a cerrar muchas de las instalaciones de aire acondicionado existentes, lo que haría inviable el funcionamiento de muchos establecimientos y servicios públicos este verano". EFE