El 68 % de los niños españoles entre 10 y 12 años usa alguna red social

Están prohibidas para menores de 13 años, pero en la práctica basta con poner una edad falsa

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Las posibles soluciones para evitar que los más pequeños utilicen las redes sociales sin consentimiento

Ana Palacios

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

En España y a pesar de que está prohibido, casi 7 de cada 10 niños de entre 10 y 12 años reconoce tener una red social, según recoge un estudio de la Asociación valenciana de Consumidores y Usuarios AVACU. De ellos, hay un 12 por ciento de menores que acepta peticiones de seguimiento sin siquiera conocer a quien se lo pide. Y un 63%, lo hace porque ven que son amigos de amigos.

Y todo cuando en nuestro país está vigente en los 14 años el límite de edad para acceder a las redes sociales dentro de la normativa de protección de datos para el tratamiento de menores. Esto significa que, supuestamente, un menor de 13 años, necesitaría un consentimiento de sus padres para poder tener una cuenta propia en una red social. Decimos, supuestamente, porque en la práctica no se cumple, dado que no existe ningún control previo en las redes para evitar que un menor pueda acceder, basta con que ponga una edad falsa.

Equilibrio entre privacidad y protección de menores

Según Samuel Parra, abogado especializado en el área tecnológica del Derecho y experto en ciberseguridad: “a día de hoy es imposible o inviable, no existe ningún mecanismo que garantice la edad del navegante. No sé cómo va a prohibir Francia en la práctica que un menor no pueda abrirse una cuenta, de la misma manera que es complicado evitar que un menor de 18 años coja un coche. Se podrá intervenir a posteriori, pero no antes”.

Cualquier sistema de verificación tiene que respetar en Europa los sistemas de protección de datos que deben pedir los mínimos datos posibles (minimización). El problema es que Europa no ha dejado claro cuáles esos mínimos datos, pero según explica a COPE Samuel Parra: “posiblemente pedir el DNI sería excesivo. Por eso es tan complicado, porque hay que construir un sistema que cumpla con todos los requisitos europeos”. Aun así, el experto en ciberseguridad nos recuerda que la fotocopia de nuestro DNI ya está en multitud de sitios web, y que el número de filtraciones es limitado: “siempre va a estar presente el riesgo en cualquier entorno tecnológico. Pero tendremos que vivir con ello”.

Un DNI digital para garantizar la edad

En la actualidad se están desarrollando algunas herramientas que teóricamente podrían ayudar en este tema, a través de un "DNI" digital que certifique la edad. Pero de momento no hay nada desplegado a gran escala. Sería como una especie de software que, a través de un registro previo, podría verificar la edad del usuario.

La idea es crear una base de datos donde te identificas con tu DNI. Efectivamente, esa base de datos tiene tu identificación, pero la plataforma en la que queremos registrarnos no tendría esos datos, simplemente consultaría si estás en esa base de datos y confirmaría de esa manera que eres mayor de edad sin tener propiamente acceso a tu carné de identidad. Es por donde Parra considera que van a ir los tiros: “una identificación digital, europea o nacional. Una especie de fichero o dispositivo digital, protegido por una contraseña que solo sabes tú”.

Para entenderlo mejor, sería algo parecido a un certificado electrónico. Una autoridad lo distribuye a quien lo solicite y se queda instalado en nuestro dispositivo. Cuando una página requiera autorización de edad, lo verificará y simplemente recibirá un sí o un no. Según Parra, será como otra aplicación más de nuestro móvil: “lo más seguro es que ni nos acordemos que lo tenemos instalado, hasta que nos tengamos que cambiar de dispositivo y nos pida todas las claves para instalar las aplicaciones”.

Contar con este DNI digital será siempre algo voluntario, pero lo cierto es que, si lo ponen en marcha y no lo tienes, no podrás entrar en ciertas páginas con acceso por edad. El resto de navegación seguiría siendo libre.

Otras posibles soluciones

Otras opciones de proporcionar una prueba digital de la edad sin revelar la identidad. Según el CNIL (La Comisión Nacional de Informática y de las Libertades) no existe una solución que ahora mismo cumpla satisfactoriamente con los requisitos para poder mantener la privacidad y proteger a los menores, sin embargo, da algunas soluciones:

Verificación de la edad a través de una tarjeta de pago. Este sistema permitiría proteger especialmente a los más pequeños, al menos hasta los 11 años, porque hasta esa edad no se puede disponer de una tarjeta bancaria para realizar pagos en línea. El banco emisor sabría la identidad del usuario, pero desconocería el sitio web que está visitando. Y el sitio web conoce la edad del usuario (o simplemente que es mayor de edad) pero no conoce su identidad.

Verificación a través de un análisis facial. Es un método complicado, porque habría que estudiar como limitar el riesgo de captura de vídeo y posibles chantajes.

Verificación fuera de línea. Mediante “tarjetas para rascar”. Dichas tarjetas se ofrecerían en determinados puntos de venta, como estancos o supermercados, y es el personal el encargado de realizar la comprobación de edad, como se hace con el alcohol o los cigarros. El problema es que no, esto no va a impedir que un menor coja la tarjeta de una persona adulta y acceda a las páginas web.

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