Atención al volante: así son los nuevos mini radares portátiles que están activos en las carreteras españolas

El exceso de velocidad es la causa de una gran cantidad de accidentes de tráfico en las carreteras españolas. Para evitarlos y que los conductores no incumplan el máximo de kilómetros por hora permitido, la Dirección General de Tráfico (DGT) cuenta con multitud de radares distribuidos por toda la geografía española.

Uno de ellos ha llegado recientemente a nuestro país y recibe el nombre de Trucam II. Se trata de un mini radar con unas características muy particulares, entre las que destaca su pequeño tamaño, así como su escaso peso, su gran alcance y el hecho de que sea portátil. En concreto, el nuevo dispositivo puede ir a bordo de diferentes vehículos, desde donde vigila lo que ocurre en la carretera.

El Trucam II tiene el tamaño de una pistola láser y puede colocarse en multitud de lugares, llegando a caber en la maleta de una moto. Una de las funciones que le hace más especial es que tiene la posibilidad de detectar un exceso de velocidad a más de un kilómetro de distancia, aunque se espera que sancione a unos 200 metros del vehículo que cometa la infracción. Además, cuenta con una luz flash infrarroja que le permite actuar tanto de día como de noche. Por otro lado, puede seleccionar qué vehículos controlar. Es decir, este radar tiene la capacidad de distinguir si la infracción la ha cometido un coche, una furgoneta o una moto, entre otros.

Dónde están ubicados los nuevos mini radares portátiles

Los nuevos dispositivos Trucam II ya está en marcha en algunos puntos de nuestro país. En concreto, los Mossos d'Esquadra cuenta con varios de estos radares que llevan funcionando desde hace unas semanas. El Servicio de Tráfico de la Generalitat de Cataluña ya ha equipado 10 de sus motos con estos dispositivos y llevan activos desde la última semana de julio para detectar exceso de velocidad y multar a los conductores que incumplan la normativa. Junto a estos, otros dos motoristas de paisano pondrán el foco en otro tipo de infracciones, principalmente entre los motoristas.

"En caso de accidente, se ha evidenciado que cuanto mayor es la velocidad de los vehículos, mayor es la violencia del impacto, se reduce notablemente la efectividad de los dispositivos de seguridad pasiva, como el cinturón de seguridad o el casco, y se incrementa, por tanto, el riesgo de mortalidad y de sufrir lesiones con secuelas graves permanentes", apuntan desde la división catalana de Tráfico.